El optimismo impera entre los agentes económicos sobre los beneficios que la procesión Magna Mariana pueden suponer para los negocios de hostelería y comercio de la ciudad. La Asociación Isleña de Hostelería y Turismo (Asihtur) y la Asociación de Comerciantes de San Fernando (Acosafe) se reconocen encantadas ante las perspectivas que este evento.

Desde Asihtur, su presidente, Juan López, admite que el mundo cofrade es para la ciudad "un eje fundamental del turismo y que forma parte imprescindible de la propia identidad cultural y de entender la vida". En ese sentido, destaca la labor de las hermandades y su patrimonio que aumentan el atractivo de La Isla para ser visitada. "Sin ir más lejos, nuestra Semana Santa es considerada de interés turístico nacional", indica.

A su juicio, esta realidad "beneficia indudablemente la actividad de la hostelería y el comercio". En Semana Santa la imagen de las terrazas de los establecimientos hosteleros abarrotadas es lo normal por lo que esperan que esto se extrapole a un evento extraordinario de índole cofrade "tan esperado y ambicioso como una procesión magna, donde el trabajo y el esfuerzo de las hermandades es titánico y las expectativas creadas son muy altas y siempre se cumplen".

López recuerda la Magna de 2010 como "algo histórico y único", "un punto de inflexión en la historia cofrade de San Fernando", pero además "algo único e histórico para nuestra hostelería y comercio". Para la hostelería se convirtió, rememora, en una jornada de actividad "frenética" y "de cajas espectaculares".

Confían en que en septiembre se repita: que la gente se eche a la calle y quiera "reponer fuerzas con nuestra oferta gastronómica". "Sin duda, estos patrones se repetirán en la Magna Mariana", expresa el presidente de Asithur sobre las previsiones "halagüeñas y optimistas" que tienen.

Acosafe espera que "el éxito del Diez se repita". Su presidente, Manuel Luna, reconoce que todo lo que se ponga en marcha y saque gente a la calle repercute en la actividad económica: en el comercio –"hablamos de complementos, hablamos de textil, por ejemplo"– y la hostelería, "para la que evidentemente es una acción más directa".

"Estamos encantados. La apoyamos y complementamos con nuestras acciones", comenta. De hecho, Acosafe trabaja en ajustar el presupuesto para sus actividades tras el verano. Hace unas semanas se implicaron con el día de los enamorados y el lunes 27 siguen con la Ruta gastronómica de Andalucía.

Sobre la Magna del Diez que todos tienen como espejo, rememora la gran expectación que creó, la gran aceptación que tuvo. "Vino gente de todo los sitios. Le dio una vida espectacular a la ciudad. Sin duda destacó el patrimonio de imaginería de San Fernando, con tallas únicas", describe. Ahora desea que se sume el buen tiempo, sobre todo la ausencia de viento, para que vuelva a ser un éxito.

Antonio Alba: "Una experiencia inolvidable"

La Magna del Diez continúa en la memoria de muchos isleños por la extraordinaria estampa que ofreció: todos los pasos de misterio desfilando juntos en una única jornada, pero además por el aspecto de las calles con toda la ciudadanía volcada en el evento. No solo había vecinos de San Fernando sino también muchos visitantes que no quisieron perdérselo. Con ese ambiente los negocios isleños salieron beneficiados. Antonio Alba, actual gerente del bar Gran Vía, en plena Plaza del Rey, lo recuerda bien. "Fue una inyección brutal para nuestra economía", dice.

"Para todos fue impresionante", apunta para referirse no solo a la hostelería, sino también para todo tipo de comercios. "La experiencia fue inolvidable", admite sobre este acontecimiento de 2010 en el que acudió al negocio familiar a echar una mano. La ubicación de Gran Vía era privilegiada para ese día: en plena Plaza del Rey, en la misma esquina donde terminaba el recorrido de la Carrera Oficial.

"Ver de repente todos los pasos, uno tras otro", apunta sobre la imagen del momento. En cuanto al negocio rememora que no pararon de tirar cerveza. "Se consumió casi toda la materia prima que habíamos acopiado para ese día. Nos quedamos a lo justo", asegura. "Es que San Fernando salió a la calle. No se cabía", sigue describiendo esa jornada.

En esa ocasión fue en primavera, al término de la Semana Santa, lo que considera que influyó en que la gente mantuviera el interés cofrade y por tanto contribuyó a su éxito. Ahora tiene la duda de si en septiembre se repetirán esos resultados, por ser un día aislado sin un contexto cofrade y con la playa aún con mucho tirón. Al menos, se repetirán las buenas condiciones climáticas que también abundan en que todo salga bien cuando es así en Semana Santa. Además, espera que se amplíe el recorrido de los pasos, a su juicio escaso para tantos participantes en 2010. "Es el único pero que le pongo", finaliza.