Hace exactamente 20 años que la piscina municipal que había en el Parque cerró definitivamente sus puertas debido a su mal estado de conservación.

El Ayuntamiento de San Fernando confirmaba a finales de junio de 2003, justo cuando daba inicio el verano, que las instalaciones dejarían de estar operativas para los meses siguientes. Un informe elaborado por los técnicos municipales a raíz de las últimas obras ejecutadas desautorizaba su apertura dado que la piscina no reunía las mínimas condiciones para reabrirse al público. Incluso se advertía de la posibilidad de que su cierra fuera definitivo, como así fue dado que su puesta a punto y mantenimiento se convirtió en algo inasumible.

En realidad, el problema venía de antes. Las instalaciones se habían quedado obsoletas y ya a mediados de los 90 dejaron de funcionar. A principios de la década siguiente, tras una puesta a punto, volvieron a ponerse en marcha, pero aquello solo tuvo cuerda para un par de temporadas.

Recorte de prensa en el que se da cuenta del cierre de la piscina, el 23 de junio de 2003.

El irremediable cierre llegó con el verano de 2003. Y desde entonces La Isla se acuerda cada verano de su piscina. Sobre todo cuando el Levante sopla con fuerza, las temperaturas se disparan y refrescarse con un buen chapuzón en la playa de Camposoto deja de ser una opción para la mayoría. Justo lo que pasa en estos días. 

De dotar a la ciudad de una nueva piscina pública -que no ha dejado de ser una insistente demanda- es algo que se viene hablando desde hace años. El proyecto, de hecho, ha formado parte de una y otra formación política en las elecciones municipales. En las de este año... y también en las anteriores. Aunque por el momento se sigue esperando. 

Eso sí, a lo largo del mandato anterior se han conseguido algunos avances y se ha redactado un proyecto, que ya está sobre la mesa. También se ha optado por una ubicación definitiva: una parcela libre que existe en la Ronda del Estero, entre la calle Alsedo y la avenida Manuel de Falla. Se descarta así la propuesta anterior de La Leocadia -junto a la playa- que en su día barajara el Ayuntamiento. 

El proyecto de la nueva piscina pública se dio a conocer en el pasado mes de marzo. El siguiente paso será que se liciten las obras. Y que se ejecuten, claro. Así que los isleños tendrán que esperar todavía para poder darse un baño en estas nuevas instalaciones. 

Se calcula que la obra tendrá un coste de 1.570.000 euros, lo que lo convierte en una de las inversiones más destacadas a realizar por el Ayuntamiento.

Infografía del diseño de la futura piscina de verano de San Fernando.

Así será la futura piscina 

Según la información facilitada por el Ayuntamiento isleño hace unos meses, cuando dio a conocer que se había concluido la redacción del proyecto de la piscina, el complejo será "un espacio moderno, innovador y construido de forma sostenible que será accesible y estará vinculado con un entorno natural único e inigualable en el que se enmarcan proyectos como el Parque de La Magdalena y con conexión con elementos singulares como el sendero del Carrascón y con Gallineras".

De hecho, su diseño supone un guiño a las trazas de las antiguas salinas que se extendían por ese mismo entorno.

Se distribuirá en siete zonas fundamentales, que sumarán algo más de 7.000 metros cuadrados. En concreto, habrá un área de acceso y vestuarios donde se ubicará el control de acceso, la administración, los vestuarios y aseos masculinos y femeninos.

También existirá un área de personal, en la que se ubicarán los vestuarios y aseos de personal y monitores, almacén de material deportivo, así como otros programas asociados. El área de instalaciones estará en una zona centrada del complejo y de fácil acceso para el mantenimiento.

Contará también con un área de restauración y terraza ya que se ha reservado para las futuras instalaciones o concesionarios que deseen establecer su actividad. La ubicación elegida, explicaba el Consistorio, "permite la conexión con una terraza asociada tanto en el interior del complejo de piscinas como en el espacio urbano".

La zona de baño incluirá las piscinas al aire libre y zona de tumbonas y solárium. Habrá una piscina para adultos, una piscina infantil y zona de chapoteo y juegos de agua.

A eso se sumará la zona deportiva y cultural, un área destinada a otras actividades complementarias al baño, como son las actividades deportivas, culturales y de animación infantil.

El resto de la superficie del complejo de piscinas se destinará a zonas ajardinadas con césped y caminos de acceso con pavimentos naturales y acabados con colores amables con el medio ambiente, además de zonas de sombra y de pérgolas.

En definitiva, contaba el equipo de gobierno allá por el mes de marzo, "será un complejo para el disfrute y la convivencia de toda la familia, con servicios que confieran comodidad y calidad a este complejo innovador, incluso con hostelería que complete esta oferta de ocio para los isleños".

Desde el ejecutivo se aseguraba incluso que la futura piscina prevista en la Ronda del Estero contará con la tecnología y la innovación para ser ecológica: así se plantea el desarrollo de sistemas que eviten el uso de productos químicos agresivos y permitan procesos más naturales para la purificación del agua, la generación de espacios verdes que se integren en el diseño posibilitando zonas de sombra naturales y el empleo de materiales sostenibles. También se integrarán las fuentes de energías limpias para la autogeneración de energía para el funcionamiento eficiente del sistema de bombas, iluminación y limpiafondos eléctrico, así como el uso de tecnologías LED.

Aunque por ahora esta nueva piscina sigue siendo solo un proyecto.