Más parques naturales que nadie

Cádiz cuenta con hasta seis extensiones que cuentan con una protección medioambiental especial, repartidas por todas las comarcas, y con atractivos extraordinariamente diversos

La provincia de Cádiz tiene multitud de enclaves ideales para contemplar la amplia diversidad de aves que viven en esta tierra. En la imagen, un mirador para el avistamiento de aves ubicado en San Fernando, en pleno Parque Natural de la Bahía de Cádiz. / Julio González
Francisco Sánchez Zambrano

30 de junio 2025 - 12:25

Donde los pinsapos reinan bajo la lluvia

Sierra de Grazalema / DC

Sierra de Grazalema.

Nada más entrar en Europa las borrascas que llegan desde el Atlántico se topan de lleno con la muralla que conforman los picos de la Sierra de Grazalema y por eso esta es la zona más lluviosa de toda la Península Ibérica. Este hecho ha propiciado que bajo este macizo haya proliferado una flora muy característica, con encinas, quejigos y sobre todo con muchos bosques de pinsapo que sólo existen aquí. El parque natural más antiguo de Cádiz es también el tesoro más preciado de los pueblos blancos.

Belleza única con el Coto ahí enfrente

Entorno de Doñana / DC

Entorno de Doñana.

El Parque Nacional de Doñana es la mayor reserva ecológica de Europa pero su protección se extiende también a su entorno, convirtiéndose así en el Parque Natural de Doñana. Esta extensión global suma 53.709 hectáreas, de las que 3.400 están en la provincia de Cádiz, en concreto en Sanlúcar y Trebujena. Las marismas entre el Pinar de la Algaida y la orilla del Guadalquivir dan sustento a las aves en los años secos.

Aves, marismas, pinos, caños y, cómo no, la sal

Bahía de Cádiz / DC

Bahía de Cádiz.

Dunas, caños, marismas y playas han hecho del Parque Natural de la Bahía de Cádiz uno de los más singulares precisamente por su ecosistema tan diverso. Este extenso humedal atrae a aves de muchas especies, además de propiciar pinares muy característicos. La zona, todo un atractivo tutístico, está jalonada de esteros y de salinas que tanta fama dieron antaño a esta comarca.

Entre pinos piñoneros y acantilados únicos

La Breña y Marismas del Barbate / DC

La Breña y Marismas del Barbate.

El que es uno de los parques naturales más pequeños de Andalucía tiene dos características principales: la amplia extensión de piños piñoneros y unos acantilados que, por su altitud, son únicos en todo el litoral atlántico de Andalucía.

Pero esta extensión natural ubicada en ese triángulo que se conforma al unir los núcleos urbanos de Vejer, Barbate y Los Caños de Meca tiene además otros ecosistemas con un alto valor medioamiental, como serían sus marismas, sus sistemas dunares y su espacio marino.

La fauna más diversa en la ‘selva virgen’ de la Península Ibérica

El Estrecho / DC

Los Alcornocales.

Alguien llamó una vez al Parque Natural de Los Alcornocales la ‘selva virgen’ de la Península Ibérica, y la verdad es que esa denominación le viene como anillo al dedo tanto por su gran riqueza en flora como por la singularidad de su fauna. Porque su particular microclima, que se asemeja al de las zonas tropicales, ha favorecido la proliferación de una vegetación muy rica, donde mandan los bosques de alcornoques milenarios. Pero es que Los Alcornocales también destaca por una fauna tremendamente diversa que tiene como principales exponentes a los buitres leonados y a las águilas en el cielo y a los ciervos, los corzos y los meloncillos a ras del suelo.

Playas y dunas al capricho de los vientos

Los Alcornocales / DC

El Estrecho.

Playas, acantilados y cuevas submarinas dan una belleza particular a esta franja litoral que tiene más de 60 kilómetros de largo y que parece haber sido moldeada por los eternos vientos reinantes en la zona. La playa de Los Lances o la duna de Bolonia son los enclaves más carismáticos del que es el parque natural más joven de Andalucía y más cercano al continente africano.

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