En la barriada Río San Pedro de Puerto Real, escenario de los conflictos más duros de la huelga del metal que se produjo en 2021, los portavoces de la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) han realizado este lunes un acto de apoyo a los ocho trabajadores que acabaron imputados por dos delitos, tras su participación en las protestas.

“Son ocho imputados, pero nos deberían imputar a todos porque todos somos ‘culpables’ de salir a defender nuestros derechos, que cada vez están más pisoteados. La precariedad se está instalando a todos los niveles por los modelos de subcontratación que cada vez están más presentes”, dijo Jesús Galván, portavoz de la CTM.

“Entonces, so solo salimos a reclamar más poder adquisitivo, que también, pedimos más poder: derecho a unas vacaciones, a una liquidación y que se cumple el convenio que a día de hoy siguen sin cumplirse”, añadió.

Para la CTM y los muchos colectivos (asociaciones de vecinos, partidos políticos, sindicatos alternativos y otras entidades) que piden la absolución de los trabajadores es “muy grave que ocho personas estén imputadas por unos hechos que sacaron a la calle a miles de personas”.

Hay que recordar que los imputados, que finalmente son siete tras la absolución de uno de ellos, se enfrentan a dos años de prisión por un supuesto delito de desordenes públicos y un año más por atentado contra la autoridad. “La huelga era legal, pero llegó pensando que se iba a cortar la carretera, cosa que no se produjo, y comenzaron unas cargas policiales desproporcionadas que fueron criticadas hasta por los gobiernos en Europa. Introdujeron en un barrio hasta una tanqueta, en hora lectiva con los colegios llenos de niños y los vecinos saliendo a la calle a hacer su vida diaria”, relató Galván.

Acto celebrado este lunes en el Río San Pedro

“Casi mil pelotas como esta –dijo mostrando una-, botes de humo, tanquetas y, literalmente, palos a personas que estaban comprando el pan ¿y la violencia es nuestra? ¿Qué daños hemos producido? ¿Dolor en la muñeca de darnos palos?”. “A los compañeros lo detuvieron tirándolos al suelo y esposándolo. Uno de ellos incluso estaba llevando a su hija a la guardería. ¿Todo ese despliegue a que viene?”, recordó Galván, añadiendo que esas actuaciones fueron denunciadas por la CTM, pero fueron desestimadas.

Además, recordó que esos incidentes no solo se produjeron en la barriada puertorrealeña. “En la barriada de la Bazán, otro barrio obrero de San Fernando, durante una manifestación pacífica cargaron contra nosotros cuando caminábamos manos arriba pidiendo nuestros derechos”.

Pese a la complicada situación en la que ahora se encuentran estos trabajadores, la CTM dice que los trabajadores del metal están dispuestos a seguir defendiendo sus derechos. “Con estas imputaciones no van a lograr que nos callemos, sino levantar de nuevo el conflicto”. Además, recordó que actualmente se está negociando el convenio colectivo del metal.  “No podemos olvidar que si hoy en día los astilleros siguen en pie es por la defensa de la clase obrera, que salieron a la calle en masa, pero nos quieren callados, en casa sin protestar”.

Antes de que conocer la sentencia sobre este caso, la CTM advierte que “si alguno de los imputados fuese condenado estudiaremos el caso, pero seguro que habrá movilizaciones. No obstante, tenemos la esperanza de que recapaciten un poco porque se están pasando y no es justo”.