CORONAVIRUS EN CADIZ

La ayuda más necesaria que nunca

  • El Banco de Alimentos de Cádiz aparca todos sus proyectos para centrarse en la recogida y entrega de alimentos para más de 23.000 personas y 130 entidades

Un voluntario de la Asociación CAMAR prepara el material recibido del Banco de Alimentos de Cádiz

Un voluntario de la Asociación CAMAR prepara el material recibido del Banco de Alimentos de Cádiz / C.P. (Puerto Real)

Bien merecen un aplauso, de esos que cada día se asoman a los balcones, los voluntarios que en plena crisis del coronavirus están volcando sus esfuerzos para que aquellos más vulnerables también estén protegidos. Estandarte de esa ayuda sigue siendo el Banco de Alimentos de Cádiz que ha decidido continuar con su trabajo durante el Estado de Alerta. Su ayuda es, ahora más que nunca, indispensable.Lo saben bien las más de 23.000 personas de la provincia –a excepción del Campo de Gibraltar que cuenta con un Banco de Alimentos propio- a las que cada año atiende la entidad de forma directa, o a través de las 130 asociaciones con las que trabaja.

No son tiempos fáciles para el Banco. Ahora todos sus esfuerzos se han volcado en la recogida de alimentos. Otros programas que llevan a cabo, como el de inserción laboral o el de sensibilización escolar, están aparcados. “Nos dedicamos por completo a preparar pedidos, hacer repartos y buscar donaciones”, precisa Blas Sánchez, Técnico Coordinador del Banco de Alimentos de Cádiz.

Entrega de Alimentos en la Asociación CAMAR Entrega de Alimentos en la Asociación CAMAR

Entrega de Alimentos en la Asociación CAMAR / C.P. (Puerto Real)

Ese es el trabajo que hacen en su día a día, pero la mente la tienen puesta en la situación de crisis económica que esta crisis sanitaria provocará. “Sabemos que la cosa irá a peor”, asegura una entidad que ya se ha tenido que bandearse en tiempos pasados, no muy lejanos, también de extrema preocupación. “Tenemos que estar preparados porque habrá un repunte y ahora las donaciones de particulares se han suprimido”, apunta Blas Sánchez.

La crisis del coronavirus no permitió que se celebrasen campañas nacionales como la de la ‘Operación Kilo’, convocada a finales del pasado marzo; y tampoco se podrá organizar otra prevista para el mes de mayo en los centros de una de las principales cadenas de supermercados de este país. Las campañas propias, las que realiza el Banco de Alimentos de Cádiz en la provincia, también están en el aire. “Hay una organizada para el mes de junio y la verdad es que no sabemos muy bien qué va a pasar”, lamenta Sánchez.

Además de estas citas, de las convocatorias generalizadas para toda la población, también cae el goteo de donaciones particulares. “Hay gente que nos llama y nos dice que tienen, por ejemplo, tres litros de aceite para donar, pero no podemos recogerlo ni ellos pueden llevarlos al banco”.

Por eso la actividad se centra en las empresas, en aquellas distribuidoras de alimentos para hostelería que ahora no pueden trabajar porque todos los bares y restaurantes están cerrados. En grandes supermercados, como Mercadona, que en estos días anunciaba su colaboración con la entidad; y otras grandes superficies como Makro o Luz Shopping, que también hacen aportaciones, y empresas alimenticias como Pastas Gallo, que ha hecho una donación al banco gaditano de 10.000 kilos de pasta.

El objetivo es suplir mediante estas aportaciones y donaciones, los alimentos que no se logren recoger en las campañas solidarias cuando se produzca el esperado repunte, y mantener la cifra de los 2.200.000 kilos que el pasado año repartieron. Además han habilitado varios canales para todo aquel que quiera realizar una donación económica para comprar de alimentos de primera necesidad, que se pueden consultar en la web bancoalimentoscadiz.org

El trabajo de esta entidad se palpa en asociaciones como el Foro Ciudadano Río San PedroCAMAR, en Puerto Real, que este miércoles hacía entrega de alimentos a más de un centenar de personas. Un grupo de voluntarios, enfundados en buzos de plástico, mascarillas y guantes, repartían ayuda a más de un centenar de familias de la Villa. Se extreman las medidas de seguridad en un proceso que se va a alargar durante una semana para evitar aglomeraciones en su sede del antiguo IES Manuel de Falla.

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