Después de varios años de reivindicaciones y esperas las trabajadoras del servicio de limpieza de edificios públicos municipales no se esperaban que la municipalización del servicio se iba a encontrar con un inesperado inconveniente en el camino: la crisis del coronavirus.

Este miércoles, primer día de abril, la plantilla tenía que empezar a funcionar bajo las órdenes del Grupo Energético Puerto Real, empresa pública municipal que a partir de ahora se hará cargo del servicio. Pero el traspaso de competencias se ha retrasado, de momento, una semana más. Los inconvenientes del teletrabajo con una empresa -Limasa, concesionaria del servico- asentada en Madrid y en servicios mínimos tras declararse el estado de alarma, ha ralentizado el proceso para cambiar a la plantilla de empresa. También ha influido, por el mismo motivo, el retraso en la llegada de suministros (material de limpieza y uniformes) para la plantilla.

Así las cosas, se espera que de forma definitiva sea el 9 de abril cuando el proceso concluya de una vez por todas. Sería, exactamente dos meses después de que venciese el contrato con Limasa, a la que se le ha ido solicitando pequeñas prórrogas. Las empleadas seguirán realizando su trabajo vinculadas a la empresa,  en el mantenimiento de los edificios que permanecen abierto tras decretarse los servicios mínimos municipales: Comisaría de Policía, Centro Administrativo Municipal, Servicios Sociales y el Plaza de Abastos. En estos centros se han ampliado tanto el número de horas como las medidas de seguridad higiénico sanitarias. Se ha establecido también un nuevo calendario de trabajo rotatorio para un servicio reforzado.

Una vez que se materialice el cambio el Ayuntamiento de Puerto Real seguirá debiendo a la empresa alrededor de 342.000 euros, tras haber rebajado la deuda en los últimos años en casi un millón de euros.