El sindicalismo del futuro

COMO cualquier Tribuna Libre, ésta es una más que expresa simplemente la opinión del que escribe y, en mi caso, solamente puedo añadir que lo hago desde la experiencia de casi 40 años implicado en el llamado movimiento obrero y 35 años como afiliado a la Unión General de Trabajadores, años de compromiso en distintos cargos sindicales de más bajo o más alto nivel, tanto en mi sector (la Enseñanza) como, y principalmente, desde la Unión Territorial (en El Puerto y en UGT Marco de Jerez), con todos los sectores que conforman la clase trabajadora, desde los de las bodegas, fábricas varias, construcción, servicios, etcétera.

Habiendo leído las declaraciones del, nada menos, vicesecretario de Organización de la UGT-Andalucía, Francisco Fernández Sevilla, acusándome de que "no me había adaptado a las nuevas estructuras del sindicato" y de haber asumido competencias que no me correspondían y que eso era una de las causas de mi destitución como secretario local de UGT-El Puerto, qué extrañeza me produce que esto lo diga una persona que demuestra que no me conoce de nada.

Pero, lo más grave, es su desconocimiento de lo que ocurre en muchas ciudades medias, como El Puerto de Santa María, en lo que hace referencia al movimiento sindical. Y, desde luego, acusarme de haberme quedado anquilosado, de no adaptarme a los nuevos tiempos del sindicato, abunda aún más en su supina ignorancia. Y ambas cosas están íntimamente interrelacionadas.

No sé si sabrá que los trabajadores, en general, ahora y hace 40 años, se afilian, no a la sopa de letras que comporta la estructura sindical, sino al nombre de UGT o CCOO. Y, cuando demandan sus servicios y llegan (muchos) a las Casas del Pueblo, no preguntan por su Federación (FSP, FETE, FIA, MCA, FES, etc.), sino que su pregunta es: "¿Esto es la UGT? Es que tengo un problema". Y, a partir de ese momento, se procura ponerlo en contacto con los responsables de una de las siglas anteriormente mencionadas (si se sabe con exactitud cuál le corresponde).

La respuesta puede tardar (si es que lo atienden) a veces días o semanas, casos que se dan en ciudades más pequeñas que El Puerto (Pontevedra, Lugo, Orense, Zamora, Palencia, Soria, Huesca, Teruel, etc. y todas ellas capitales de provincias con "liberados"). ¿Cómo les atendemos, pues, si no responden las llamadas Federaciones y/o sus liberados y contratados?.

Pero Paco Fernández Sevilla, vicesecretario de Organización de UGT-Andalucía, de nuevo muestra su absoluta ignorancia cuando acredita desconocer las resoluciones de los Congresos Confederales, ya que éstas, lisa y llanamente, dicen que la UGT tiene la obligación de imbricarse y de participar en todos los movimientos sociales, por lo que difícilmente podrá hacer aplicar en el ámbito de sus competencias (toda Andalucía) las mencionadas resoluciones.

Desconoce también que ya clama al cielo que los problemas de los trabajadores no terminan en las puertas de los tajos, sino que los trabajadores tienen también muchísimos problemas como trabajadores-ciudadanos a los que alguien tiene que hacer frente. Problemas de vivienda, salud, transporte público, drogas, marginación, niños, enfermos, medio ambiente, calidad de vida, etc., etc., etc.

Y aquí entra en juego el papel de las Uniones Locales, Comarcales, Provinciales, Regionales, Confederales (Nacionales e Internacionales).

Pero, es más, muestra su desconocimiento supino de por dónde va a caminar el movimiento obrero que, no olvidemos, comenzó a raíz de la celebración del Foro Social Mundial de Porto Alegre (Brasil), que viene a convertirse en una esperanza para la clase trabajadora, en particular, y la sociedad en su conjunto, en general.

Dice el filósofo marxista polaco Adam Schaff que "el futuro del movimiento obrero, con el objetivo de transformación de la sociedad, pasa por el hecho de que la única esperanza que nos queda, para hacer frente al neoliberalismo y a la fuerza que ha tomado el actual capitalismo salvaje pasa por la confluencia, en una gran unión, entre los partidos de izquierdas, los sindicatos de clase y los movimientos sociales". De lo contrario, esto que estamos padeciendo la humanidad no tiene solución.

Y el Foro Social Mundial no se ha quedado parado en Porto Alegre, sino que se ha ido extendiendo por toda la Tierra.

Los sindicatos ya no somos el 'tarro de las esencias' del movimiento obrero. Hoy esto lo están también asumiendo ONG's y organizaciones sociales que están, poco a poco, organizándose en distintos foros por distintos puntos de nuestro país. Y eso, precisamente, es lo que ha estado, está y estará haciendo la UGT-El Puerto, pese a quien pese, además por el hecho de que fue aceptado en su día por los secretarios generales de UGT-Cádiz, Carlos Dorante, primero, y Pedro Custodio González, después.

Compañero Paco Fernández, ¿quién es el que no está al día? ¿Quién no se ha puesto las pilas? Lo único que estáis haciendo, poco a poco, es centralizar cada vez más el poder sindical en muy pocas manos sin compartirlo, al mismo tiempo, con las bases del sindicato. Y yo, desde luego, no acepto eso, pues significa liquidar el sindicato en el que yo creo y que siempre ha sido mi casa. Y, en ese caso, yo siempre estaré enfrente, aunque me acuses de que "no me he puesto al día".