La convocatoria para presentar proyectos con destino al Plan de Resiliencia que la Comisión Europea llama Next Generation es un mamarracho. Se hace sin criterio alguno más allá de la idea global de la digitalización y la descarbonización. Eso ha permitido que Chiclana, con el 50% menos de población que Cádiz, haya presentado proyectos valorados en un 150% más. La última vez que llegó una riada de millones fue el Plan E que se repartió según la población. La Diputación dio una semana de plazo para la entrega para luego emplear otra semana en enviarlos a la FAMP con el fin de que esta los enviase a la Junta que los remite al Gobierno de España y de ahí a Bruselas. Un verdadero lío muy a la española, de prisa y corriendo sin rigor ni criterio. No se sabe si esto es en realidad la convocatoria oficial porque ni el Gobierno ha aprobado su decreto, ni la Comisión tiene establecidos unos principios. Todo a boleo, el que lo coja pa él. No sé cómo vamos a cambiar el modelo productivo en una semana porque necesariamente habrán quedado fuera ideas interesantes. Apuntaré aquí algunas. O resolvemos ahora el futuro del Castillo de San Sebastián o no se resolverá nunca. Es la cruda realidad, no volverá a haber dinero para invertir al menos en una generación e igual para entonces sea tarde. El arquitecto Alberto Campo Baeza, premio nacional de arquitectura, hizo un proyecto que debe estar en algún cajón municipal mientras los laboratorios del CEI-MAR están cerrados y la cancela con el candado puesto. Digo yo que incluso se podía pensar en poner allí una extensión del Hotel Atlántico. Es un paraje excepcional que cuando se abra el turismo podría atraer a gente de toda Europa para alojarse en tan singular lugar. Este podría ser el momento para rescatar la Gran Plaza del Mar que propuso Rafael Román en su campaña electoral según proyecto de González Fustegueras. Soterrar el tráfico entre la plaza de Sevilla y las Tres Carabelas, de Queco a Queca, sería un impacto extraordinario en la vida de la ciudad si ello lleva aparejado la caída de la verja del muelle. En último lugar pero no menos importante: sería el momento de presentar un proyecto para los suelos que van a quedar ociosos en la terminal Reina Sofía, el gran espacio de oportunidad para la ciudad de Cádiz en los próximos años. Esos tres proyectos juntos tendrían mucho mayor impacto sobre la ciudad que todos los presentados oficialmente por el Ayuntamiento, mucho más que la reforma del Parque Genovés, el Parque de la Muralla o un nuevo pabellón Portillo, por citar algunos. Espero que los 20.000 millones que llegarán de la Unión Europea no se repartan a pelú sino que se diseñen para el futuro.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios