Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
JOSÉ María González Santos y Martín Vila se han incorporado como socios al Casino Gaditano. El primero fue avalado por el propio presidente, Miguel Nuche, dada su condición de alcalde, y de Carlos Alarcón, dada su insospechada devoción por la Semana Santa. Mostró reticencias José Ramón Zamora como respuesta a las críticas del alcalde a la Asociación de Autores. Al primer teniente de alcalde le avaló el secretario de la entidad, Ricardo Galache, y Alberto Ramos, militante de Ganar Cádiz o como se llame el artefacto político del antiguo afiliado de IU. Ya socios de pleno derecho , a la vez que socios políticos, han formado pareja de mus. El alcalde, viñero en ejercicio, había participado en el Campeonato de Mus La Piedra Cuadrá, de ahí le viene sus conocimientos sobre el juego. Martín Vila está todavía en fase de aprendizaje porque sus numerosos tics lo convierten en un problema a la hora de que se reconozcan las señas que le pasa al alcalde. Sin ir más lejos, José María González creía que llevaba 31 y dejó pasar los pares, cuando no llevaba ni juego. Los duelos con la pareja Antonio Grimaldi-Jesús Mancha se han hecho legendarios. En el renovado y luminoso patio del Casino se oyen los amarrakos caer de un lado a otro de la mesa con voces de "paso", "a la mano con un pimiento", "llevo", "envido a chica", "tengo juego", "yo lo que diga mi compañero","envido", "órdago" y "voy". Un nutrido grupo de socios se arremolinan cada día para ver esos inquietantes duelos entre la paraje de dirigentes del PP contra las cabezas visibles del Equipo de Gobierno.
Se produjo un interesante debate acerca de si el duelo se sustanciaba a la brisca o al tute, pero el mus venció sobre el resto de juegos. A pesar de no ser muy innovador ni pertenecer al grupo de emprendedores, es un juego tradicional de origen vasco pero con variantes gaditanas. De hecho Martín Vila quería jugar al mus de Madrid, con ocho reyes y ocho pitos, pero se impuso el tradicionalismo castizo de González Santos que siempre prefirió el mus local, con el cinco de oros de comodín. Las partidas se desarrollan todas las tardes al rumor de la fuente del patio. En juego la honrilla y una convidá de refrescos perfumados para cada uno, servidos por el restaurante que ha abierto en la planta baja y para el que se modificó la fachada del edificio. Al terminar brindan por la Unión Europea cuyos fondos FEDER han hecho posible estas partidas. Todo sea por el centro de negocios.
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