La aldaba
Sánchez aguanta más que el teletexto
EL lejío era una gran explanada entre el cementerio y la carretera de Sanlúcar. Ese vasto espacio permitía a los niños de mi edad jugar al fútbol, el trompo, a la villalda, a las carreras, y a un sin fin de juegos. Cuando llovía, allí se producía un barro con el que hacíamos figuritas. El Ejido de San Juan que es su nomenclatura oficial, era para los niños del barrio alto un lugar idóneo para alimentar nuestros infantiles sueños de futuro practicando, aún sin saberlo, la amistad, el compañerismo y la sana competición, entre otros valores. Era y es nuestra pequeña patria chica de la que nos sentimos orgullosos.
Me viene esto a la memoria al conocer que en un pueblo almeriense llamado El Ejido, a su alcalde lo han metido en la cárcel por chorizo. Este caballero de la Hermandad de los Trincones fundó, a su imagen y semejanza, un partido político llamado PAL. Pal bolsillo era su lema. Compartía gobierno con el PSOE que ha salido pitando de la quema. Yo no he hecho han dicho, y los del PP, echando anzuelos por si cae algo. Vaya desfachatez la de estos políticos que teatralizan asombrarse de lo que todo el mundo sabían que estaba pasando, mientras que ellos miraban para otro lado silbando Paquito el chocolatero. Cuando se descubre una trama corrupta de esta índole, todos dicen lo mismo: dejemos trabajar a la justicia, sabiendo estos ladinos que los jueces tardarán años en juzgar los hechos. Y si algún juez es amigo, como el de Valencia, carpetazo; otra obrita a contratar y mientras, a apoyar y defender a los suyos. En El Ejido no solo han manchado el buen nombre del pueblo, sino que ha salpicado al ayuntamiento de la capital, Almería y a su Diputación Provincial.¿Qué pensarán los niños de ese bonito pueblo al ver esposado y encarcelado al hombre al que sus padres votaron para gobernarlo? ¿Lo borrarán algún día de sus inocentes miradas? ¿Querrán, cuando sean mayores ser políticos trincones, o honorables jueces sanadores de esta enferma Democracia?
Y ahora, igual escándalo en tres municipios catalanes. ¡A que va a ser verdad que en España hay corrupción!
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