El laboratorio extremeño

20 de diciembre 2025 - 03:05

Extremadura permite presagiar las batallas electorales que se avecinan en el resto de España. Candidatos mejorables, exigua atención a problemas reales, descalificaciones groseras, desprecio a los debates de televisión, acusaciones de fraude, sobreactuación... Estas elecciones en solitario ponían el foco en uno de los territorios más atrasados del país. Desgraciadamente no se ha aprovechado; pocas ideas se han oído sobre el desarrollo de una de las regiones que está en el furgón de cola en PIB per cápita. El PP ha utilizado esta convocatoria para escalonar cuatro elecciones, con las que cargar contra el Gobierno de la nación. En Valencia pactan con Vox porque no les conviene ir a las urnas y en Extremadura exageran su virtuosa soledad presupuestaria reclamando la mayoría absoluta, como harán en Aragón, Castilla León y Andalucía. Utilizan las regionales como primarias de las generales.

El PSOE facilita esa estrategia con un candidato extremeño pésimo. Torpe en elocuencia, falto de presencia e incapaz de ligar dos ideas sin mirar un papel. Y además, frágil al estar procesado por el empleo del hermano del presidente del Gobierno en la Diputación de Badajoz y el intento de aforarse para eludir la causa judicial. Los socialistas se disponen a sufrir un batacazo histórico. La presidenta del PP es ganadora segura; la única duda es si conseguirá mayoría absoluta. Es mejor candidata, pero ha dado muestras de inconsistencia, al huir del debate en TVE, como antes hicieron Rueda en Galicia y Feijóo en las nacionales. Y ha montado una escena ridícula tras el robo de una caja fuerte en Correos en la que había un centenar de votos. Argumentar que “nos quieren robar la democracia” supera las sobreactuaciones de Vox. La extrema derecha presenta un candidato muy fan de Abascal, que embistió con éxito en el debate de TVE contra el candidato socialista. En ese debate a tres la mejor fue la candidata de Podemos, una ingeniera agrónoma serena y capaz, muy alejada del perfil adolescente de las jefas de su partido Belarra y Montero.

El laboratorio extremeño proyecta novedades. Unidad y solvencia a la izquierda del PSOE, con desaparición de Sumar. Vox crece mucho, no tanto como su promedio nacional. Un PSOE hundido, por debajo de su media española. Y un PP en auge, que compondrá con Vox un sólido bloque de derechas.

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