Internacionalismo

01 de septiembre 2025 - 03:05

Días pasados escuché unas declaraciones del luchador gaditano Carlos Coello en las que decía: “Los gaditanos somos cofrades, carnavaleros y cadistas”. Lo achaqué a los 10.000 kilómetros de distancia de donde vive; los efectos de la nostalgia pensé. Bien es verdad que desde un tiempo a esta parte hay un aluvión identitario, y parece que si no te gusta la Semana Santa, no eres aficionado al Carnaval y no tienes carnet de socio del Cádiz es como si no fueras gaditano o padecieses algún tipo de rémora, de ahí que al primer sevillano que pasa por la calle le hacemos pregonero. Es facilísimo pasar por gaditano, máximo si aplicamos aquel chiste bilbaíno que Antonio Burgos adaptó. Yo siempre pensé que la verdadera identidad de la ciudad era la cultura, el cosmopolitismo, la ilustración, la libertad, veía Cádiz como una ciudad comercial y portuaria, abierta a todos los vientos y todas las costumbres, pero nos hemos vuelto unos catetos a base de tanta tradición y tanta identidad. En realidad el nacionalismo y la religión son las dos calamidades más grandes de la humanidad, sea el nacionalismo español, andaluz o gaditano. Los residuos del andalucismo, aparte del alarde de himnos y banderas, quieren inventar un idioma a base de hacer la transcripción fonética del habla de Andalucía Occidental; los pobres, cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo. Le han cambiado la letra al himno de Andalucía para decir “sean por Andalucía libre, los pueblos y la humanidad”, no se sabe si en los pueblos se incluye a Villaluenga, Medina y Castellar. Una característica de cierta izquierda y de los independentistas aliados del Gobierno es el odio a la palabra España, que sustituyen por “el Estado” o “el Estado español”. Incluso usan la palabra castellano con preferencia para referirse al español, no les vayan a tomar por fachas. Lo mismo podríamos decir de los patriotas españoles que se parten la camisa por España, quieren deportar a los inmigrantes aunque defienden a quien más españoles ha matado a lo largo de la historia, Francisco Franco, levantado en armas contra el Gobierno elegido por los españoles. Quizás el abuso de los símbolos españoles por parte del franquismo provocase la reacción de los izquierdistas a la violeta. A mí no me emociona ningún himno, ninguna bandera (salvo la del Atleti) pero comprendo que España es el espacio de convivencia donde se desarrollan los derechos de ciudadanía y es el ámbito de la democracia que disfrutamos desde hace 47 años con todas las dificultades y algunos gritos de los hunos y los hotros.

stats