Desde Tribuna

José Joaquín / León /

Cuatro finales de verdad y un esperpento

15 de abril 2014 - 01:00

ESTA es una temporada rarísima para el Cádiz. Después de que el CSD impidiera el primer amago de la entrada de Locos por el Balón, tras ciertas denuncias por el protagonismo de la familia Pina, va el Cádiz y no es capaz de ganarle al filial del Granada, en un partido donde se jugaba muchísimo. Ya se ha perdido la opción de ser tercero sin depender de los demás, pues además de ganar en Cartagena, ahora se necesita que pinche ese equipo en otro partido. Y si el Guadalajara gana sus cuatro partidos y el Cádiz pierde o empata en Cartagena, el quinto puesto será inevitable. Así que las cuentas de la lechera tienen un borrón.

De las primeras cuatro finales que señaló Calderón, se ganaron tres y se estropeó la cuarta, la más inesperada. Ahora quedan cuatro. Si se ganan todas, el Cádiz sólo tendrá garantizado el cuarto puesto. Significa que es imprescindible luchar a tope en estos cuatro partidos, asumir la importancia que tendrán y no equivocarse, ni mucho menos relajarse.

Son partidos difíciles, como todos los que se disputan a final de temporada. En Carranza veremos a Sevilla Atlético y La Roda, que vendrán a por todas, ya que se están jugando el descenso a Tercera y necesitan los puntos. Vendrán con motivación, sin que otra vez entremos en el juego de las leyendas urbanas sobre las primas a terceros. Y, fuera de casa, el Cádiz visitará al Cartagena, en un duelo decisivo para los puestos de ascenso, y al Cacereño, en la última jornada. El equipo extremeño, que ya ganó en Carranza por 3-4 tras un partido caótico, no se jugará nada, lo que equivale a decir que se jugará todo. Como pasa siempre en los partidos de la última jornada, cuando están los primeros puestos en juego.

Este Cádiz es imprevisible. Es capaz de lo mejor y de lo peor. También se ha visto que con los rivales directos fuera de casa ha fallado: perdió en Albacete, Guadalajara y Lorca, aunque es verdad que sucedió con Raúl Agné en el banquillo, y que en La Línea se ganó a la Balona con Calderón como nuevo técnico. Pero lo más peligroso de este Cádiz, ante un final difícil, es que cuando se evaporan las ideas, o se desmotiva, se viene abajo. Hay esperanzas, si valoramos el potencial del equipo, pero también intranquilidad, si consideramos sus debilidades.

Mientras el Cádiz se juega gran parte de su futuro en estos cuatro partidos, entramos en otro capítulo interesante del esperpento de los despachos. Hoy se ha convocado una reunión del Consejo que debería servir para volver a la normalidad. Es inexorable e indiscutible que el futuro de esta sociedad deportiva arruinada pasa únicamente por Locos por el Balón. Sinergy es un pasado demasiado lamentable para prolongarlo con nuevos capítulos del esperpento. Los administradores concursales dejaron claro en su informe que la supervivencia del Cádiz sólo depende de un milagro.

El análisis de la situación llevaría siempre a la conclusión de que no hay futuro posible en este club, excepto que sucedan portentos que sólo se pueden esperar en una aventura inverosímil, como ha sido y sigue siendo el Cádiz a través de su historia. Por eso, ahora sólo puede ser cosa de locos.

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