Los 5 errores

Los escritores de raza se pueden identificar por el hecho de que son capaces de escribir contra sus intereses

Yo quisiera ser muy becqueriano, y en algo lo soy, al menos. En que practico al pie de la letra este verso suyo: "Voy contra mi interés al escribirlo". A primera vista puede parecer que no es el más romántico de su poesía, pero, a medio plazo, tal vez lo sea. Yo lo practico en toda la extensión de la palabra. Por supuesto, al defender mis posiciones políticas y morales, estoy retratándome, lo que siempre es menos prudente que un equidistante camuflaje.

Además, voy contra mi interés al escribir en un sentido mucho más concreto. Si se me ocurre un artículo, soy como un toro que ve un trapo rojo: embisto de cabeza, aunque me traiga malas consecuencias. También soy miguelhernandiano, ay, y "como el toro he nacido para el luto", etc. Por ejemplo, vi gracioso que mi suegra me regalase muchas corbatas, y escribí una broma sobre el particular. Resultado: mi suegra no perdió su sonrisa (maravillosa) pero yo perdí las corbatas (estupendas). Otro: cuando la crisis, no lograba vender mi adosadito de segunda línea de playa, en el que ya no se posaban ni las gaviotas. Lo conté en un artículo sabiendo que, si un posible e improbable comprador leía aquello y veía mi desesperación, me lo iba a rebajar hasta la dolorosa ganga. Aquella vez el comprador no leía el Diario y, naturalmente, él se lo perdió y yo me libré por los pelos.

Lo digo porque hace unos meses que me reprimo para no escribir una columna que me está citando desde los medios para ponerme un par de banderillas. Por eso he esperado al 31 de agosto, día en el que muchos están volviendo a casa y todos andan distraídos y melancólicos. Con suerte, quizá casi nadie lea esta columna.

Porque trata de que he comprobado que cada texto mío puede aprovecharse, al mismo tiempo, como pasatiempo de "Los 5 errores", ya sean ortográficos, gramaticales, sintácticos, semánticos, lógicos o de cultura general. Raro es el artículo en el que no me detecto, yo mismo, nada más leerlo publicado, algún involuntario patinazo.

Me temo que a los que estén leyendo este artículo (y quiera Dios que sean pocos) se les quedará el tic de buscarme esos fallos cada día. Por eso voy contra me interés; pero, a la vez, me interesa pedir disculpas. Y reconocer que soy muy partidario de que en mi columna trabajemos todos. En principio, idealmente, sacando ustedes sus conclusiones. Aunque si también sacan sus correcciones, qué remedio, también lo agradezco.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios