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En octubre de 2019 Beardo compareció en rueda de prensa en la que prometía, promesa que también hizo en campaña, finalizar el aparcamiento de Pozos Dulces sin coste alguno para los portuenses.
A pesar de que se reanudaron las obras, seguía persistiendo un problema de financiación que Beardo no supo solventar. Para que Impulsa, y con ella el Ayuntamiento, saliesen de Impulsa Aparca -50% pública y 50% propiedad de los demandantes- era necesario que Impulsa aportase un inversor que pusiera 6,5 millones de euros y así formalizar la salida de la parte pública del proyecto, inversor que nunca llegó y que visibiliza el falso efecto Beardo en la atracción de inversores a nuestra ciudad.
Continúan los demandantes señalando que Impulsa y con ella Beardo provocan, tras no encontrar socio inversor, la parálisis completa de la obras, incurriendo en incumplimiento contractual y añaden que el ánimo obstruccionista de Impulsa, y con ello el de Beardo, llega a su culmen cuando deciden declarar la caducidad de la licencia otorgada a Impulsa Aparca, “cuestión del todo insólita en la práctica urbanística” a juicio de los demandantes y que les llevó, además, a interponer un recurso contencioso-administrativo contra el decreto que declaraba la caducidad y la incautación del aval.
No creo que les descubra nada nuevo si les digo que Beardo es un manipulador. Lo ha sido siempre, lo fue en campaña, lo ha sido durante todo el mandato y ha llegado a la cúspide de la manipulación intentando ocultar su fracaso en Pozos Dulces, tapando un proyecto con una pastilla de alquitrán indigna para la principal entrada a la ciudad, que el mismo comenzó siendo consejero de Impulsa y que cree, según me comentaron sus dos arrogantes niñatos con los que coincidí en un viaje en tren, que le dará la mayoría absoluta en las próximas elecciones.
Que hayan demandado al Ayuntamiento a él le tiene sin cuidado. Es un litigio complejo que acabará en el Tribunal Supremo. Para cuando se resuelva y exista la posibilidad de condena al Ayuntamiento por una millonada, pufo que él no pagará, sino que pagaremos todos, Beardo seguirá riéndose de los portuenses. Recuerden esto cuando vayan a votar.
Disfruten lo votado.
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