Pablo-Manuel Durio

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¿Una oportunidad perdida?

SAIL GP. Da la impresión de que la ciudad no estaba preparada para aprovechar el enorme tirón que tiene esta competición que casi por arte de magia se celebra este fin de semana

El Paseo  de Santa Bárbara en la jornada de entrenamientos del viernes.

El Paseo de Santa Bárbara en la jornada de entrenamientos del viernes. / Julio González (Cádiz)

Las cifras invitan al escepticismo. O asustan, incluso. El vicepresidente de la Junta de Andalucía habla de 3.000 habitaciones reservadas, cuando las plazas hoteleras en la ciudad superan levemente las 2.600. La presidenta de la Diputación dice que el evento lo van a ver 250 millones de personas en todo el mundo, cuando el gran acontecimiento deportivo a nivel mundial, la Super Bowl, no alcanza ni los 100 millones de espectadores. Pero lo que parece claro es que la Sail GP que estos días encandila las aguas de la Bahía y llena de público todo el paseo de la Alameda y Santa Bárbara es un atractivo que, parece, la ciudad no ha visto venir.

Poco o nada se ha venido hablando de esta competición conocida como la Fórmula Uno de la vela; poco o nada se sabe de por qué la organización ha elegido Cádiz para realizar una de las pruebas, descartando otros puertos españoles, sin que la iniciativa o la posibilidad haya surgido de las administraciones públicas. En Cádiz conocimos la regata Colón 92 de grandes veleros, y desde entonces las miradas se centraban únicamente en ese evento, al que cada vez que se anunciaba se le dedicaba mucho esfuerzo, muchos comités, muchas reuniones y muchos preparativos. Y de repente aparece esta Sail GP, cuyo impacto supera al de los grandes veleros, y no ha habido ni comités de honor, ni planificación entre administraciones ni nada de lo que sí dejaron las regatas de grandes veleros.

El Muelle Ciudad desarrolla desde hace días una actividad frenética; todo el frente de la Bahía se llena de público cada tarde para presenciar el espectáculo que ofrecen los bólidos náuticos en el mar; los hoteles logran, en pleno octubre, el 100% de ocupación; las entradas disponibles alrededor de la Sail GP se agotan… Y la impresión que queda, por desgracia, es que la ciudad no ha visto venir este gigante que se le venía encima casi por casualidad, sin buscarlo ni pretenderlo. Andaba la ciudad preocupada por la fecha del Carnaval de 2022 y no ha atendido debidamente esta oportunidad económica que tiene ante sí este fin de semana.

En paralelo al evento que se desarrolla en el mar, se ha echado en falta una ciudad más preparada. Una programación oficial que estuviera dirigida a los propios equipos que participan en la competición, para promocionar la ciudad a nivel náutico; una actividad comercial que se hubiera ampliado este fin de semana a la tarde del sábado e incluso al domingo, teniendo en cuenta el carácter extraordinario de esta competición; una hostelería que viera ampliados sus horarios como acuerda el Ayuntamiento cada vez que hay una mínima oportunidad; una programación cultural y de ocio algo más ambiciosa que el Carnaval y algún grupo de nombre malsonante; una actividad centrada en el muelle; unos museos y centros culturales abiertos en horario más amplio del habitual, como se hacía por ejemplo en aquellas noches en blanco que ya se perdieron; unas rutas turísticas gratuitas para promocionar lo mucho que esconde el Cádiz histórico y patrimonial. Un sinfín de posibilidades, en definitiva, que no se van a desarrollar este fin de semana de octubre.

El alcalde ha repetido en muchas ocasiones que cuando la ciudad mira al mar, siempre sale ganando. Y en esta ocasión parece que no va a saber aprovechar el tren de la Sail GP en toda su extensión. De hecho, la presidenta de Diputación ya aprovechaba el evento para sacar pecho y destacar que la administración provincial había sido “la primera administración pública que ha apostado porque este evento llegara a la ciudad de Cádiz, lo que ha hecho que otras muchas se sumaran”, iniciando una guerra política entre administraciones que poco, o nada, aportará a lo que la ciudad debe aprovechar de esta competición náutica.

Hoy culmina la Sail GP su paso por Cádiz, ciudad a la que volverá el próximo año. Y esa, sin duda, es la mejor noticia. Esta primera competición en aguas de la Bahía parece que ha pillado desprevenidas a las administraciones y a la ciudad en general, que no ha sabido muy bien qué estaba ocurriendo en el muelle y sus alrededores hasta que no ha visto los barcos volar, literalmente, por el agua. Ahora hay un año por delante para programar, para incentivar, para buscar los mejores atractivos posibles que hagan que esa próxima visita de la organización, los equipos y todo lo que rodea la Sail GP sea un auténtico acontecimiento comparable a la regata de grandes veleros que tanto impacto económico y de otra índole deja en la ciudad siempre que atraca en su puerto.

Ese Cádiz que siempre lamenta no poder mirar más al mar parece haber dejado escapar una oportunidad como la de este fin de semana. Por delante tiene ahora no volver a cometer ese error de cada a 2022. Y empezar la pelea porque esta competición que nadie sabe muy bien cómo ha llegado se afinque en la ciudad cada temporada. La oportunidad está ahí, en el muelle ciudad.

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