Mussa

16 de diciembre 2025 - 03:06

Erapatoso cuando lo vi por primera vez, torponcillo, alto, lo corría todo. Incansable. Sigue siendo fiel al adjetivo. Pero ha pasado el tiempo y, como algunos vinos, ha cogido cuerpo, ha inmensamente mejorado, hasta el punto de, al menos para mí, haberse metamorfoseado en un medio centro de lo mejor de Segunda. ¿Qué sería de nuestra pareja de centrales si Mussa se lesionara o fichara por la Roma o el Cartagena? Gracias a su correr sin frenar, a su entrega, los centrales sufrirían el triple de lo que hoy sufren. Y si encima empieza a meter goles desde treinta metros, pues…Vizca-Cala, tened cuidado, que seguro que el Villarreal lo estará ojeando. Puede producirse otro caso Etayón, ya que cuando metes dos golazos así y haces ganar a tu equipo seis puntos, algo tiene Mussa. Convencido de que muchos ojos estarán siguiéndolo, sí. No te lo creas de todas maneras, estimado, pues en la vida todo es efímero y lo que hoy son flores, mañana será verdura de las eras, copiando al clásico. Y que las musas, Mussa, te sigan alumbrando, porque madera tienes, como me escribiera Fernando Quiñones en una carta autógrafa hace un siglo.

Victoria en la casa del Zaragoza, un equipo que ganó lo que se llamaba en aquellos entonces la Copa de la UEFA y que está en esa zona que es afligido preludio de la Tercera división. Lleva caminito de ello. Montón de papeletas compradas. Y tiene el honor de evitarnos la vergüenza de ser el equipo que menos goles mete de toda la categoría. Porque este equipo amarillo se muestra asimismo muy parco arriba y Gg. no consigue dar en la tecla del ataque. Ido Cris Ramos, al que todos censurábamos, pero que metió once goles en su última temporada, no tenemos nueve. A ver cuántos mete Pascual. Ojalá la predicción se frustre. Ojalá igualara, al menos, el número impar y primo que consiguió el de La Laguna.

La pareja azulgranalba cumplió, aunque con ciertos apurillos. Más de una vez hemos afirmado desde estas páginas que si al actual Madrid le quitaran a la Tortue parisina, el Real tendría un montón de puntos menos. Pero eso es una elucubración vana, porque Embapé, que tiene una primera pujante, le pega al balón divinamente, y contra el corajudo Alavés, como acaeciera también en Bilbao, se inventó un tirazo imparable que inició un parco triunfo, pero que vale lo mismo que un siete a uno. Supone tres tantos que, de momento, le evitan perder la Liga. La diferencia habría sido de siete puntos, si no. Y pasar por Barcelona, encima.

Éste el Barcelona, también, lo dijimos arriba, pasó sus apurillos ante el denodado Osasuna, que con cinco defensas en línea, para evitar el hueco central-lateral, y con dos hombres atentos a Lamine, formó las murallitas de san Roque delante de un porterazo que llama a gritos a de la Fuente para lo del Mundial. Hasta el 70 no marcó Lamoto (a partir de ahora, Rafiña) a un pase divino del divino Pedri. A los que nos gusta el fútbol, no la fiebre del recalcitrante, adoramos a este canijillo canario que juega como las potestades si las potestades existieran, que no digo que no, pero tampoco que sí. Resucitador parece que va encontrando el equipo que desea. Tampoco es muy difícil. Pedri, Lamine, Lamoto, el portero García, Cubarsí y algún otro, ya vale, ya.

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