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En tiempos donde la velocidad de lo efímero amenaza con borrar las huellas del pasado, el libro Historias de El Puerto, de Enrique Pérez Fernández y Juan José López Amador, se erige como un acto de resistencia cultural. No es solo una obra literaria: es una declaración de amor a El Puerto de Santa María, una ciudad que, como tantas otras, corre el riesgo de olvidar lo que la hizo ser.
Con 783 páginas y más de mil imágenes, esta publicación editada por Peripecias Libros reúne 68 textos —57 publicados en Gente del Puerto y 11 en Betilo— que recorren décadas de investigación, vivencias y exploración del patrimonio local. Lo que los autores han logrado no es simplemente compilar datos: han tejido una narrativa que conecta al lector con la historia viva del territorio.
Cada página de Historias de El Puerto es un paseo por las arenas, canteras, ríos y marismas que conforman el alma geográfica y emocional de la ciudad. Los autores no escriben desde la distancia académica, sino desde la cercanía de quienes han caminado palmo a palmo el término municipal, catalogando yacimientos, conversando con vecinos, y compartiendo el entusiasmo por descubrir lo que permanece oculto bajo capas de olvido.
En un momento donde la cultura y el patrimonio histórico parecen relegados a un segundo plano, Historias de El Puerto llega como un bálsamo. No solo documenta, sino que dignifica. Enrique y Juan José nos recuerdan que la historia local no es una nota al pie en los grandes relatos nacionales, sino el corazón mismo de nuestra identidad porteña.
La obra también tiene un valor intergeneracional. Los más jóvenes pueden encontrar en ella una puerta de entrada a la curiosidad por su ciudad, mientras que los mayores hallarán en sus páginas ecos de vivencias compartidas.
Historias de El Puerto no es solo un libro. Es una invitación a mirar con ojos nuevos lo que creíamos conocer, a entender que cada rincón tiene una historia que merece ser contada. Es, en definitiva, un puente entre tiempos, una forma de preservar lo que somos para quienes vendrán. Entre sus páginas late el alma de El Puerto. Si alguna vez caminaste nuestras calles con el corazón abierto, este libro es para ti.
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