El Alambique
J. García de Romeu
En un Puerto gaditano
El Alambique
Usamos colonias, suavizantes y desodorantes para no oler a naturaleza. Ponemos filtros a las fotografías para no ver la humanidad tal cual es en su origen. Nos vestimos para esconder la verdadera estructura de la biología. Nos operamos los labios o los pechos para ocultar lo que los genes y el tiempo han esculpido en nuestro cuerpo. Cocinamos para modificar los alimentos, y aderezamos para realzar o sustituir sabores esenciales. Montamos maquetas, dioramas para representar lo que ya no está. Cantamos para cambiar nuestras voces. Jugamos para simular lo que nos es ajeno. Pintamos para recrear la realidad. Nos gusta la literatura que parece retratarnos y los libros que resumen los resúmenes de los clásicos. Nos gusta el cine que nos devuelve una imagen estilizada de lo que somos y las películas de biografías edulcoradas. Inventamos mentiras para no tener que creer en lo que percibimos a través de nuestros sentidos. Inventamos teorías para no tener que creer en lo que nos cuentan. Nos venden cursos vacíos de contenido para engordar el currículum. Compramos imitaciones para no gastar más de la cuenta. La tarima flotante, el pladur, el aglomerado. El colorante alimentario, los aportes de vitaminas, la huevina y el surimi.
Promulgamos leyes para fingir preocupación por ciertos temas. Hacemos campañas publicitarias para disfrazar algo que realmente no existe. Propugnamos campañas institucionales para convencer de lo que no nos convence del todo. Creamos la realidad aumentada, la realidad virtual y la inteligencia artificial para sustituir nuestra propia existencia. Queremos robots que nos regalen amor sin protestar. Queremos fármacos que nos arreglen los problemas. Construimos parques acuáticos con playas con olas pero sin arena que incomode. Zoológicos, campings vallados, jardines botánicos, planetarios, olimpiadas escolares. Chimeneas de gas y luz y sonido grabado. Y, luego, aquí tenemos rotondas con simulacros de barcos vivos que simulan barcos en ruinas.
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