El próximo 24 de mayo comenzará el XXIX Festival del Títere Ciudad de Cádiz, un certamen en el que doce compañías, de mayoritaria procedencia iberoamericana, ofrecerán más de 30 funciones entre el Teatro Falla, La Central Lechera y, sobre todo, las calles y plazas de la capital gaditana, que durante cuatro días se llenarán de espectáculos para toda la familia. La nueva edición del festival, sin embargo, no traerá consigo la apertura de los dos esperados espacios para títeres: el teatro de la calle San Miguel -pendiente de la instalación de un cableado eléctrico que trajo consigo el hallazgo de nuevos restos arqueológicos- y el museo de las bóvedas de Santa Elena -a la espera de la tramitación de luz y agua y del funcionamiento del ascensor-. Ambas infraestructuras culturales, según anunció ayer la alcaldesa, Teófila Martínez, estarán en funcionamiento entre los meses de junio y julio.

A un paso de alcanzar su trigésima edición, el Festival del Títere Ciudad de Cádiz permitirá la llegada a la ciudad de grupos procedentes de Argentina, Colombia, Chile, Cuba y Uruguay, además de España. Quien no estará será la compañía local de títeres La Tía Norica, a causa de la enfermedad de uno de sus componentes.

Como suele ser habitual en este festival, sobre todo desde que trasladó su celebración del frío diciembre a la más apacible, aunque también inestable, primavera, la calle contará con un protagonismo especial, con espectáculos en la plaza de San Mateo, San Francisco, el Parque de Varela, la plaza de la Catedral, el templete del Parque Genovés o el patio del castillo de Santa Catalina.

Los espacios cerrados serán los habituales, la Central Lechera y el Teatro Falla, sin que esté disponible para esta edición el Teatro de Títeres de la calle San Miguel, una obra prácticamente acabada desde hace algunos meses y que la propia alcaldesa descartó ayer como escenario en este festival, incluso antes de que la prensa le preguntara, argumentando que la realización de unas catas para un cableado de gran potencia había permitido hallar unos restos de muros, y que los arqueólogos habían pedido "tiempo" para estudiar mejor estos restos. Martínez hubiera preferido abrir el Teatro de Títeres durante el festival, pero explicó que no era posible y que han preferido esperar a primeros o mediados de junio para inaugurar, con unas jornadas de puertas abiertas y una programación específica, el nuevo teatro, con un aforo de unos 400 espectadores y llamado a acoger montajes de títeres y también otros de formato mediano para los que La Lechera resulta pequeño y el Falla, grande.

Precisamente del Teatro Falla habló en la presentación del festival el concejal de Cultura, Antonio Castillo, que destacó los dos espectáculos que se ofrecerán en el coliseo de la capital. El sábado 26 será el turno de la compañía española El Espejo Negro, que trae un espectáculo avalado con los premios Fetén y Max: El fantástico viaje de Jonás el espermatozoide; mientras que el domingo será el turno del grupo Pampinak, que representará el montaje El truco de Olej.

Tampoco será posible abrir durante esos días el Museo del Títere, en este caso porque la instalación, también acabada, está pendiente, según explicó Teófila, de la tramitación de las altas de luz y agua y del funcionamiento del ascensor. En este caso, la intención municipal es inaugurar el museo en junio o, incluso, a principios del mes de julio, también con unas jornadas de puertas abiertas y con algunos espectáculos.