Negro sobre negro

“Puede conocerse a un país por su manera de matar”

  • Los periodistas Manu Marlaska y Luis Rendueles presentan ‘Territorio negro’, una crónica sobre 13 crímenes atroces del presente siglo en España

Manu Marlaska y Luis Rendueles posan en una imagen promocional de archivo.

Manu Marlaska y Luis Rendueles posan en una imagen promocional de archivo. / Carlos Ruiz

No se mata igual en los países escandinavos que en los mediterráneos. En EEUU que en las favelas de Río de Janeiro. Nuestra piel de toro también colecciona cicatrices profundas de crímenes horrendos. En algunos las víctimas apenas si tenían unos pocos años, como si sus verdugos quisieran llevar la contraria a Dostoievski cuando en ‘Los hermanos Karamazov’ decía aquello de que renunciaría al paraíso antes que matar a un niño. Ese lado oscuro de la España criminal lleva años siendo explorado por decenas de periodistas, pero dos de los mejores son Manu Marlaska y Luis Rendueles. Ambos, a cuatro manos, han escrito un espléndido libro al que han bautizado con el nombre que lleva la sección que desde hace 13 años tienen en el programa de Julia Otero: ‘Territorio negro’ (Editorial Planeta). Su obra, un true crimen de primer nivel, ahonda en los entresijos de 13 crímenes ocurridos en España durante el presente siglo, algunos muy conocidos (el caso de José Bretón, Sergio Morate, Maje: la viuda negra, o el niño Gabriel Cruz), otros limitados hasta ahora a ámbitos más locales pero igual de interesantes. Ambos, Manu y Luis, Luis y Manu, hablaron con este diario para intentar arrojar algo de luz entre tanta oscuridad.

“Se conoce a un país por su forma de matar y se conoce la historia de un país por cómo se ha ido matando históricamente”, fue lo primero que dijo Marlaska al iniciar la entrevista. “Los crímenes al final de lo que hablan es de lo que no anda bien en una sociedad. Me refiero a la protección de los menores, la protección de las mujeres a veces, el crimen organizado...”.

El periodista reconoce que tiene la amarga sensación de que en España se legisla a golpe de crimen: “Por supuesto. A los políticos sólo les interesa la prevención de la criminalidad cuando les atropella un crimen. Y hablo de crímenes de mujeres, o de leyes que se han ido promulgando a golpe de asesinatos terribles. Pero sigue habiendo agujeros. Es verdad que se ha avanzado mucho en torno a la violencia machista, pero sigue habiendo una enorme lentitud y desprotección cuando un menor está en riesgo”.

En el libro aparecen casos como el de Sara Feraru, de cuatro años, asesinada por el amante de su madre, o como el de César Juanatei, de nueve años, ahogado en la bañera por su madre, que pretendía iniciar una nueva vida con otro hombre. “Menores que se quedaron desprotegidos”, dice Manu.

Aprovechamos para hacer la pregunta mil veces repetida: ¿Cómo puede una madre matar a su hijo, ahogarlo en una bañera, meterlo en una maleta con sus juguetes y cómics y ocultarlo en un bosque para seguir con su vida? “Los móviles no han variado, siguen siendo el dinero, la ambición, los celos, el sexo, pero creo que cada vez más, y probablemente va de la mano con la frivolidad de esta sociedad y la inmediatez, se mata por pragmatismo, porque Mónica Juanatei mata porque le viene bien hacer desaparecer a ese niño, va a iniciar una nueva vida con otra persona y ya está. Y en el caso de Gabriel pues igual. Ana Julia piensa que el niño va a interponerse entre Ángel y ella, le molesta y se lo quita de en medio”, manifiesta Marlaska.

Otro de los crímenes que aparece en el libro es el de Maje, la viuda negra de Novelda que convenció a uno de sus amantes, Salva, para que asesinara a su marido. ¿Tan fuerte era su poder de atracción? “Algún talento debe tener sin duda sí. Es atractiva, tiene un buen físico, la vi en el juicio, pero es verdad que tiene una capacidad de seducción gigantesca. Por allí desfilaron también todos los amantes que tuvo, lo que Luis llama el cásting que hizo para buscar al asesino, y es verdad que contrastaba que todos eran guapetes, fuertes, jóvenes, y claro, el que se salía de ese canon era precisamente Salva, que era bastante mayor que ellos”.

Luis Rendueles recuerda en este punto a las eternas femme fatale de los años dorados del género negro americano. “Está en esa línea de mujeres fatales sí, Maje incluso en la cárcel ha provocado algún tipo de incidente. En los crímenes el sexo sigue siendo una herramienta básica, y es que los hombres somos muy básicos también. En el libro aparece otro ejemplo, el caso de la asesina de Badoo, que es una mujer venezolana que empieza a poner fotos en esta red social, dice que le gustan los hombres maduros y consigue que se muevan hacia un pueblo de Zaragoza con una facilidad pasmosa. Me contaba el familiar de una víctima que su padre era muy desconfiado y tardaba un mes en moverse; pues con esta se movió en un día, con determinados mensajes subidos de tono, y lo que iba a hacer con él cuando llegara”, dice Luis, quien recuerda también a Ana Julia Quezada. “Fue una mujer fatal durante muchos años, sobre todo en su vida en Burgos. Después de dejar al camionero que la rescató del club de prostitución en el que trabajó utilizó a dos hombres más en Burgos, los dos con graves problemas de salud, y estando uno agonizante fue al hospital y consiguió que le firmara un crédito de 6.000 euros para operarse el pecho. El hombre murió tres días después”.

‘Territorio negro’ no es el primer libro que escriben juntos y ambos reconocen que se repartieron los crímenes según el interés que despertaban en ellos o su cercanía con las mejores fuentes de información. De hecho también apuntan que renunciaron a escribir de algunos asesinatos muy mediáticos, como el de Diana Quer o el conocido como el Crimen de la Guardia Urbana (Rosa Peral) “porque no encontramos un ángulo nuevo de visión que ofrecer”, confiesan.

Otro de los más dramáticos del que se ocupan es el de Ruth y José Bretón a manos de su padre. En este caso, Luis Renueles ofrece claves y cartas inéditas del parricida. “Me sorprendieron varias cosas. Al asesino le ponen un policía sombra, y pasa 200 horas con él, a ver si en un momento se derrumba y confiesa. Hay un momento en que el policía piensa que puede suicidarse, que puede tener remordimientos, y siempre que lo deja en la puerta de su casa por las noches le dice: no hagas gilipolleces. Pero no, a Bretón jamás se le pasa por la cabeza. Es el más inteligente del libro, tiene 121 de coeficiente intelectual, está por encima de la media nuestra y de la media de los asesinos de España”, relata.

Renueles cuenta en el libro que Bretón “desde la finca de Las Quemadillas, con los niños ya posiblemente sedados y drogados, antes de tirarlos a la hoguera, llama a la mujer. Hay policías que creen que lo que quería era retransmitirlo en directo, lo que pasa es que la mujer ya había recibido asesoramiento, es una mujer maltratada que ha decidido separarse y en ese momento no lo coge. Si lo llega a coger posiblemente habríamos asistido a la retransmisión de un crimen en directo. Me quedo con lo que dijo su hija cuando fue al pediatra: si papito se muere, mejor”.

Preguntamos a ambos por la salud del true crimen en nuestro país. Manu toma la palabra. “No lo hemos inventado nosotros ni mucho menos, tanto Luis como yo, que somos buenos lectores, conocemos espléndidas obras de eso que ahora se llama true crimen y antes se llamaba de otra manera, por ejemplo, ‘El adversario’, el libro de Emmanuel Carrere, sobre el crimen de Jean-Claude Romand, no deja de ser eso, un true crimen, o ‘Felices como asesinos’, de Gordon Burn, que cuenta los crímenes de la casa de los horrores. Como en casi todos los géneros artísticos, literarios, cinematográficos, al final se quedarán los que merezcan la pena. Nosotros modestamente hemos querido hacer un true crimen y contar algo nuevo, que la gente cuando lea el capítulo de Bretón o el de Ana Julia Quezada se sorprenda, pese a todas las horas de televisión que acumularon estos crímenes en su momento”.

Por su parte Rendueles apunta su true crimen favorito. “A mi me gusta mucho ‘El dolor de los demás’, de Miguel Ángel Hernández, un asesinato en el 95, en Murcia, su mejor amigo de la infancia mata a la hermana y luego se suicida”.

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