El patrimonio sentimental de Costus en el ECCO

Las familias de Juan Carrero y Enrique Naya donan y ceden en préstamo al Ayuntamiento algunas obras y objetos personales de los artistas

Ricardo Carrero, Lourdes Galofré, Beatriz Naya y Ubaldo Naya con las fotografías de Juan Carrero y Enrique Naya realizadas por el fotógrafo Paco Manzano.
Tamara García Cádiz

13 de junio 2013 - 05:00

"¿Cómo salir adelante en la capital de una España en crisis económica? Pues siendo Prudente (Prudencia), justo (Justicia) fuerte (Fortaleza) y teniendo mucho temple (Templanza). Además de ser rápido como un águila (San Juan Evangelista) paciente como un león que ruge en el desierto (San Marcos Evangelista) con el empuje de un toro (San Mateo Evangelista) y estando como un ángel constantemente inspirado (San lucas Evangelista)....". Es complicado no emocionarse, y también no esbozar una leve sonrisa (¡crisis económica!), al leer estas palabras de Enrique Naya escritas de su puño y letra, con tinta azul, hace unos treinta años. Apenas son dos o tres folios, de caligrafía clara, bien alineada, donde Enrique Naya y Juan Carrero, el dúo creativo Costus, plasman una declaración de intenciones sobre su colección El Valle de los Caídos. "Nosotros pasamos de modernos, queremos que nuestras obras las vea el populacho, las amas de casa..." . Es complicado no emocionarse entre los cuadernos escolares, las fotografías, los palos de madera con los que se recogían el cabello a la hora de ponerse frente al caballete, también aquí delante, salpicado de los colores Costus... Objetos personales que se cuelan en la obra, obra íntimamente ligada a la vida. Enseres donados y prestados al Ayuntamiento de Cádiz por las familias de los Hijos Predilecto (Naya) y Adoptivo (Carrero) de Cádiz que conforman parte del patrimonio sentimental de los artistas que se podrá ver próximamente en el Espacio de Creación Contemporánea (ECCO).

Ricardo Carrero y Lourdes Galofré (hermano y madre de Juan Carrero) y Beatriz, Ubaldo y Juan José Naya (hermanos de Enrique Naya) mostraban ayer a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, al concejal de Cultura del Ayuntamiento, Antonio Castillo y a la responsable del ECCO, Lorena Benot, las piezas que funcionarán, según la primera edil de la ciudad, "como marco para contextualizar y como envoltorio sentimental" a la exposición permanente del Valle de los Caídos que la próxima semana se inaugurará en el centro de arte gaditano.

"Para mí es un sueño cumplido, un sueño hecho realidad. Que la obra de mi hermano y de Enrique se pueda ver en Cádiz, en un sitio con tanto gusto y tan bien hecho, es perfecto", declara Ricardo Carrero tras conocerse la noticia de la donación de piezas por parte de los familiares. Una opinión compartida por su madre que recordó "como Juan siempre decía que sus cuadros acabarían en un museo". "Tenía razón", sonríe Lourdes Galofré que se confiesa "emocionada" al contemplar en una de las salas del ECCO algunas de las obras y de los objetos de Juan y Enrique.

Los hermanos Naya también se sienten "orgullosos" y "contentos" ya que "por fin las generaciones que no conocen la obra de Costus podrán ahora acercarse a ella y los que la conocen podrán disfrutar en su ciudad de su trabajo", como valora Ubaldo Naya que junto a su hermana Beatriz detalla las piezas que donan y prestan para la exposición.

De esta forma, la familia Naya dona una carpeta que contiene siete dibujos de Enrique realizados en diferentes épocas. "Algunos los firma como Enrique, otros como Naya y los últimos pues ya aparece el nombre de Costus", explica Ubaldo mientras que Beatriz llama la atención sobre una de estas obras "de la serie americana" que formó parte de la primera exposición que el artista realizó en Cádiz en los años setenta. "Todo era pop y dibujado a lápiz", se acuerda Ricardo Carrero.

La familia de Juan también suma cuatro importantes obras al apartado de donaciones. Los cuadros San Juan Evangelista (aportando así una obra más a las 18 piezas de la colección Valle de los Caídos que compró el Ayuntamiento de Cádiz), El Vaporcito y una obra perteneciente a la serie de Los Caños de Meca. Junto a estas obras pictóricas, los Carrero donan una escultura, el Hércules que, según cree Carrero, "se podría convertir en todo un símbolo moderno de la ciudad".

Ambas familias también ceden en depósito al Ayuntamiento toda una serie de fotografías, catálogos e invitaciones de todas sus exposiciones, cuadernos escolares, portadas de discos... "El ángel lo tenía mi hermano Enrique en su casa", cuenta Ubaldo sobre una escultura que descansa junto al caballete moteado de fluor, un estuche pintado y decorado por Enrique Naya donde guardaba las plumillas, un bote para pinceles, el segundo tomo, inacabado, de La Marmota, collares realizados por los artistas y, tal y como detalla Ricardo, "dos jarrones, uno de Enrique y otro de Juan, de una serie exclusiva por la galería Sen".

Patrimonio sentimental y artístico que formará parte de una muestra complementaria al Valle de los Caídos y que se extenderá por dos de las salas de la planta baja del Espacio de Creación Contemporánea.

"Estas donaciones y préstamos son importantes a la hora de contextualizar la colección adquirida por el Ayuntamiento de Cádiz además de que contribuyen a ayudar a las nuevas generaciones a conocer el trabajo de Costus y, de esa forma, también darles vida a ellos. Creo que es importante también mostrar esta parte más desconocida de ellos, desde algunas de su primeras obras como los objetos de los que se rodearon durante su evolución artística y personal", resumía Teófila Martínez "muy satisfecha" por el buen entendimiento "desde el principio" entre la familia de los artistas y el Ayuntamiento.

Un sentimiento mutuo ya que Ricardo Carrero insistió en agradecer el trabajo de la alcaldesa y del personal del ECCO que están tratando el trabajo de Costus "con mucha profesionalidad y con mucho cariño".

Los Costus están en casa, repiten unos y otros. Ahora no sólo a través de sus obras, también con pedacitos de su día a día.

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