Negro sobre negro

La esperada secuela de 'La verdad sobre el caso Harry Quebert'

  • Joël Dicker recupera a su emblemático Marcus Goldman para investigar en ‘El caso de Alaska Sanders’ otro crimen como el que le llevó a la fama internacional

El autor suizo Joël Dicker.

El autor suizo Joël Dicker.

"Sé lo que has hecho”. Pocos mensajes puede haber más inquietantes. Esas cinco letras, y un crimen horrible, sirven a Joël Dicker para arrancar la continuación de uno de los grandes éxitos editoriales de la última década: La verdad sobre el caso Harry Quebert. Publicada en el año 2013, su éxito internacional convirtió al suizo en uno de los autores más seguidos del mundo, traducido a 42 idiomas y con más de 15 millones de lectores. Ahora vuelve con el mismo protagonista, el escritor Marcus Goldman, que tendrá que volver a investigar un asesinato en una comunidad en apariencia tranquila de la costa este americana que esconde muchos secretos.

Portada de la novela. Portada de la novela.

Portada de la novela.

“Sé lo que has hecho”. Ese mensaje encontrado en el bolsillo del pantalón de Alaska Sanders, cuyo cadáver apareció el 3 de abril de 1999 al borde del lago de Mount Pleasant, una pequeña localidad de New Hampshire, es la clave de la nueva y apasionante investigación que, once años después de poner entre rejas a sus presuntos culpables, vuelve a reunir al escritor Marcus Goldman y el sargento Perry Gahalowood. A medida que irán descubriendo quién era realmente Alaska Sanders, resurgirán los fantasmas del pasado, y entre ellos, especialmente, el de Harry Quebert.

El caso Alaska Sanders cuenta con muchos de los ingredientes que llevaron al estrellato a Dicker, que en esta ocasión juega más abiertamente con varias líneas temporales. Inevitablemente, Goldman nos recuerda a su padre literario, un tipo tenaz y romántico, con un punto de aventurero y capaz de provocar la reapertura de casos cerrados como el de la joven Alaska, una chica preciosa, encantadora, ganadora de concursos de bellezas y cuyo sueño era convertirse en una gran actriz que por una mala decisión se ve viviendo en el pequeño pueblito de Mount Pleasant junto a su novio celoso y posesivo.

Marcus Goldman sabrá de Alaska Sanders tras una visita a su amigo, el sargento Gahalowood, cuya vida se verá sacudida por hechos que no podemos desvelar en esta reseña. Juntos de nuevo, tratarán de romper el nudo gordiano que se irán encontrando. Porque, tal y como ya vimos con La verdad sobre el caso Harry Quebert, en las novelas de Dicker nada es lo que parece y hay que esperar hasta la última página para conocer un desenlace que juega con el lector desde prácticamente la primera página del libro.

Una novela muy entretenida, con ritmo y que va planteando diferentes misterios. La editorial Alfaguara, que también ha editado otros títulos de este autor, como El libro de los Baltimore, también protagonizado por Marcus Goldmad, es la que se ha encargado de la edición de otra novela que será un superventas.

La novedad: ‘Los días de mercurio’, Alexis Ravelo en estado puro

En una ciudad de provincias durante la posguerra española, un camarero de pasado oscuro decide chantajear al jefe local de Falange. Lo que no imagina es lo que esa extorsión provocará en un lugar donde todos sospechan de todos y donde la traición y la venganza están a la orden del día. La violencia y la fatalidad se dan la mano en Los días de mercurio, en la que uno de nuestros autores preferidos, el canario Alexis Ravelo, vuelve a mostrarnos lo peor del ser humano en una novela dura, rápida e incómoda que homenajea a autores clásicos del género negro como James M. Cain y Jim Thompson.

Ravelo no sólo es el creador del gran Eladio Monroy, un investigador tan rudo como eficaz, sino que ha escrito algunas de las mejores novelas negras que se han editado en nuestro país en los últimos años. Son indispensables La estrategia del pequinés, La ceguera del cangrejo o Un tío con una bolsa en la cabeza. Además, su anterior obra, Los nombres prestados, fue galardonada con el prestigioso Premio de Novela Café Gijón. Por todo ello, y porque es un novelista que no hace sino crecer a cada paso que da, es muy conveniente comprar cada uno de sus libros, que se leen de una sentada porque son adictivos. Quien no haya leído a Ravelo está tardando en remediarlo.

Una escena de 'El infierno de odio'. Una escena de 'El infierno de odio'.

Una escena de 'El infierno de odio'.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios