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CINE

Vuelve el revolucionario

  • Se estrena la primera parte del film de cuatro horas que Steven Soderbergh ha rodado sobre Che Guevara, que se divide en dos para su exhibición en España

Vuelve el Che Guevara, ahora que su antiguo compinche Fidel Castro se halla en plena decadencia. El mito estampado en camisetas y en murales, aura romántica de una revolución que nunca fue, ha resistido mejor el paso del tiempo que otros personajes sesenteros. Su desclasamiento social, que le llevó de la burguesía argentina a las selvas de Sierra Maestra, y su posterior renuncia a los cargos en la nueva Cuba de Castro y el decidirse a seguir exportando la revolución, hallando la muerte en Bolivia con menos de cuarenta años, lo rodearon de un aura romántica. Como es propio, todos sus enemigos políticos lo han crucificado, acusándolo de asesino y de ser un desastre como gestor, echándole en cara su forma de hacer las cosas en su breve etapa como ministro de Industria de los primeros gobiernos de la Revolución Cubana. Como de costumbre, la verdad debe estar en un sitio intermedio.

El caso es que Ernesto Che Guevara ha merecido que uno de los más fluctuantes directores del Hollywood actual, Steven Soderbergh, capaz de pasar de la comercialidad más extrema al experimentalismo mas audaz, haya realizado un monumental filme sobre el personaje de cuatro horas, aunque se va a estrenar en dos partes, la primera de las cuales, Che, el argentino, se estrena hoy. En realidad, el proyecto se debe a su protagonista masculino, Benicio del Toro, que se lo sugirió a Soderbergh hace cuatro años, cuando rodaban juntos Traffic. Un film que dio buena suerte, pues el actor obtuvo el Oscar al Mejor Secundario por su papel de un policía que se movía en todos lados de la ley. Tal vez pueda repetir la hazaña en 2009, pues la elogiada interpretación de Del Toro le valió el Premio en Cannes y lo sitúa en camino de la estatuilla una vez más. En cualquier caso, la película tardó varios años en rodarse, parte de ellos consumidos en la investigación sobre el Che Guevara. Sin embargo, el rodaje de una película de cuatro horas no fue muy costoso. A pesar de usar exteriores naturales -parte de ellos la sierra gaditana, dónde estuvieron el verano de 2008-, se filmó con una cámara digital innovadora que abarató costes y ayudó a dar un buscado aire de veracidad. Porque ambos, director y guionista, tenían claro que no querían un típico producto de Hollywood.

No es la primera vez que el Che es visitado por el cine. Dos años después de su muerte en Bolivia Omar Sharif lo interpretó en un film de circunstancias que aprovechaba el impacto de su desaparición y hace poco Gael García Bernal lo encarnó en sus años de formación revolucionaria en Diario de motocicleta. Para Che, el argentino, se habló con supervivientes de la malhadada guerrilla que acompañó al Che a Bolivia y mucha gente que lo conoció. Damián Bechir es un clónico Fidel Castro e intérpretes como Elvira Mínguez, Jorge Perugorría, Unax Ugalde y Catalina Sandino Moreno, entre otros, completan el reparto. Esta primera parte del film recoge las andanzas de Ernesto Guevara desde que en los años 50 se refugia en México tras huir del golpe de Estado que en Guatemala derribó al progresista presidente Arbenz. Allí contacta con un grupo de revolucionarios cubanos, liderados por Fidel Castro, que desembarcan en su isla natal para luchar contra la dictadura de Fulgencio Batista. La película acaba con la victoria de ellos en enero de 1959 y la instauración de un nuevo régimen en Cuba. De su evolución y la del Che hablará la segunda parte de este proyecto.

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