La UCA lidera la sorprendente excavación del pecio tardoromano Ses Fontalelles en aguas baleares
Arqueología
Darío Bernal está al frente de estos trabajos en los que han emergido unas trescientas ánforas, muchas de ellas con inscripciones, así como una serie de objetos de la vida cotidiana de la tripulación y un singular taladro
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En junio de 2019 se localizó en la playa de Palma de Mallorca un pecio tardorromano que excelente estado de conservación: el Ses Fontanelles. Los expertos y arqueólogos subacuáticos se sorprendieron al comprobar el estado tanto de su estructura naval como de la carga que transportaba, de la que entonces se extrajo una parte a tan solo 40 metros de la orilla, y a dos y medio de profundidad.
Ahora, la Universidad de Cádiz, con el catedrático de Arqueología Darío Bernal al frente, ha dirigido el proyecto de excavación del pecio junto a la Universidad de Barcelona y la Universidad de las Islas Baleares (UIB), de la mano del Consell de Mallorca, cuyas magníficas imágenes en sus maravillosas aguas cristalinas pueden verse en este vídeo. Los "excelentes" resultados de la excavación del pecio al hilo de la segunda fase de la iniciativa Arqueomallornauta fueron presentados hace apenas unos días en el Club Marítimo de San Antonio de la Playa de Palma de Mallot, donde informaron de todas las piezas que han emergido. Los codirectores del proyecto son M.A. Cau, J. Cardell y E. García Riaza.
Los importantes hallazgos
Durante la intervención se ha recuperado un conjunto cercano a unas 300 ánforas de transporte, parte de ellas íntegras y otras completas, pero fragmentadas y que fueron usadas para el almacenaje tanto de salsas de pescado fermentado (especialmente la llamada 'flor de liquamen') como aceite y vinos o mostos fermentados para la conservación de fruta (el llamado defrutum o sapa por los romanos). La relevancia internacional y notable importancia histórica que presentan estas ánforas es que se encuentran completas, además de presentar inscripciones pintadas (los llamados tituli picti) junto a restos de los paleocontenidos originales, lo cual constituye una ocasión prácticamente única a nivel global. En ellas han aparecido inscripciones pintadas relativas a los alimentos objeto de comercio, destacando por su singularidad las alusivas al oleum dulcis o “aceite suave”, que además sabemos que formó parte de un lote comercializado por una autoridad eclesiástica (bien el propio obispado de Cartagena, bien algún monasterio), como se deduce de la inscripción aparecida sobre los tapones cerámicos que las hermetizaban, con nombres y con el crismón (o monograma de Cristo).
También han aparecido piezas arqueológicas excepcionales como un taladro de arco usado por los carpinteros de ribera para la reparación de la embarcación, que constituye el primero en su género aparecido en España y de los escasos que se conservan en todo el mundo; o dos zapatos (uno de esparto y otro de cuero), junto a cabullería (cabos utilizados en la embarcación) y restos orgánicos de diversa naturaleza.
Excepcionales son también tanto el origen geográfico de la nave (entorno de Carthago Spartaria - Cartagena), siendo el primer pecio romano conocido con un cargamento de esta región naufragado en aguas del Mediterráneo; como la fecha del hundimiento, en la fase inicial de la Antigüedad Tardía (ss. III y IV d. C.), momentos en los cuales hay pocos barcos conocidos en el Mare Nostrum, y muchos menos aún con cargamento hispánico.
En el acto, el profesor Darío Bernal apuntó que "no hay ningún otro barco en todo el Mediterráneo con carga hispánica en este estado de conservación". También se expuso que la procedencia del barco es Cartagena, un hecho que abre nuevas e interesantes vías de investigación.
El equipo de Arqueomallornauta, cuyo fin es desarrollar diversas actuaciones estratégicas para analizar el tráfico marítimo en Mallorca en la Antigüedad Tardía a través de los hallazgos subacuáticos, está formado por los grupos de investigación de la Universidad de Cádiz, especializado en anforología hispanoromana y en Arqueología de la Alimentación antigua; otro del grupo de Investigación Arqueológica y Arqueométrica de la Universitat de Barcelona, pioneros en la aplicación de ciencias experimentales en arqueología, en cerámicas romanas; y personal del grupo de investigación Civitas del área de Historia Antigua de la UIB, que tiene por objeto el estudio de la Diplomacia en el Mundo Antiguo, además de contar con personal de la Dirección Insular de Patrimonio.
Un proyecto que cuenta con un presupuesto de 477.000 euros ( ha sido aportado por el Consell y el Govern, a través de Puertos de Baleares) y prevé tres fases de ejecución, una para excavación, una segunda de estudio de materiales y posible extracción del barco, y una tercera de difusión.
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