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La vida, nada menos: atrevimiento y técnica no bastan
Arqueología en Cádiz
El Teatro Romano de Cádiz sigue desvelando su historia. La suya y también la de Gades, la de Hispania y hasta la de parte del imperio que durante siglos dominó buena parte del mundo entonces conocido. El profundo estudio de una pieza de mármol hallada en las excavaciones del teatro demuestra que Marco Vipsanio Agripa tuvo un importante papel en la construcción del Teatro de Gades, pues de sus canteras, de las que poseía en Carrara, procedía parte del mármol empleado en levantar esta joya arqueológica que en estos días cumple los 40 años de su descubrimiento. El poderoso Agripa, patrono de Gades, yerno del emperador Augusto y abuelo, aunque nunca lo conoció, del depravado Calígula, puede ser considerado desde ahora el copartícipe de la construcción de este teatro junto a Balbo, su amigo íntimo.
La presentación de esta nueva pieza de mármol se ha realizado esta mañana en el patio del Museo Provincial de Cádiz, en el transcurso de la última conferencia del ciclo con el que se ha conmemorado las cuatro décadas del hallazgo del teatro. El arqueólogo Ángel Ventura, profesor y en unos días futuro catedrático de la Universidad de Córdoba, ha sido el encargado de cerrar este conjunto de conferencias y, por tanto, de comunicar el estudio que ha realizado de esta pieza inédita que hace más de 2.000 años formaba parte de la barandilla de mármol que separaba la grada de la zona reservada para las principales personalidades de la ciudad, la provincia romana y el imperio.
Encargado hace algunos años del estudio de la famosa inscripción que tan en mal lugar dejaba a Balbo, al que se acusaba de corrupto con el grafiti latino 'Balbo, ladrón', Ángel Ventura ha desglosado en una documentada e interesantísima intervención las principales claves de esta nueva pieza, que viene a demostrar, entre otras cosas, la implicación del influyente Agripa en el teatro de Gades, en solitario o, muy posiblemente, en colaboración con Balbo; la confirmación de que el de Cádiz es el teatro romano más antiguo de Hispania; que en su construcción se utilizó un material tan noble como el mármol, y de Carrara, frente al extendido uso del granito en otros escenarios como el de Mérida, construido por Agripa y donde el mármol fue un elemento añadido tras la construcción, y que por primera vez se ha podido constatar documentalmente que Agripa, propietario de canteras en Túnez y Turquía, también era dueño de yacimientos en las prestigiosa Carrara.
Y una jugosa guinda a la que sacarle partido: el teatro de Gades pudo ser inaugurado en torno al año 19 a.C., cuando Agripa se encontraba en Hispania sofocando revueltas en Cantabria y cartografiando el territorio, sus medidas y dimensiones, y por tanto tuvo que visitar Gades, su protegida ciudad. Como deja caer el profesor Ventura, el teatro puede estar celebrando, año abajo, año arriba, su 2.040 aniversario.
Que Agripa era patrono de Gades es conocido por las acuñaciones de la monedas que se hacían en la ciudad romana, entonces una de las principales del imperio gracias a la influencia de Balbo, a sus triunfantes campaña militares que celebró en la mismísima Roma y a la condición de ciudadano romano otorgada por el mismo emperador. En una relación recíproca, el patrón de una ciudad recibía honores de sus habitantes y, en contraprestación, tenían por costumbre beneficiar a la ciudad donando dinero o promoviendo la construcción de edificios.
Y es que en la base de la pieza de mármol encontrada en el Teatro Romano, que no fue robada por los expoliadores cuando se abandonó el enclave porque se encontraba fragmentada y en muy mal estado, incluso grapada, y por tanto no era reutilizable, aparece una inscripción relevante: A.G.R. seguido de un número, 135. Un profundo estudio de la epigrafía romana respecto a la abreviaturas de los nombres deja poco lugar a la duda de que se refiere a Agripa como dueño de la cantera, en este caso de Carrara, de donde procedía el mármol, mientras que el número indica las placas que se enviaron vía marítima a la ciudad de Gades: 135.
¿Y por qué se puede suponer que Agripa participó directamente en la construcción del teatro y no vendió las placas a Balbo? Pues porque, como explicó Ángel Ventura, en la inscripción estudiada no hay ninguna abreviatura posterior a la cifra. Si la hubiera, como en el caso de la pieza en la que Balbo era tildado, y con fundamento, de ladrón, su abreviatura aparecería tras el número de placas enviadas, pues esa era la forma de señalar al destinatario de las piezas, al comprador. Así pues, Agripa -militar, consejero de Augusto, posterior yerno del emperador, padre de sus herederos y constructor- regaló su mármol a Cádiz y se le puede considerar, de esta manera, copartícipe de la construcción del teatro, y quién sabe si de más edificios en la ciudad.
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