Alfonso Zurro | Autor y director teatral

“Imagino que con las redes sociales Valle-Inclán sería una bomba andante”

  • El dramaturgo salmantino dirige esta noche en el Falla al Teatro Clásico de Sevilla con una versión, también propia, de ‘Luces de bohemia’, el comienzo del esperpento de Valle

Alfonso Zurro.

Alfonso Zurro. / Juan Carlos Vázquez

–¿Qué aporta al espectador esta versión de Luces de bohemia?

–Pues que los espectadores actuales llevan mucho tiempo sin ver Luces de bohemia. Una gran parte del público no la ha visto sobre un escenario. Y lo que puede aportar: la obra está escrita en un momento crítico de España que venía de la crisis del 98. Una España que no se terminaba de ordenar: manifestaciones, huelgas, levantamientos de todo tipo, y creemos cuando leemos el texto de Valle-Inclán que también en estos momentos de crisis de identidad de España es necesario poner este texto sobre el escenario porque Valle tiene una cosa: habla muy descaradamente de España, de España, de España, con todo el amor, con todo el odio, con toda la rebelión que pueden suponer sus palabras, pero sobre todo no mira hacia otro lado. Hoy se mira a veces hacia otro lado, y no se habla de España, se habla de país, de comunidades, autonomías, parece que la palabra a algunos les da repeluco, y aquí la palabra España está desde el principio hasta el final.

–Es una obra muy leída, era obligatoria en COU, pero no se ha representado tanto. ¿Es compleja?

–Sí, es muy compleja de representar por la cantidad de personajes que salen y, sobre todo, por el lenguaje, la forma de hablar de los personajes. Es la primera obra donde se inaugura el esperpento, los personajes hablan como a hachazos, es una forma de hablar diferente a lo que estamos acostumbrados, es otra forma de comunicarse, de relacionarse entre ellos. Siempre ha sido difícil tomar decisiones en la escena, siempre da temor meterse con un esperpento porque a veces tomas un camino y los resultados ante el público no funcionan.

–¿El lenguaje se ha respetado?

–Sí, se ha respetado. Ese lenguaje es la base del esperpento. Si quitamos ese lenguaje y esa forma de hablar de los personajes, se quedaría en otra cosa, no tendría la fuerza y la bestialidad que muchas veces tienen las palabras de Valle-Inclán.

Cada actor hace varios personajes, hasta 5 o 6 algunos.

–Sí, es la manera de solucionar esa complejidad aunque es un esfuerzo para el actor. Somos una compañía independiente, no oficial, y moverse hoy día con nueve actores, tres técnicos, ya es muy difícil. Seguir haciendo clásicos, que necesitan como mínimo ocho, diez... Los clásicos están escritos, las antiguas compañías tenían 16, 17 actores, y se escribían para esa cantidad de personajes.

Así se valora más el trabajo de los actores.

–Hombre, ellos disfrutan más porque si esta obra se monta con todos los personajes que salen en la obra, que son más de 40, hay algunos que saldrían, dirían una frase y ya no saldrían más.

–¿Por qué tienen vigencia los clásicos, porque el autor acierta en lo que cuenta o porque el mundo, la sociedad y el hombre son muy tozudos y repiten errores a lo largo de los siglos?

–Primero creo que el autor da con la tecla de lo que cuenta, aunque no es consciente de que lo que escribe va a trascender, y a veces nosotros avanzamos y nos movemos muy poco en las cosas más simples y más primarias, ya sea el amor, el odio, la venganza, las ambición del poder.... todas esas cosas están ahí desde los clásicos griegos. Pero lo bueno que tienen los clásicos y lo que sorprende es que una obra griega está escrita hace más de 2.000 años y descubres que está hablando de aquí, ahora mismo. Son clásicos porque saltan a través del tiempo y los leas cuando los leas, te conmocionan o te emocionan. Hay una línea de la humanidad que nos sigue uniendo en la cultura, en el arte y va traspasando a través de los siglos. Yo no creo que haya obras clásicas contemporáneas, medio contemporáneas; creo que hay obras de teatro, y el que las hace contemporáneas es el espectador, que siempre es contemporáneo.

–¿Cómo sería Valle-Inclán hoy en día con las redes sociales?

–(Ríe) Sería un bestia... Algunas de las cosas que dice Valle Inclán en Luces de bohemia, si las escribiera hoy día, le pondrían denuncias por todos los lados. No se callaba nada, nada, lo decía en alto y se enfrentaba a todo el mundo. Sus broncas eran famosísimas porque le gustaba pleitear y llevar siempre la razón. Me imagino que con las redes sociales tendría que ser hoy una bomba andante.

–Aunque nació en Salamanca, lleva décadas en Sevilla: ¿cómo ve el panorama teatral andaluz?

–El teatro andaluz lo llevo viendo desde el año 76...

–Es usted un clásico en Andalucía.

–Digo... (ríe) Creo que tenemos en Andalucía varios problemas. Los primeros que tienen que creer más en nosotros son los políticos, las instituciones, la Junta, las diputaciones, tienen que creer porque es algo importante para la cultura y para los espectadores. Después creo que tenemos un material importantísimo en equipo humano en todos los sentidos: de creadores vamos sobrados y muy bien. Lo que no sabemos, estoy convencido, es saber vender al exterior, no sabemos vender. Hacemos cosas que quedan muy bien, pero se nos quedan aquí, nos falta la parte de la promoción, es donde yo creo que estamos bastante atrás. Para eso también necesitaríamos apoyo desde la administración. Siguen dando muchos bandazos porque no se asientan las compañías, los equipos de trabajo.

–¿Y en este panorama dónde colocamos los 33 años del FIT?

–Yo al FIT lo vi nacer y me pareció una de las cosas más atractivas y más fantásticas que ha tenido Andalucía. He estado con obras mías, otras veces como espectador de cosas que me interesaban, y creo que el FIT todavía habría que potenciarlo más, darle otro empujón.

–Es verdad que la crisis ha zarandeado al festival.

–Sí, sí. Y no sólo hay que protegerlo, porque pienso que está suficientemente asentado, sino que hay que evitar que de pronto entre en una crisis que no debería. Y luego, otra cosa que necesitamos es que seamos más inteligentes entre provincias para que algunos de los espectáculos más interesantes se programen en Málaga, Sevilla, Jaén...

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