Lo que la Ruta ha unido que no lo separe el hombre. La boda pagana de Fernando Quiñones con Cádiz duró más de una vida porque el idilio del escritor chiclanero con la ciudad continúa desde el otro lado del río Aqueronte. Su memoria, impermeable al olvido, vive en sus obras, en aquellos que lo conocieron, que fueron muchos, y, por qué no, en iniciativas populares como la Ruta Quiñones que ayer celebró su quinta edición, quizás, de forma más modesta que en anteriores ocasiones pero con un feliz resultado. Y es que si el objetivo del encuentro es poner en valor la vida y la obra del autor de La canción del pirata y fomentar los valores y principios defendidos por Quiñones, podemos calificar la cita como un éxito ya que durante el recorrido se gestó la creación de una red de grupos literarios de la provincia de Cádiz a la que la propia Universidad gaditana ha tendido la mano. Porque se trata de fomentar el amor por la literatura. Y de unir. Más que de separar. Lo que la Ruta ha unido...

Fue la presidenta de la Asociación de Amigos de Quiñones y organizadora de la Ruta, Blanca Flores, la que puso sobre la mesa la idea de tejer esta red de tertulias y grupos literarios que funcionan en la provincia, pues muchos de sus representantes son habituales del encuentro con Quiñones. Así, aprovechando la segunda parada del recorrido, en la Facultad de Filosofía y Letras de Cádiz, Flores soltó la idea que, para sorpresa de muchos participantes, no sólo fue bien acogida por los grupos literarios sino, también, por la Universidad de Cádiz, ya que tanto el director de Relaciones Institucionales, Enrique García, como el director del Área de Bibliotecas de la Universidad, Ricardo Chamorro, se comprometieron a "promover y ayudar" en la creación de "esta red gaditana de colectivos literarios" dándoles, incluso, un lugar de encuentro, "que la Universidad de Cádiz sea el centro de esa red", en palabras de Chamorro.

Antes de este encuentro en el Salón de Grados, donde participaron Eduardo Formanti, Lola Fontecha, Antonio Díaz y José Luis Rubio, miembros de diferentes grupos literarios, la V Ruta Quiñones comenzaba a las diez y media de la mañana (media hora de retraso sobre la hora prevista) en la puerta de La Caleta con la lectura del manifiesto en la voz de Nadia Consolani, viuda del escritor. Un manifiesto "a favor de Fernando Quiñones, de Cádiz y sus cantes, de las mijitas del freidor y de las mil y una noches de Hortensia Romero" que culminó al grito de "¡viva Cádiz, viva Fernando Quiñones!" y con la ofrenda de flores y mojarritas a los pies de la estatua del creador.

Relatos del incomparable literato en boca de Paco Velázquez, de Belén Peralta, de Yolanda García, de Desirée Ortega; poemas de Miguel Ángel Rincón y David Romero; música y canciones de Alfonso Baro, de Paco Luque, de Fernando Lobo, de Fernando Polavieja, de Manu Lobo; y un simpático relato sobre el Mercado Central y su relación con Quiñones, por Charo Barrios, fueron los protagonistas de las diferentes paradas de la Ruta rematadas, casi cada una de ellas, por una pincelada carnavalera de arte a cargo de Los Pimpis de Cádiz y que coronó un fin de fiesta con numerosos artistas en el café teatro Pay Pay. Todos, unidos. Por la Ruta. Por Fernando Quiñones.