Poderosa manifestación plástica

El grabador Carlos Orta, en su taller.

02 de mayo 2014 - 05:00

Varias consideraciones se plantean ante esta exposición de Carlos Orta en el Taller de Grabado que dirige Emilio Luis Fernández. Aparte del detallado informe sobre el espacio expositivo que hace poco realizara la querida compañera Belén Rico en las páginas de Granada Hoy, quiero comenzar diciéndoles la importancia que posee este espacio expositivo en el contexto general del arte de Granada, sumido -como en otros tantos sitios- en una desesperante sequía que, ya, abruma y hace pensar que sería necesaria una absoluta reconsideración, desde todos los sectores artísticos, para intentar salir de este aplanamiento y buscar nodos y medios que vuelvan a dejar a esta ciudad en aquel dinamismo artístico que existió y que, ahora, tanto echamos de menos. Emilio Luis Fernández es un artista con mayúsculas, eso nadie lo pone en duda a estas alturas, que ha demostrado una sabiduría creativa sin resquicios y absolutamente convincente. Además, el autor granadino demuestra constantemente un desmedido afán por dar vida a una plástica - sobre todo aquella que viene de los más jóvenes y con mucho que aportar- necesitada de muchas buenas iniciativas. Por eso, el Taller de Grabado que se ha instalado en lo que era el gallinero del abuelo del artista es tan necesario en estos momentos de mínimos. En este espacio artístico, la obra gráfica y aquella otra, dibujo y pintura, que se realiza sobre papel, vuelve a adquiere la importancia y a asumir esa realidad artística y social que siempre tuvo y que, en Granada, fue una auténtica referencia. Emilio Luis lo sabe y hace llegar hasta la Granja entusiastas grabadores que buscan una formación y una serie de artistas que están aportando entusiasmo a esta práctica de tanta trascendencia formal.

En otro sentido es de destacar la labor de Carlos Orta, artista jiennense, afincado en Cádiz, con un lenguaje particularísimo que es asiduo de cuantos buenos proyectos expositivos existen en los circuitos de nuestro país - también, lo vemos frecuentemente en los certámenes artísticos más significativos que tienen lugar- y en los que la obra de este artista nunca para desapercibida por la solvencia de una obra que nunca deja indiferente.

Con una grafía determinante, un dibujo contundente que se multiplica a conciencia para potenciar su capacidad expresiva y que transmite una realidad muy cotidiana, así como la utilización de textos y palabras, referencia un contexto de expectante compromiso conceptual, la obra del autor afincado en Cádiz desarrolla espacios representativos que generan incertidumbre significativa gracia a esa diversidad estructural que amplía la oferta de contenido debido a unos poderosos desenlaces representativos que nos envuelven de enigmática significación.

La exposición que Emilio Luis Fernández lleva hasta su taller, plantea el contundente ideario estético de un Carlos Orta convencido y convincente. La obra reproduce estados mentales, parcelas de una historia soñada o presentida de la que el artista nos deja retazos de la misma en una yuxtaposición de dibujos y pintura para representar espacio y tiempo de una realidad que el artista mantiene en un proceso expresivo de contundentes esquematismos.

Carlos Orta es un artista con una obra que no pasa desapercibida, con unos registros llenos de intensidad plástica que asumen una potestad diferenciadora donde los elementos constitutivos crean emoción y determinante inquietud formal.

Taller de Grabado LA GRANJA GRANADA

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