Proyecto expositivo

El legado de Luis Quintero

  • El Círculo de Amigos con el nombre del desaparecido artista gaditano comienza su actividad con el objetivo de organizar una gran muestra antológica del autor del pájaro-jaula en 2020

El artista Luis Quintero con el modelado en barro de su emblemático 'Jaulájaro'.

El artista Luis Quintero con el modelado en barro de su emblemático 'Jaulájaro'.

“...Entonces cuando me dicen que Luis ya no va a salir de esa, estábamos en el hospital de Córdoba, me lo llevo a morir a casa, a su casa a Chiclana; sabíamos que quedaba muy poco tiempo, de hecho, al final la vida sólo nos dio 15 días más, así que avisé a todo el mundo y abrí la casa... Vinieron gente de Madrid, de Holanda, los amigos de Cádiz... En esos días la casa, nuestra casa siempre inacabada, estaba constantemente abierta, la gente trayendo comida, entraban, salían... A Luis sólo le preocupaba eso, que la gente estuviera cómoda, que tuvieran comida y bebida y, por ratitos, se turnaban y entraban a verle... Yo me quedé muy delgada, había perdido 10 kilos en ese último año en el que no me separé de Luis... No sé cómo explicarte lo que sentimos en esos últimos días... Te lo diré como le dije a Javier González de Durana, que será el comisario de la exposición, en esos días donde se mezclaba el dolor de la pérdida y las caras de tantos amigos, las paredes de la casa palpitaban amor...”

Ahora, casi un año y medio después de que Luis Quintero dejara la tierra, su viuda, Mercedes Erice, puede hablar serena de los últimos días del artista gaditano y del que considera uno de sus grandes logros que hoy se materializa en el Círculo de Amigos de Luis Quintero: “A raíz de todo lo que ocurrió en la casa en esos días, algunos amigos nos pusimos a hablar y nos dimos cuenta de que la mayor obra de arte que había hecho Luis fue la de reunir a gente tan dispar, desde el decano de la Universidad de Gronengen a una persona que había sido toxicómana, de un catedrático a un fontanero, la casa se llenaba de gente diferente pero que Luis creía que podían tener cosas en común, que se podían encontrar en el camino. Y ese amor fue el principio de este proyecto”.

Una iniciativa, el Círculo de Amigos de Luis Quintero, que tiene como pilar fundamental “la difusión nacional e internacional” de la obra del autor de esculturas tan emblemáticas en nuestra ciudad como el monumento a la Constitución, Jaulájaro (conocido popularmente como pájaro-jaula, así somos), o el tributo a la Libertad de Expresión (Candado).

“La gente conoce trozos de la obra de Luis pero el conjunto, no, y tiene un hilo conductor muy interesante donde su vida y su obra no se pueden separar”, explica Mercedes que, con el impulso de la asociación, está imbuida en la preparación de una gran exposición antológica de la obra de Quintero de cara a 2020.

De hecho, ya está listo “un pre-proyecto” que se convertiría en proyecto en firme “toda vez que las instituciones se comprometan, aunque ahora con todo este periodo electoral nadie quiere firmar nada”, acierta Erice que ha contado con “el talento, la ayuda y el compromiso” del crítico Javier González de Durana al que ha nombrado comisario de la exposición.

Luis Quintero y Mercedes Erice, en una imagen familiar con sus perros. Luis Quintero y Mercedes Erice, en una imagen familiar con sus perros.

Luis Quintero y Mercedes Erice, en una imagen familiar con sus perros.

Con un “currículum impecable” –Durana perteneció entre 1992 y 1997 al Consejo de Administración del Consorcio Guggenheim Bilbao y durante dos años fue asesor en su política de adquisiciones, fue director de Artium de Álava entre 2001 y 2008, del Tenerife Espacio de las Artes (TEA) entre 2008 y 2011y del Museo Cristóbal Balenciaga en Getaria (Guipúzcoa) entre 2011 y 2014–, el experto conoció la obra de Quintero cuando el gaditano envió algunas de sus piezas a una galería de Bilbao que Durana asesoraba. “Le gustó mucho la obra de Luis y al tiempo también escribió uno de los textos para el catálogo de Tempus y poco después de morir Luis me llamó para decirme que iba a meter una de las esculturas en una colectiva en Burgos, así que aproveché esa llamada y me lancé a contarle el proyecto de la exposición en Cádiz y si quería comisariarla él”, recuerda Erice que asegura que “desde el primer momento” Durana se volcó en la iniciativa y fue hasta Chiclana a clasificar el material.

“Javier ha demostrado una generosidad enorme”, alaba la viuda de Luis Quintero que adelanta que el proyecto resultado de ese trabajo es “un poco ambicioso” pero necesario para “hacer una lectura completa de la obra de Luis”. “Ambicioso en el sentido de espacios –precisa– porque queremos utilizar el Palacio Provincial, el patio del Museo, un par de salas del ECCO, la sala de Unicaja y la Universidad, donde se harían una serie de conferencias y, como Luis componía música, hay amigos, músicos de Holanda, que quieren hacer un trabajo sobre sus bases musicales, y, luego, hacer también actividades en la calle alrededor de sus monumentos”.

La idea de la asociación es que estas actividades se inauguraran de forma escalonada, “por ejemplo semanalmente”, hasta llegar un momento “que toda la ciudad estuviera imbuida de Luis”. Además, argumenta Erice, “la exposición tendría que tener aparejado un catálogo razonado con la vida y obra de Luis, que quede luego como herramienta de trabajo para promover su obra”. Un catálogo que incluiría tanto la firma del comisario de la muestra como de amigos como Alberto Porlan puesto que “la vida de Luis se filtra en su obra constantemente”.

"La mayor obra de arte que hizo Luis fue la de reunir a gente tan dispar durante su vida”

Textos donde sus paisanos y admiradores de la obra de Quintero en todo el mundo podrán conocer aspectos poco conocidos de este artista autodidacta que hizo su primera exposición a los 14 años, cuando el arte lo abrazó para no soltarlo jamás (“yo fui durante más de 20 años su compañera y su amante pero su verdadera novia siempre fue el arte”, dice Mercedes), y donde encontrarán respuestas a frases tan enigmáticas de Luis como que nació “de una virgen en la cama de una madame”...

“Luis era una esponja (...) Venía de una familia humilde, era autodidacta (...) Empezó a tocar el saxo con Chano Domínguez (...) La música le salvó de la calle, le salvó el arte, le abrió una ventana y, como tenía dotes con la música y con el dibujo, pues empezó a hacer su camino por ahí, y para mí eso tiene mucho mérito”, va relatando la que fue compañera de un artista multidisciplinar que no sólo desarrolló su actividad creativa a través de la escultura, también de la fotografía, la pintura y el collage.

Un hombre, Luis Quintero Brea (Cádiz, 1963-2017), que a los 18 años vendió su colección de discos y su flauta travesera para conseguir dinero e irse a Holanda un país, determinante en su despertar artístico pues allí conoció “a gente que vivía de lo que creaba”, como él mismo explicó en muchas ocasiones. Cuando regresó entró de aprendiz en una marmolería, “donde estuve tres años aprendiendo los entresijos de la piedra y, en el tiempo libre pintaba, participaba en conciertos y devoraba todo lo que caía en mis manos que guardase relación con el arte”.

Autorretrato de Luis Quintero en acuarela. Autorretrato de Luis Quintero en acuarela.

Autorretrato de Luis Quintero en acuarela.

Así, no resulta extraño que Mercedes diga que Luis “sabía de todo: de piedras, de plantas, de arte...; era un hombre del renacimiento”, un “eterno aprendiz”, como también se tildaba a sí mismo, que, como dice su viuda “aprendía de todo el mundo porque, aunque tenía su propia opinión de las cosas, sabía escuchar a todo el mundo, no era clasista y no era dogmático”.

Por eso, a Mercedes siempre le ha despertado “cierta pena” que haya “quien lo tachara de lo que no era por recibir encargos públicos, como de parecer que pensaba de una forma concreta cuando Luis siempre fue muy crítico con todos los políticos y nunca, desde los 14 años que empezó en esto, estuvo en nómina de nadie”, defiende.

Ni en nómina de nadie y en Cádiz aunque supiera “que el cogollo estaba en Berlín o Madrid” pero Quintero insistía en que “en esos lugares, con todo el ruido de las galerías, sería más complicado hacer una obra propia”, transmite Erice.

Pero ahora que la obra de su vida está hecha –“una obra llena de claves, de humor y de espiritualidad”– Mercedes Erice y el Círculo de Amigos, que actualmente lo forman unas 40 personas (abierta inscripción en el correo circuloamigosluisquintero@gmail.com con una cuota mensual de 10 euros y 5 para estudiantes y personas en situación de desempleo), se quieren encargar de llevarla fuera de nuestras fronteras no sin antes reforzarla en su propia ciudad. “Para Luis, Cádiz era muy importante y creo que Cádiz necesita conocer toda la dimensión de Luis”, culmina.

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