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El ‘Diario’ del barón Sparre centra la nueva obra de Manuel Bustos

  • El profesor gaditano indaga en los asaltos anglo-holandeses a Cádiz y Vigo de 1702

Retrato de Karl Wilhelm Sparre, obra de Jan de Baen, que se puede ver en el Museo Nacional de Estocolmo.

Retrato de Karl Wilhelm Sparre, obra de Jan de Baen, que se puede ver en el Museo Nacional de Estocolmo.

Un magnífico historiador como Manuel Bustos sigue la máxima latina ‘Verba volant, scripta manent’ (‘Lo hablado se va, lo escrito permanece’). Y es que el recientemente nombrado profesor emérito de la Universidad CEU San Pablo sigue aportando fuentes a la historia de Cádiz. En este caso, su nueva obra se titula Los asaltos anglo-holandeses a Cádiz y Vigo de 1702: El Diario del Barón Sparre.

¿Pero… quién era este personaje cuyo Diario del ataque de la flota angloholandesa a Cádiz a comienzos del siglo XVIII centra el nuevo estudio del profesor Bustos? 

Se trata de Karl Vilhelm Sparre, nacido el 19 de julio de 1661, militar y noble sueco. Era hijo del gobernador Erik Karlsson Sparre y de Elisabet Banér. Su padre había sido chambelán de la Reina Cristina de Suecia (1632-1654), y posteriormente gobernador de Södermanland.  

Como pone de relieve en esta fuente Manuel Bustos, durante la Guerra de Sucesión Española, Sparre participó al servicio de las provincias unidas en diversas campañas –entre ellas la expedición de 1702 contra la Bahía de Cádiz, que podemos seguir a través del Diario que ahora se publica–.

Portada del libro. Portada del libro.

Portada del libro.

Posteriormente sabemos que al año siguiente de esta expedición por aguas españolas fue herido en la Batalla de Stekene en Flandes en 1703, que participó en el asedio de Ostende en 1706 y que su óbito, como nos relata el propio Manuel Bustos en su libro, tuvo lugar en 1709, tras la herida mortal que recibió en la batalla de Malplaquet (una de las más célebres victorias de John Churchill, duque de Marlborough conocido en España como ‘Mambrú’). El retrato del barón de Sparre, obra de Jan Baen, puede contemplarse a día de hoy, en la capital de su país natal, Estocolmo (Suecia), en el NationalMuseum. 

No fue el único miembro de su linaje en participar en la Guerra de Sucesión, y no debemos confundirlo con  Erik Sparre, otro miembro del linaje sueco Sparre, conocido con el nombre de Eric Magnus Sparre, que  participó en el bando borbónico siendo nombrado brigadier en 1702,  mariscal de campo en 1704 y  teniente general de los ejércitos del Rey Sol, Luis XIV (1643-1715), en 1707.

Las fuentes históricas son la materia prima que nos permiten a los historiadores profundizar en la Historia. Ya Manuel Bustos ha aportado fuentes de gran interés para el conocimiento de la Historia Moderna y han enriquecido la historiografía gaditana de los siglos XVII y XVIII. Ponemos como ejemplo la obra Un comerciante saboyano en el Cádiz de Carlos II ; Las Memorias de Raimundo de Lantery, estudio preliminar y edición de Manuel Bustos Rodríguez que hemos podido utilizar en numerosas ocasiones.

La obra se articula en dos partes. En la primera parte nuestro autor describe los asaltos a Cádiz y Vigo en la Edad Moderna, destacando los de 1596, del conde de Essex, de 1625, así como citando otras fuentes que hablan sobre dichos asaltos contra nuestra ciudad. En esta primera parte se explica el escenario en que se enmarcan estos ataques, dando una rigurosa visión de los orígenes y el desarrollo de la Guerra de Sucesión española destacando el testimonio del barón de Sparre, el origen y los objetivos de los asaltos a Cádiz y Vigo, la relación de fuerzas de los bandos enfrentados así como el desarrollo de las operaciones de la expedición angloholandesa, primero en Cádiz y después en Galicia, en Vigo. Esta primera parte finaliza con un análisis de los efectos de dicha expedición. La segunda parte es donde se incluye la edición y traducción del relato del barón Sparre, escrito en calidad de mayor general de las tropas del Estado embarcadas en la flota que tenía como objetivo Cádiz.   

Recordemos cómo en agosto de 1702, una flota anglo-holandesa arribó a la Bahía de Cádiz. Sin embargo, como es sabido, la falta de un criterio común entre los jefes de la flota anglo-holandesa, junto con la excelente defensa del gobernador Francisco del Castillo y Fajardo (1642-1716), II marqués de Villadarias, convirtieron el intento en un estrepitoso fracaso, no repitiéndose lo sucedido a finales del reinado de Felipe II (1556-1598), en 1596.  

Como podemos ver en las páginas de la obra del profesor Bustos, la expedición atacó los municipios de Rota, El Puerto de Santa María y Puerto Real, que debieron afrontar los daños provocados (incendios y saqueos) por la expedición anglo-holandesa en las localidades mencionadas de la Bahía de Cádiz.   

Sin embargo, cuando los mandos de la flota tenían previsto abandonar las aguas de la Península Ibérica, decidieron dirigir sus barcos hacia aguas gallegas, a la ría de Vigo, donde la flota española de Manuel Velasco y Tejada había arribado el 22  septiembre de 1702 , con la plata de los virreinatos americanos,  y se encontraba protegida con efectivos franceses enviados por Luis XIV (al mando de François Louis de Rousselet, conde de Châteaurenault) en apoyo de su nieto Felipe V.

De este modo, como podemos leer en las páginas de esta última obra de Manuel Bustos, la campaña se extendió al noroeste peninsular, repitiéndose en la ría de Vigo el asalto, que tenía como objetivo el asalto de las ricas las mercancías que transportaba  la flota de Indias. Conocemos este encuentro como la batalla de Rande (o de Vigo) y tuvo lugar el 23 de octubre de 1702 (un mes después del arribo a Vigo de la flota hispánica procedente de América). Recordemos que todavía en Vigo, en el Monte de O Castro, podemos contemplar tres anclas, conocidas como el Monumento a los Galeones de Rande. Son muchas las expediciones de buceadores que se han sumergido en la ría buscando los pecios y rastro de los legendarios tesoros que transportaban 

Estamos convencidos de que esta interesantísima obra, editada gracias al Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, contribuirá a conocer mucho mejor estos episodios de la Guerra de Sucesión Española en 1702, completando otras fuentes de la época como el Diario de sir George Rooke, que fue editado en el siglo XIX por Oscar Browning en 1897.  

Ya por último, y como conclusión, en las últimas páginas del libro se recoge la data de finalización del mismo, citando a Julio Verne: “Este libro se terminó de componer el día 23 de octubre de 2020. A la vuelta del asalto a Cádiz, ese mismo día de 1702, se enfrentaron en Vigo (concretamente en el estrecho de Rande) las escuadras angloneerlandesa e hispanofrancesa. Curiosamente Julio Verne localizó en el escenario de esta batalla la fuente de aprovisionamiento de oro del Nautilus en su novela 20.000 leguas de viaje submarino. Como resultado de la victoria inglesa, Vigo dio nombre a una calle en Londres, conocida como Vigo Street.” 

Invitamos al lector a sumergirse en las páginas de este libro, que nos permite aproximarnos más a la Guerra de Sucesión Española, conflicto en el que Austrias y Borbones se disputaron el cetro de la monarquía hispánica. Felicitar a Manuel Bustos por este nuevo libro, trasmitiéndole a través de estas páginas nuestro agradecimiento y, estamos seguros, el agradecimiento de los lectores e investigadores que lo consulten.

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