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Documental

La masculinidad que se repiensa en 'El círculo' del realizador conileño Álvaro Priante

  • Tras 'Gigantes descalzos', el gaditano y el realizador Iván Roiz firman su segundo documental que se emite en Movistar+

  • El filme arroja luz sobre el funcionamiento de los llamados círculos de hombres

La masculinidad que se repiensa en 'El círculo' del realizador conileño Álvaro Priante

Son diferentes las razones por las que un hombre acude a un círculo de hombres –porque se siente cercano al movimiento feminista, por un incidente concreto en el que reveló una conducta que no le gustó de sí mismo, porque va buscando algún tipo de terapia de reconstrucción de personalidad...– pero el caso es que todos los que acuden a estos grupos de confianza, que funcionan desde hace más de 30 años en diferentes ciudades, acuden con un mismo objetivo, deconstruir y volver a construir el concepto de masculinidad. “No es una iniciativa nueva pero, ciertamente, sí es desconocida para el gran público”, aduce Álvaro Priante que junto a Iván Roiz rasga el velo que cubre El círculo.

El círculo, que es el segundo documental firmado por el realizador conileño y su socio tras Gigantes descalzos, ha llamado la atención además de la plataforma Movistar+ que estrenó la película la pasada semana en Movistar+ CineDoc&Roll para después colocarla en su servicio bajo demanda.

“A través de David Roiz, el hermano de Iván, escuchamos hablar por primera vez de los círculos de hombres y también fue él quien nos facilitó algunas lecturas sobre nuevas masculinidades y la verdad que nos interesó mucho el tema e Iván, en Madrid, y yo en Barcelona, donde vivo desde hace unos años, pues nos apuntamos a esta experiencia”, explica Priante que pronto vio el documental que encerraba estas conversaciones sinceras entre hombres. “Son lugares de confianza, cerrados, claro, pero jugábamos con la ventaja de que habíamos participado con lo que sabíamos cómo era la dinámica”, suma.

Así, para El círculo, los documentalistas decidieron crear ex profeso un círculo donde participó “gente que ya tenía experiencia pero casi la mitad son hombres que nunca habían participado en una iniciativa así”, explica el conileño que opina que “entrar a grabar en un círculo que ya funciona quizás no iba a resultar porque cada círculo ya tiene su propia dinámica hecha”.

Los directores de 'El círculo', Iván Roiz y Álvaro Priante. Los directores de 'El círculo', Iván Roiz y Álvaro Priante.

Los directores de 'El círculo', Iván Roiz y Álvaro Priante.

De esta forma, los realizadores crean un círculo formado por seis hombres con perfiles diferentes donde se genera un debate en el que salen a relucir temas como los costes y privilegios de vivir en una sociedad patriarcal, su relación con las mujeres, la violencia, el sexo como causa de grandes complejos o la paternidad. Todos ellos en sesiones donde cada uno de los participantes –que siguen las reglas de los círculos como dejar hablar y no juzgar nunca al otro, “muy parecidas a las de alcohólicos anónimos”, ejemplifica Priante– cuentan su experiencias en primera persona desde su punto de vista masculino y en sus intervenciones hay cambio, arrepentimiento, sinceridad y una profunda reflexión sobre el modelo de sociedad actual.

“Podemos decir que no hay ningún hombre que diga una gran barbaridad pero quizás es porque tenemos el oído demasiado acostumbrado a ciertas cosas”, valora el director que opina que con su documental “desafortunadamente” están publicando un contenido “sorprendente todavía” donde se exponen asuntos “en los que queda claro que los hombres tenemos que dejar de ser cómplices de muchas cosas”. “Y cuesta. Cuesta decirle a la gente cercana, a un familiar por ejemplo, que no es apropiado lo que está diciendo”, reconoce aunque también se congratula por que “hay actitudes que ya no se pasan por alto como hemos visto en la gala de los Goya con las burradas que se colaron en la retransmisión de facebook sobre las actrices”.

Un momento del rodaje de una de las escenas del bailarín Itxasai Mediavilla en 'El círculo'. Un momento del rodaje de una de las escenas del bailarín Itxasai Mediavilla en 'El círculo'.

Un momento del rodaje de una de las escenas del bailarín Itxasai Mediavilla en 'El círculo'.

Además de por los testimonios de sus protagonistas –Justo, Julián, Ricardo, Víctor, Quico y Manuel–, El círculo está dibujado, casi tejido, por una coreografía interpretada por Itxasai Mediavilla que encierra también la intención “de contraponer la palabra y el cuerpo, por esa relación que también se nos ha negado al hombre de expresarnos con nuestro cuerpo en la masculinidad tradicional”, afirma  Priante que valora de manera muy positiva la participación en estos círculos que, eso sí, “ahora con la pandemia se han tenido que suspender”, lamenta.

Los hombres de 'El círculo'

Justo. Es un hombre de unos cincuenta y tantos años cuya vida dio un giro hace un lustro debido a una crisis personal tras una vida de ejecutivo agresivo de manual. La manera de relacionarse como hombre con su entorno le estaba llevando a la autodestrucción. Lo dejó todo y ahora está volcado en promover la idea de que otra masculinidad es posible.

Julián. Es un autor teatral y padre de familia que lleva años luchando contra elaislamiento y la contradicción constante con sus emociones. La paternidad le hizo replantearse su papel como hombre y desde entonces lleva a cabo un proceso de deconstrucción de su masculinidad.

Ricardo. Es un joven director venezolano que habla de sus experiencias como hombre homosexual emigrante en Barcelona. A través de su testimonio sincero y desgarrador como víctima de malos tratos, saca a relucir que la violencia es propia del género masculino, incluso más allá de la heterosexualidad.

Víctor. Escritor y padre de familia, vive su masculinidad de una manera analítica que a veces roza la obsesión. Impulsivo y esclavo de su pasado, afronta el reto de cambiar su masculinidad desde un inquietante estado de observador activo.

Quico. Actor en búsqueda del éxito, trabaja como masajista erótico para sobrevivir y ha cruzado más de una vez la frontera de la prostitución masculina. Cuando habla no tiene filtro y sus declaraciones son sinceras e incómodas, rompiendo con todo lo políticamente correcto.

Manuel. Las cicatrices en su nuca describen la fuerza de este joven del sur de Madrid. Detrás de un rostro confiado, Manuel esconde la rabia y la lucha del barrio, pero también su sensibilidad y valentía para mostrar sus debilidades.

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