Agustín Gómez Moreno, El Gitano o El de la Morcillera, apodo que le sobreviene por su abuela María la Morcillera, la cual se dedicaba a la venta de morcillas de sangre y de piñones. Primo hermano de María Moreno Macías, María La Sabina y por tanto primo segundo del desaparecido cantaor Santiago Donday, y de los bailaores El Burra y Fatuné. Agustín nació en 1933 en el Barrio de Santa María en la calle Mirador nº 19, calle flamenquísima, donde nacieron y vivieron entre otros muchos artistas Enrique el Mellizo, Pepa de Oro y varias generaciones de Ferias y Espeletas. En su casa familiar tiene su primer contacto con el flamenco y allí aprende sus primeros pasos de baile, así como en la tienda del matadero, lugar donde lo llevaba su padre de pequeño. En dicha tienda, tiene como maestras a varias gitanas del Barrio; Paulita, María La Ñaña y Tía Anica. Posteriormente se traslada a vivir la calle Concepción 2 y 4, en donde residían sus parientes los Donday y es allí donde termina de fraguarse como bailaor flamenco.

Artistas con los que convivió en su Cádiz natal y se pegó no pocas juergas flamencas, habría que citar entre otros muchos a: La Ignacia Espeleta, Juan Doblones, Canono, El Chino, Paco del Solano, Cojo Peroche, El Bohiga, Juan Mojiganga, Curro La Gamba, Antonia la Perla, Cigarrito, el hijo de Manuel El de Jesulito, Alfonso el de Gaspar, Juan Farina, Beni, El Piti, Ramón Vélez, Bendito, Cascarilla, Conchita Aranda, Chano Lobato, Almejita, etc…

En 1962 ganó un premio de baile en Jerez en donde participaron muchos conocidos artistas de primer nivel.

Aurelio Sellé lo llamó en varias ocasiones para bailar en fiestas de carácter particular, donde acudía presto Agustín, hasta que terminó cansándose del maestro, -según sus propias manifestaciones- "porque este le pagaba muy poco por su arte".

Entra a trabajar en el Muelle gaditano muy joven, pero con 22 años lo abandona y se va a Madrid por mediación de Juan Vargas (el de la Venta) formando parte de la compañía de Manolo Caracol. Posteriormente -gracias a la colaboración de Chano Lobato- ingresa conjuntamente con el guitarrista gaditano Juan Doblones en la compañía de la grandísima bailaora Carmen Amaya La Capitana, donde actuaba un joven cantaor, Antonio Núñez Chocolate. Por cierto que de Juan Doblones, familia de Adela la Chaqueta, habría que comentar largo y tendido en otra ocasión, pues Juan fue un estupendo guitarrista, poco conocido en su Cádiz natal, que formó parte entre otras grandes compañías de flamenco; en las de Carmen Amaya, Pastora Imperio, Hermanas Reyes y María Rosa; acompañando a la guitarra a figuras tan significativas como Porrina de Badajoz, Pansequito, Beni de Cádiz, Chocolate, Salvadora Galán, Hermanas Garrido y Antonia Moreno, siendo asimismo el primer guitarrista profesional gaditano que acompañó a Camarón de la Isla, cuando este empezaba a despuntar como artista.

Juan Doblones con la guitarra, Carmen Amaya, Chocolate, bailarín de Jotas y Agustín Gómez.

Por motivos familiares, pronto retorna a la Tacita, colocándose de nuevo en el Muelle, donde regentó un bar de su propiedad, hoy en día gestionado por uno de sus hijos. No obstante Agustín nunca dejó de bailar, participando en cuantos actos requirieron su presencia.

De carácter inquieto y emprendedor, El del la Morcillera fue el primer dueño y fundador del restaurante típico La Piconera, bautizándolo así en honor a la heroína literaria ideada por el escritor José María Pemán del cual sentía verdadera devoción. Pemán no pudo asistir a su inauguración, pero sí lo hizo días después, acompañado de una de sus hijas, firmando en el libro de honor del citado restaurante.

A finales de los años sesenta se rodó en dicho establecimiento un capítulo de la famosa serie Rito y Geografía del Cante en la que participaron entre otros: Agustín y Perico Melus, Paco Ñoti, José El Picaor, Espeleta, Churri y Eloy Blanco. Así mismo, él participa bailando, en otro de la misma serie, rodado en la Venta El Chato, conjuntamente con los artistas Paco del Solano, Juan Vargas, La Perla, Curro la Gamba, Manuel de Jesulito y Cigarrito.

Como bailaor, fue un fino estilista y muy posiblemente un diamante sin pulir. Su sobrino Juan El Morcillero cuando baila, se acuerda mucho de su tío Agustín, del cual dice que tenía "sentencia" cuando se arrancaba por bulerías.

Con él, con Enrique El Melu y Alfonso de la Rimada, manteníamos muy a menudo, largas y apasionadas charlas flamencas, en el Restaurante La Catedral propiedad del buen aficionado Pepe Borte. El pasado domingo nos dijo su último adiós jondo cuando tenía 78 años de edad y es justo reseñar, aunque brevemente su biografía, pues Agustín El de la Morcillera fue un gaditano ejemplar, un perfecto conocedor del flamenco gaditano y un amante defensor de su pueblo gitano.