Los 'vivos' de los cebos

Él debe ser de las pocas personas de la provincia que tiene los papeles en regla para dedicarse al marisqueo destinado a servir de cebo para la pesca marítima de recreo. De los pocos a los que la delegación provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía le ha concedido la autorización para ejercer la actividad de marisqueo a pie, para poder capturar entre otras, gusanas, muergos, cigalitas, al minocas, quisquillas y cangrejos, lo que comúnmente se llaman cebos vivos. Una medida que persigue evitar posibles esquilmaciones en el caladero.

Para ello, se ve obligado a estar dado de alta en el régimen especial de la Seguridad Social de los trabajadores del mar.

Por eso, de pronto, cuando comenzó a acudir a sus habituales clientes de en San Fernando, a los establecimientos que hasta ahora le compraban los cebos que él capturaba, y comenzaron a comunicarle que no necesitaban nada, que estaban servidos, sospechó que allí había gato encerrado, que había más de un 'vivo' que se le había adelantado, surtiendo al mercado de manera completamente ilegal. Interpuso una denuncia ante el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza ) de la Guardia Civil l, que al final decidió organizar un operativo especial.

No se equivocaba el denunciante. De la lista de seis negocios existentes en La Isla dedicados a la venta de cebos vivos que aportó a los agentes, en cinco de ellos los guardias civiles se toparon con irregularidades. Sólo en un caso el acta de inspección fue levantada de manera favorable, al no apreciar infracción alguna.

La batida, en la que han tomado parte agentes de las patrullas del Seprona de Cádiz y Chiclana, se llevó a cabo la semana pasada. Según los datos facilitados a este diario, se han cursado nueve denuncias contra los responsables de cinco negocios de este tipo. Tallas inferiores a las reglamentarias y falta de etiquetado y de trazabilidad, esto es, la ausencia de información que detalle la procedencia exacta del producto en cuestión, son las tres infracciones que han detectado en los negocios objeto de la inspección.

Los efectivos del Seprona terminaron requisando 37,100 kilos de marisco ilegal (entre cangrejos coñetas, gusanos de canutillo, aminocas, muergos y cigalitas), que fueron puestos a disposición de la Consejería de Pesca, organismo que abrirá expediente a los establecimientos denunciados por infracciones a la Ley 1/2002 de Pesca, de ordenación, fomento y control de la pesca marítima, el marisqueo y la acuicultura marina.