El mercado inmobiliario en la provincia de Cádiz alcanzó en 2021 las mejores cifras de ventas de los últimos quince años, acercándose algunos meses a datos de 2007, en pleno boom del sector, cuando en España se construía casi un millón de pisos y antes del batacazo producto del final de la burbuja de la construcción y la crisis bancaria.

El proceso de vacunación contra el Covid, con el descenso de contagios y una relativa normalización de la vida (antes de la llegada de la sexta ola), tiró para arriba con una fuerza inusitada la compra de viviendas, tanto de nueva planta como, especialmente, de segunda mano.

La necesidad de vivir en espacios mayores, más soleados, con terrazas e incluso jardines, tras la experiencia de los meses de confinamiento llegó como un maná al sector de la construcción. Hasta el mes de octubre se habían cerrado unas 13.000 operaciones de compraventa, por lo que el ejercicio pueden haber concluido por encima de las 15.000, con meses punta como septiembre, con 1.712 pisos vendidos.

La cuestión es ver si estos excelentes datos se pueden desinflar tras varios meses de casi euforia en el sector o, por el contrario, marcan una tendencia positiva. Y si es así, ¿estamos entrando en una nueva burbuja inmobiliaria como pasó al final de la primera década de este siglo?

A esta segunda cuestión, que pondría de nuevo en riesgo el sistema financiero, se le da una respuesta contundente desde la patronal: "No", afirma Jorge Fernández-Portillo, secretario general de la Federación Provincial de Empresas de la Construcción.

"En Andalucía se pueden haber dado el pasado año algo más de 15.000 visados de obra nueva, frente a unos 100.000 en el conjunto de España, muy lejos de los 800.000 en la época de la burbuja. Además, las empresas del sector están muy saneadas, al igual que las entidades bancarias, a la vez que el precio máximo de la vivienda está un 35% por debajo de los límites que se alcanzaron en su día".

Lo cierto es que la demanda sigue estando fuerte mientras que la oferta, aunque ha crecido como se constata con las nuevas promociones ya en marcha en muchas localidades de la provincia, no se ha desbocado hasta el punto de acumular un exceso difícil de sacar al mercado. Ello se está logrando, en parte, ya que muchos bancos aportan la financiación para las obras siempre y cuando en las mismas ya se haya vendido un porcentaje de pisos antes del inicio de los trabajos.

Y la primera cuestión: ¿seguirá el mercado al alza este 2022? Los indicadores que se manejan desde el sector indican que este nuevo año "va a mantener la tendencia de 2021, si nada se tuerce, e incluso acabará siendo mejor2.

Lo cierto es que hay varias cuestiones que sin ser una espada de Damocles, sí podrían afectar algo al negocio inmobiliario.

Por lo pronto está la incertidumbre de la inflación. Lo que en un primer momento se decía desde la alta economía que iba a ser una cuestión puntual, con alzas en el coste de la vida que no se veían en año, ahora se teme que se mantenga más tiempo de lo previsto, con lo que ello supone de subida de los costes.

Lo cierto es que antes de la subida imprevista de la inflación, el sector de la construcción, y ahí entra la vivienda, ya estaba soportando el incremento de los costes de las materias primas en un problema de alcance mundial. Esta situación, denunciada hace unos meses, aún se mantienen y sin visos de una rápida solución. Al igual que la falta de obra especializada, lo que implica un fuerte incremento en los presupuestos de plantilla.

Todo ello supone un cóctel que, dentro de un mercado de venta al alza, mantiene en alerta a los empresarios.

Por si fuera poco, la llegada de las inversiones gracias a los fondos europeos se está retrasando más de lo esperado. En el caso de la vivienda afecta especialmente a los pisos de protección oficial, pues están previstas partidas económicas muy cuantiosas para la rehabilitación de estas fincas y para la construcción de nuevas casas.

Con todo, asume Fernández-Portillo que la construcción necesita "un sector más predecible, con un comportamiento más estable", lejos de los altibajos ya habituales.

La seguridad jurídica y la estabilidad de las normativas ha dado un paso adelante con la aprobación de la nueva Ley del Suelo por parte de la Junta de Andalucía. Aquí entra en parte los problemas de algunos municipios con sus planes de ordenación urbana, como pasa con dos ciudades tan relevantes como El Puerto y Chiclana, donde se lamenta que la nueva normativa no hubiera estado aprobada antes.