"Me sentí tan frustrado en la oposición que me planteé dejar la política"

-Sanlúcar está de moda.

-Pues la verdad es que sí, yo soy de Sanlúcar. Usando un símil futbolístico en broma, es verdad que el Cádiz se ha quedado en segunda B, y Sanlúcar y San Fernando han promocionado. Nunca he vivido allí, pero mi familia es de Sanlúcar, le tengo mucho cariño.

Hay una casa junto al nuevo Ayuntamiento, en la esquina, antigua casa de la Cruz Roja y ahí nací yo. Me trajo al mundo mi abuelo que era el ATS de entonces.

-¿Cómo ha recibido el nombramiento? Le llega de repente después de años de oposición y en un momento difícil, poniendo en marcha una estructura nueva y diferente.

-Es verdad que después de nueve años en la política local, he dedicado todas las horas posibles a hacer oposición: gané las elecciones en 2007, cuando llegó el tsunami del PP que creció en todos sitios, nosotros subimos 3.000 votos en San Fernando. Era un proyecto muy personal. Es verdad que no tenía sentido agotar todas las posibilidades para intentar gobernar, no tenía sentido seguir en San Fernando porque creo que llegaba a ser malo incluso para mí algunas veces. Me sentía tan frustrado que me planteé incluso en dejar la política, pero después de las elecciones autonómicas me llamó el presidente Griñán y me planteó esta posibilidad. Al principio no la tenía clara, no sabía cómo encajaría en San Fernando mi salida de esa manera, pero al día siguiente me ilusioné.

-¿Y cómo va a notar el ciudadano la nueva estructura de la administración andaluza?

-La nueva estructura nos obliga a tener una mayor coordinación. En mi caso confluyen lo que antes llegaron a ser hasta tres consejerías, otras como Educación o Cultura y Deporte que eran dos y ahora una, eso exige coordinación pero permite que el delegado tenga una visión mucho más estratégica de la política. Y va a ayudar mucho que la mayoría de los nuevos delegados ha pasado por lo municipal.

-La convivencia con IU es otra novedad ¿Será complicado un mensaje único?

-Los miembros de los partidos de izquierda somos por lo general díscolos, tenemos criterio y cuando se unen IU y PSOE se unen progresistas en el mismo saco. Ese debate será positivo para la Junta. Con Manuel Cárdenas he hablado de forma extensa y la relación es magnífica. Tenemos que adaptarnos todos, porque todos salvo Angelines somos nuevos. Y al día siguiente de que a uno lo nombran se olvida de que obedece a un partido, obedece a los ciudadanos. Me ha ocurrido a mí y le ocurrirá a todos.

-¿Y la figura del coordinador del vicepresidente Valderas se va a entender?

-Esa figura tiene que existir al no tener delegado propio. La labor del vicepresidente tiene que tener una coordinación en todas las provincias, porque juega un papel de interlocución en los problemas. Esa figura enriquece la administración y no la hace parcial. Yo utilizaré también esa figura, no es algo en poder de IU.

-Lo que el ciudadano va a acoger bien es la reducción de cargos.

-La reducción de los cargos, que es algo que a priori hay que analizar con mucho detenimiento, es positiva en cuanto a la estructura que han hecho. Es muy funcional y permite tener visión estratégica a los delegados. Recortar por recortar no, pero sí cuando se hace de forma funcional como en este caso.

-Al día siguiente de que José Loaiza anuncie que dejará la presidencia del PP de Cádiz, se conoce su nombramiento como delegado del Gobierno en Cádiz. ¿Qué le dijo en el pleno de su renuncia en San Fernando? Hubo un abrazo sonado...

-Por la mañana veníamos de una discusión muy gorda del pleno anterior por la frase desafortunada de Loaiza sobre los desempleados, estos se lo achacan a la salida de la sesión y el alcalde intenta esquivarlo echando responsabilidades a otros. Lo hace delante mía, me molestó bastante y nos enfrascamos en una pelea que nunca debimos tener. Después hubo una conversación en su despacho en la que aclaramos muchas cosas. Y el abrazo respondía a dejar atrás muchas confrontaciones que habíamos tenido.

-Hoy se conocen los datos del paro. Será uno de los principales retos a los que se va a enfrentar...

-Es algo que, por desgracia, siempre ha sido mala noticia para Cádiz. Día a día he tenido en mi despacho sentado a varios desempleados contándome su drama personal. Por eso cuando uno ve los datos no es algo frío, uno se acuerda de esa gente con la que ha hablado. Desde la Junta intentaremos poner en marcha los recursos para crear empleo pero sabemos que la situación es dura y se necesita trabajo. Por eso, el otro gran reto es la coordinación institucional. En temas estratégicos para esta provincia que son los que importan a los parados que yo veía todos los días, he visto como se enquistaban y los partidos se pegaban con la bandera unos a otros por el mismo tema.

-¿El futuro de los astilleros cómo lo ve?

-Por desgracia no es algo en lo que podamos hacer mucho desde la Junta, más allá del incentivo de intentar redirigirlo hacia algunas líneas, pero hasta ahora, con gobiernos del PSOE han llegado cargas de trabajo abundante. Espero que alguien se dé cuenta de verdad de que el empleo que genera la construcción naval es tan estratégico para esta provincia que no podemos permitirnos prescindir de él.

-¿Cuál es su balance del Bicentenario, donde la Junta se implicó mucho en un primer momento pero ahora da la impresión de que está más en manos del Ayuntamiento de Cádiz?

-El Bicentenario empezó en 2010 en San Fernando y termina en el 12 y la implicación de la Junta ha sido permanentemente importante, no sólo en inversión sino en actuaciones. No se le puede reprochar nada. Es verdad que ha habido problemas para culminar algunas cosas pero se han hecho muchas otras, todas las infraestructuras son el éxito de todo el mundo. La repercusión que ha tenido la Bahía ha sido muy importante y en la sociedad ha calado mucho. Antes de esta fecha, generaciones más pequeñas que la nuestra nunca habían escuchado hablar de esa efeméride y hoy todo el mundo lo conoce.