La provincia le gana el pulso a la estacionalidad turística en otoño
Tanto la patronal como profesionales coinciden en señalar que la llegada de los meses más oscuros del año ya no es sinónimo de una abrupta caída de las reservas en hoteles y restaurantes gaditanos
“La sostenibilidad será el eje del turismo de Cádiz en el futuro”
El otoño ya no es sinónimo de vacío en la provincia de Cádiz. Si los meses más oscuros convertían algunos pueblos gaditanos en Hamelin sin niños, las nuevas formas de turismo ofrecen otras experiencias alternativas: rutas de naturaleza, senderismo por la sierra, enoturismo en Jerez, gastronomía de temporada y un patrimonio que, sin la presión de la masificación, muestra su rostro más relajado.
Aunque los datos definitivos de ocupación para octubre de 2025 aún no se han publicado, los informes del Observatorio Turístico de la Diputación de Cádiz muestran un patrón claro: los meses intermedios han ido ganando relevancia en términos de pernoctaciones y ocupación hotelera.
En la capital gaditana, por ejemplo, el mes de octubre de 2024 acogió a 27.760 clientes hoteleros, apenas 91 menos que en el mismo mes del año anterior. En ese dato, la proporción de extranjeros fue clave para sostener el negocio fuera del calendario estival.
En el conjunto de la provincia, la campaña turística de 2024 fue de récord. En el primer semestre llegaron a Cádiz 878.135 visitantes españoles (66,33 % del total) y 445.738 extranjeros (33,67 %). Esto refuerza la idea de que el turista nacional sigue siendo la base, pero el extranjero gana terreno. También cabe destacar que, en mayo de 2025, la provincia superó las 800.000 pernoctaciones, y los viajeros nacionales superaron los 300.000.
Desde Horeca, Antonio de María, su presidente, confirma las buenas expectativas para el sector en los tres próximos meses. “Para este otoño la provincia va a tener noticias muy positivas. Además de la posible elección de Jerez como Capital de la Gastronomía de España, el fin del verano hace que las empresas recuperen su pulso y lógicamente se ponen en marcha congresos, reuniones, viajes y todo lo que conlleva el movimiento de una sociedad viva como la nuestra”.
Una de las poblaciones que mejor está plantando batalla a esa temida estacionalidad es Vejer. Paco Pacheco, que regenta varios establecimientos hoteleros en la localidad, como Bekkeh Posada Boutique, comentaba este mismo viernes que están teniendo más reservas que en los últimos años. “Estamos notando una tendencia mucho más positiva. Es verdad que iniciativas como el Gastromusic Festival, que se celebra los primeros sábados de cada mes, o este domingo la fiesta del Lomo en Manteca, ya se dejan notar por el pueblo, pero es que tenemos reservas hasta más avanzado el otoño. Igual está influyendo también el bueno tiempo que está haciendo en Cádiz, con temperaturas altas y sol”, dice.
La misma sensación tiene Alberto Reyes, propietario del restaurante 4 Estaciones, también en Vejer, en el que centró todos sus esfuerzos tras dejar de ser socio del hotel Arohaz, en los Caños de Meca. “El turismo sigue presente en Vejer, pero hay que decir que nos apoyamos mucho en las actividades culturales. Si no fuera por estas iniciativas estoy convencido que lo notaríamos mucho”, aclara.
Como Paco, Alberto resalta la celebración mensual del Gastromusic Festival, “que siempre nos viene muy bien”. Afirma que quizá el mes de noviembre es el más complicado, porque luego diciembre vuelve a animarse con los puentes y la cercanía de la Navidad, que llena hoteles y restaurantes.
Al preguntarle qué tipo de turista es el predominante en Vejer comenta que “sobre todo el nacional. Aquí hay mucho extranjero, pero se trata más bien de gente que tiene su segunda residencia en el pueblo y que cuando llega el invierno en sus países, Alemania sobre todo, se vienen a su casita de verano”.
El tirón del enoturismo en el Marco de Jerez
Aunque las cifras específicas de enoturismo no se encuentran en los informes públicos más recientes, el crecimiento general del turismo en los municipios del Marco de Jerez acompaña a este fenómeno. Jerez es uno de los polos de atracción turística en la provincia, apoyado por su industria vitivinícola, su patrimonio y sus infraestructuras culturales.
Por ejemplo, en agosto de 2025 los hoteles de Jerez recibieron cerca de 34.000 visitantes, generando unas 93.000 pernoctaciones.
Esto indica que la ciudad sostiene un volumen turístico sustancial incluso fuera del núcleo costero, lo cual facilita que el enoturismo y otras actividades culturales puedan integrarse mejor en la oferta de otoño.
Las bodegas, conscientes de este potencial, están apostando por experiencias inmersivas: visitas a los viñedos durante la vendimia, maridajes con productos locales y estancias que combinan vino con otros atractivos (gastronomía, naturaleza, patrimonio).
Además, como gran baza del periodo otoñal, Jerez cuenta con sus célebres Zambombas, que el año pasado batieron récords y llenaron los hoteles de la ciudad. Antonio de María cree que es un tirón que deben seguir otras localidades de la provincia. “El año pasado fue el de mayor afluencia de público que ha experimentado ese fenómeno. Estuvo Jerez hasta arriba. Para nosotros es importante, porque noviembre es el más bajo en las ventas de todo el año, y además viene el segundo pago de muchos impuestos y la gente se retrae. La universidad también ha supuesto una inversión potente a muchas familias, y eso influye. Así que todos los alicientes que dinamicen el turismo son bienvenidos”.
Naturaleza y sierra: el auge del turismo activo
El atractivo natural de la provincia de Cádiz —la sierra, los alcornocales, los pinsapares, los espacios de frontera con rutas entre pueblos blancos— es un activo que se potencia al caer la masificación y con mejores condiciones climáticas en otoño.
Empresas de turismo activo que desarrollan rutas de senderismo, ciclismo de montaña o avistamiento de aves reportan que octubre es uno de los meses fuertes para recibir grupos internacionales, especialmente del norte de Europa (Alemania, Reino Unido, Países Bajos). En Tarifa, el paso migratorio de aves mantiene el interés para observadores especializados.
También hay que tener en cuenta que el cambio climático juega un doble papel: por un lado permite extender la ventana de actividad al aire libre en épocas más templadas; por otro, la irregularidad en precipitaciones puede afectar algunas rutas (erosión, cierre de senderos, disponibilidad de agua).
Y no se puede olvidar que el otoño es la estación de la despensa gaditana: jornadas micológicas en Jimena, rutas de caza en la Sierra, setas, hongos y platos de cuchara regresan al menú. Restaurantes locales aprovechan para hacer jornadas temáticas que atraen tanto al residente como al visitante.
Deporte al aire libre
Los campos de golf en Chiclana, Sotogrande y otros enclaves costeros también están en plena actividad en otoño, con reservas que muchas veces exceden las de junio o julio, porque el clima es más suave, el entorno más descansado.
Las rutas cicloturistas, travesías por montaña y eventos deportivos locales (trail, maratones pequeñas) completan una oferta deportiva muy demandada en los meses intermedios.
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