Hasta otoño con las sandalias puestas

Pese a que este fin de semana se ha notado algo más el frío tan ansiado gracias a la llegada de la lluvia, es cierto que durante estos meses otoñales, las altas temperaturas que se han ido registrando no son las típicas de la temporada.

Por un lado, cabe destacar que el buen clima que ha habido durante estas semanas ha favorecido a la hostelería y al turismo ya que ha sido patente los llenos en las terrazas del casco histórico de la ciudad durante varios fines de semana consecutivos. Un hecho que se ha visto mermado por estas tímidas primeras lluvias, que han supuesto el vacío en las calles durante este fin de semana. También durante estos meses anteriores se ha roto con la estacionalidad imperante durante varios años en cuanto a los productos típicos de verano y de la temporada otoñal haciendo que convivan durante varias semanas. Una característica atípica que se podía comprobar solo dando un paseo por la ciudad, ya que se podía apreciar a portuenses y visitantes disfrutando tanto de un helado como de un cartucho de castañas asadas.

Pero no a todo el mundo sienta bien estas buenas temperaturas. Cabe recordar el difícil papel que desempeñan las tiendas de ropa y de calzados en estos meses atrás. Debido al buen clima, no han podido hacer muchas ventas de la ropa de la temporada de otoño e invierno, puesto que hay aún clientes que demandan camisetas de mangas cortas y sandalias. Por ello, los diferentes comerciantes han buscado distintas alternativas para que estos meses no supongan muchas pérdidas en el negocio.

Tiendas de zapatos como Calzados Nati, ubicada en la Placilla, ya tienen puesto en sus diferentes expositores botas y zapatos de invierno, y para intentar hacer algo más de venta han optado por ofertar algunos de sus productos desde 10 a 25 euros dos pares. Además combinan los zapatos y botas de vestir con zapatillas de andar por casa y deportivas, éstas últimas siendo más demandadas por el público joven.

Según afirma Antonio León, propietario de Calzados Noel, "ya son alrededor de 4 o 5 años que llevamos en esta situación, y si la cosa sigue así tendremos que cambiar la estrategias de venta, como ofertar en la misma tienda tanto zapatos de verano como de invierno o intentar estirar al máximo las temporadas".

En el caso de los comercios de modas y textil como por ejemplo Modas Macarena, sus empleadas afirman que la mayoría de gente que entra en el establecimiento, demanda ropa de entretiempo incluso camisetas de verano. Debido a ello, siguen ofertando los productos de esta temporada veraniega, ya que en los diferentes almacenes de ropa donde selecciona su género ya solo venden prendas abrigadas.

Tanto esta tienda de moda joven, como Formidable de moda infantil y bebé, aún no han expuesto chaquetones ni abrigos, porque de hecho no se venden. Ofertan algunos jerseys algo más abrigados, pero pocos, ya que no hay apenas demanda. En cuanto a El Formidable, lo que más piden sus clientes habituales son mayas y camisetas de tejidos más finos. Además ya en estas fechas están trabajando con los apartados para los regalos de Reyes Magos. Un servicio exclusivo que ofrece esta tienda para que los clientes puedan reservar sus pedidos con bastante antelación y sin problemas en las devoluciones.

Asimismo, tiendas especializadas en ropa de casa, como es El Saquito, llevan más de 15 días que su venta está totalmente paralizada. En su puerta se ven los carteles de buenas ofertas como son sábanas de coralina, típicas de invierno, que el año pasado las vendían a 20 o 25 euros, rebajadas hasta 15 euros. En el interior del establecimiento además de ofertas en toallas y albornoces, la más llamativa son las mantas individuales, ya que las venden dos al precio de 5 euros. Unos precios bajísimos que les permiten permanecer en pie hasta que lleguen las compras de Reyes que es donde más movimiento prevén.

Por último, no solo en la venta de moda afecta las altas temperaturas. Muchos establecimientos de electrodomésticos como es el caso de Ángel Gurrea que se encuentra en la calle Micaela Aramburu, en todo lo que llevamos de otoño, aún no ha vendido apenas nada de calefactores ni tampoco se plantea traer muchos aparatos de este tipo hasta que no haya un cambio de clima. "¿Cómo voy a traer calefactores si hace un ratito he acabado de vender un aire acondicionado?", se pregunta el propietario.

"Llevamos algunas temporadas, que en mi establecimiento es más favorable la campaña de verano que la propia de invierno. En verano la demanda de aire acondicionado es mayor que en invierno la de calefacción, puesto que ya no son tantos los días que tenemos de frío como antes". En cuanto a las secadoras de ropa, la venta se basa en el mismo dilema, "nosotros no vendemos secadoras, al igual que las tiendas no venden paraguas, hasta que no comienzan las verdaderas lluvias", manifiesta el comerciante.

Unas muy buenas temperaturas, que los comerciantes ansían que desaparezcan para así dar salida a sus productos de invierno, pero que los hosteleros desean que perduren para poder mantener las terrazas llenas. Ciertamente, 'nunca llueve a gusto de todos'.