Juicio al ex director de Salesianos

"Yo he sido un niño entre los niños"

  • Francisco Javier López Luna ha declarado que "jamás" agredió ni abusó de ningún alumno. Dice que en Cádiz no se ha entendido el "estilo cercano" de su sistema educativo. Apunta a una venganza de los menores.

Francisco Javier López Luna, el cura al que la Audiencia Provincial juzga desde ayer acusado de abusar sexualmente y agredir a alumnos menores de edad cuando era director del colegio Salesianos de Cádiz –entre 2011 y 2013–, ha dicho que “jamás” se sobrepasó con ellos y que nunca les puso la mano encima.

“Yo he sido un niño entre los niños”, ha argumentado el religioso. “Me rebajé y me puse al nivel de los alumnos. Entré en su juego, lo reconozco, pero algunos se han empeñado en deformar la relación que mantuvimos”, explicó López Luna.

El ex director del centro, que se mostró excesivamente nervioso  durante su declaración ante el juez, admitió que hubo “juegos de peleas, pero sin golpes” con algunos menores en su despacho. Sólo eso. Ni ánimo libidinoso ni carácter sexual. 

López Luna defendió que su intervención educativa implicaba “cercanía” para “empatizar” con los estudiantes “conflictivos” y con “necesidades especiales”. De hecho, comentó que aplicó el mismo método en el colegio Salesianos en Badajoz que dirigió durante cinco años y que consiguió colocar “en el ranking de los 100 mejores colegios del mundo” debido, entre otras cuestiones, a su sistema de innovación docente. Sin embargo, dijo  que “en Cádiz no han entendido lo que quería hacer por ellos” y que, además, se han aprovechado de él. 

Bajo esta misma premisa de proximidad con el alumnado, el sacerdote aseveró en sala que él era gaditano y, como tal, presumió de tener un carácter “abierto”, una personalidad sociable que no tuvo inconvenientes en extrapolar a su modelo educacional. 

El que fuera máximo responsable de colegio Salesianos en Cádiz planteó también ayer que las denuncias que en su día formularon los niños implicados en este caso obedecían a una venganza planificada. “Castigué a varios alumnos sin excursión de fin de curso”, lo que, según el religioso, les llevó a urdir un plan para acusarlo falsamente de pederasta y agresor. “No me lo han perdonado”, dijo.

El acusado ha sido tajante y ha negado que propinara golpes o abusara de los menores. Asimismo, ha asegurado que no existía  un “sistema de créditos” a partir del cual los alumnos podían evitar clases o exámenes acudiendo a su despacho, sino un método de intervención educativa que toleraba la salida de clase en base a un “protocolo justificado y siempre con la autorización del profesor” que en ese momento dirigía el aula. 

López Luna se ha referido a sí mismo como “un director salesiano con un bagaje y un estilo cercano para con los estudiantes”. En ese punto, el ex director recordó que el Papa Francisco quiere “más curas con olor a ovejas”. En cuanto a las supuestas víctimas, se ha referido a ellas como “menores que, dentro de la normalidad, tendían al conflicto”. 

Ha resaltado que su despacho “siempre estaba abierto” y que los niños acudían voluntariamente y en grupo, nunca solos. El que también fuera profesor de religión ha manifestado ante el tribunal que “muchas veces llegaban con ganas de trabajar”, y otras iban directamente “a liarla”, cambiándole incluso de sitio los cuadros o la virgen de su despacho. Pese a ello, ha dicho que tuvo “paciencia” porque él “confía” en la gente y piensa que “no existe joven malo”, sino que se centra en la “posibilidad de cambio para integrarse en la sociedad”. 

Durante la vista, el religioso ha  asegurado que “la única agresión” que se produjo en su despacho fue la que él mismo sufrió por parte de los familiares del alumno que presentaron la primera denuncia. Ha relatado que dio clase a este menor, quien “el primer día” le dijo que no quería dar clase de religión porque era “ateo” debido a que “la Iglesia tiene mucho dinero y los curas son todos unos pederastas”, señalando que eso fue “la antesala del calvario que estoy viviendo”. 

También comentó que el tío de ese menor –que fue condenado a una multa por agredir al cura junto a la madre del alumno– salió del colegio el día del altercado profiriendo insultos contra él y gritando que “no hay mejor iglesia que la que arde”. 

El ex director señaló que el tío es miembro de un grupo de música “satánico” y que creó un grupo de Facebook llamado ‘600 pavos para el cura’ con el objetivo de reunir los fondos necesarios para hacer frente a la indemnización a la que fue condenado y en el que se le insultaba. 

la vista

La primera sesión de las nueve que están previstas que se celebren en la sala de vistas de la SecciónTercera estuvo ayer cargada de expectación. Un nutrido grupo de periodistas se agolpaba a las puertas del Palacio de Justicia desde primera hora de mañana de ayer. Poco antes de las diez, el ex director salesiano llegó a la Audiencia con pocas ganas de hablar con la prensa. 

Todo lo contrario ocurrió minutos después, cuando López Luna se sentó en el banquillo de los acusados. El cura quiso ofrecer su versión exculpatoria ante el tribunal interrumpiendo en numerosas ocasiones al fiscal durante su interrogatorio. Llegó a proferirle: “Por ahí no entre usted”. El religioso no contestaba directamente a las preguntas planteadas. Se negó a explicar en qué consistían determinados juegos supuestamente practicados con los niños. Y calificó de “calumnia” las conclusiones provisionales de Fiscalía. El presidente del tribunal, el magistrado Manuel Grosso de la Herrán, tuvo que advertirle que no rectificase al fiscal y se que se limitase a responder. 

El tribunal de la Sección Tercera decidió ayer que el juicio fuese público (excluyendo el testimonio de los menores afectados). El fiscal, sin embargo, solicitó que se celebrase a puerta cerrada mientras defensa del cura pidió la audiencia pública, lo que finalmente admitió el juez.

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