La guerra de la basura en la Sierra de Cádiz

Vecinos de varios municipios serranos llevan tiempo mostrando su desacuerdo con el método “puerta a puerta”

El conflicto, que se ha ido politizando desde distintos frentes, tiene su último escenario en Olvera

Olvereños impugnan la ordenanza de residuos de la Mancomunidad de la Sierra

Un momento de la concetración el pasado domingo en Olvera.
Un momento de la concetración el pasado domingo en Olvera. / D.C.

Un miura. Ese es el equivalente de basura que cada uno de nosotros genera al cabo de un año. Un tonelaje que arrastramos sin darnos cuenta, en una rutina etérea y nebulosa, y que hemos de minimizar, aplastar, esconder, tapar. Ya no, quemar. Cómo gestionamos los residuos se ha vuelto una cuestión crucial para el ser humano del siglo XXI, esa criatura no tan liviana que anda a golpe de latidos de litio, arrastrando 400 kilos en canal.

Dentro del cómo manejarnos con esa inmensa mole de desperdicios, la Sierra de Cádiz lleva un tiempo protagonizando su peculiar enfrentamiento entre apocalípticos e integrados, y viceversa.

Durante el mes de abril, Olvera ha sido testigo de varias protestas contra el sistema de recogida de basura ‘puerta a puerta’ instaurado desde años en la zona. El pasado domingo, la concentración reunió también a algunos vecinos de Setenil. Las protestas han venido acompañadas de la presentación de un escrito de impugnación contra esta normativa en un gesto que, indican los organizadores, “está llevando a cabo el pueblo”. El texto presentado por algunos vecinos de Olvera señala la conculcación de derechos constitucionales (relativos a la intimidad y el tratamiento de datos personales) en la implantación del modelo.

Pero, más allá de esos puntos, en el corazón de la protesta se sitúa el tema de la subida de tasas. Puesto en marcha en distintos puntos de la Sierra a partir del 2020, el sistema puerta a puerta (PaP) pone en manos de cada casa la gestión de los residuos y su separación para posterior desecho o reciclaje. Para ello, a los vecinos se les proporcionan cubos específicos y la basura se va recogiendo según tipología y calendario. Puede ser que uno tenga un exceso de orgánico o restos, y para eso se mantienen contenedores como áreas de emergencia. El modelo se adaptaba así, según pautas de éxito e implantación en otros lugares, a la normativa europea, que venía a señalar de forma especial los residuos orgánicos, por ser los que generan más gases nocivos.

“Viendo que esa normativa iba a llegar tarde o temprano, y que había fondos a los que acogerse, se ofreció a la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz formar parte de este sistema –explica Ana Medina, presidenta de Básica, la empresa pública encargada de la recogida–, máxime cuando, en muchos de ellos y dada la propia estructura de los pueblos, ya se realizaba el bolseo”.

CUBOS ROTOS COMO PROTESTA

El puerta a puerta se ha implantado en todos los pueblos de la Sierra gaditana menos en Villaluenga y en Alcalá del Valle, “que se ha ido dejando tan para el final, que todavía no está implantado. De hecho –continúa Medina –, el equipo de comunicación quería haber empezado ya la campaña de información en Alcalá, pero no han podido, porque estamos ocupándonos en cosas como reponer los cubos que la gente se está dedicando a romper en algunos pueblos”.

“Lo que indica Europa es que hay que desarrollar fórmulas para no llevar tanta basura al vertedero, así que la normativa en España decide establecer un sistema de penalización por tasa”, indica también al respecto la alcaldesa de Olvera, Remedios Palma.

Ahí entra en funcionamiento la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados. En resumen, todo lo que vaya a vertedero, paga más: en general esto se traduce en la basura de fracción resto y, para quien no tenga un sistema de compostaje, basura orgánica.

EL LÍO DE LAS TASAS: SUBEN, PERO NO POR EL PUERTA A PUERTA

También según la misma ley, el que genera la basura es el que paga. Y el que genere más, pagará más. En muchos municipios de la Sierra, y hasta hace poco tiempo, los ayuntamientos se encargaban de pagar parte de la tasa de basura. Una práctica que, según el nuevo articulado, es ya de hecho una ilegalidad, con lo que en Espera, por ejemplo, la basura se subió el año pasado, al igual que en municipios como Puerto Serrano, Setenil, Villamartín, Zahara o Algar. Algodonales y El Bosque vieron crecer la tasa hará unos dos años, mientras que Olvera ha esperado hasta el último momento. En Grazalema y Ubrique no han tenido ese problema. Alcalá del Valle “debe ser ahora mismo uno de los pueblos que más debe estar pagando, unos 180 euros, y más aún será el año que viene”, indica la presidenta de Básica. Si Olvera ha visto, por ejemplo, duplicar su tasa de basura –detalla su alcaldesa–, con el sistema de contenedores no se pagarían los 165 euros actuales, sino que se llegaría a 220, “porque estaríamos llevando más toneladas al vertedero”.

Pero, en la comparativa, lo que han visto los vecinos es que su factura ha subido de forma exagerada, y han terminado asociando esta alza al sistema puerta a puerta, cuando uno y otro no guardan relación.

En muchas localidades, una circunstancia y otra se han solapado y “no somos capaces de transmitir la realidad. En El Gastor, por ejemplo, que lleva ya bastante tiempo con este método porque fue allí el programa piloto, no ha habido esta confusión:han asumido que lo que ha ocurrido es una subida generalizada de lo que va a vertedero y ya está –continúa Medina–. Es más: si se abandonara el sistema de recogida selectiva puerta a puerta, se terminaría pagando más porque, de nuevo, lo que termina tasando la basura es la parte que acaba en vertedero; mientras que sí que existe un mejor tratamiento impositivo cuanto mayor sea el porcentaje de separación de residuos”.

POLITIZACIÓN DE LAS PROTESTAS

‘Olvera se levanta. No al puerta a puerta. No a Básica. No a las tasas abusivas’, son algunos de los eslóganes que podían leerse en la concentración olvereña, que afirma no tener ninguna vinculación política. Otras fuentes, sin embargo, señalan que en la manifestación estaban presentes muchas caras de la estructura provincial de Vox, pescando a río revuelto. En ocasiones, las protestas se agrupan en iniciativas como Bornos se mueve Aja o El Bosque se mueve, cuya cara visible es el que fuera hace años candidato de IU y Vox, José María Salguero.

Y no son los únicos lugares en los que se politiza el tema: el año pasado, además de en Bornos, hubo protestas en Espera, Algar, Puerto Serrano... “Todos ellos, municipios donde no gobierna el PSOE–apunta Ana Medina–. Desde la empresa podemos hacer de todo, pero si los alcaldes se desentienden o nos señalan, tenemos un espacio de acción muy limitado. Y quiero indicar que la empresa, que es de gestión pública, ha estado ahí en momentos como la dana o el apagón, recogiendo la basura”.

En Ecologistas en Acción también hablan de esta campaña de politización a varios frentes, alertando sobre el “populismo barato, que también se ha repetido en otras provincias donde se ha instaurado en este sistema”.

“Más que las quejas –comenta al respecto Remedios Palma–, me han entristecido las formas, los insultos, los escraches, el atentar contra personas... Todo eso me ha dolido mucho en un municipio tan pequeño”.

NO PASA NADA SI NO ESTÁS O TE EQUIVOCAS

La indignación, aseguran, se maneja a partir de la desinformación y los bulos.Cosas como que si no sacas la basura ciertos días te van a penalizar, o que si te vas de vacaciones también, o que tienes que avisar –enumera Ana Medina–. Si te equivocas y sacas el cubo un día que no es, lo único que ocurre es que no se recoge: si se repiten las incidencias, llamamos por si la persona necesita ayuda”.

Tampoco, asegura, se “intimida” a nadie para que se apunte: “En el sistema puerta a puerta puedes inscribirte online, pero también hay informadoras que te visitan si lo necesitas. Si no, lo puedes hacer por teléfono o incluso concertar una cita. También existe un listado de personas vulnerables, para que lo tengamos en cuenta. No hay castigos ni multas: si te multan, es porque tiras las basuras de cualquier forma o donde no debes, te multarían en cualquier caso” , desarrolla.

La separación en contenedores no se ha mostrado tan exitosa como en el método PaP.
La separación en contenedores no se ha mostrado tan exitosa como en el método PaP. / D.C.

CÁMARAS DE EMERGENCIA PARA CASOS DE EMERGENCIA

“Sí es cierto que cuando rellenas el formulario, aceptas que se puedan hacer inspecciones: pero eso es en casos muy excepcionales, si se acumulan incidencias, llamamos para ir a tu casa y ver qué ocurre con la separación –aclara Medina–. En ningún caso, desde luego, se va a abrir la bolsa de nadie: se puede saber por el aspecto o a peso qué hay dentro”.

Otra de las cuestiones es la relativa a la instalación de cámaras de emergencia en las áreas de contenedores –que siguen existiendo– y puntos limpios en pueblos como Olvera o El Bosque: un sistema que se ha instalado “porque Diputación dio unas ayudas para controlar los depósitos muy flagrantes: neumáticos, uralita, etc”, indica Ana Medina.

EL SELECTIVO, MÁS BARATO QUE EL CONVENCIONAL

También se dice que se paga más porque el puerta a puerta necesita más operarios que los contenedores. Medina subraya que no sólo el sistema resulta más barato de lo que resultaría el convencional, sino que en Básica hay, actualmente, unos 200 trabajadores, cuando antes de la implantación del PaP tenía cincuenta, “todo ello, en una zona muy necesitada de empleo, como es la Sierra”.

Otra de las quejas es la relativa a la implantación obligatoria de la nueva tasa: “No lo es –indica el Facebook de El bosque se mueve–, ni en Europa ni en el Gobierno obligan a cobrarla. La ley deja a cada ayuntamiento financiar el servicio de basura”.

Lo que no les permite, como hemos visto, es asumir ellos mismos financiación, como se hacía en algunos puntos. Señala, además, la Ley de Residuos que “el hecho imponible del impuesto recae sobre la entrega de residuos para su eliminación en vertederos”.

Juanma Moreno, durante la inauguración del centro de compostaje en Villamartín.
Juanma Moreno, durante la inauguración del centro de compostaje en Villamartín. / Europa Press

LA LEY NO INDICA UN SISTEMA ESPECÍFICO: PERO SÍ, EL MEJOR SEGÚN CASO

Ante la máxima de que la legislación obliga a “reciclar” pero no se indica el método específico, es cierto que la ley –continúa el articulado de la 22/2011– “no determina una única modalidad para llevar a cabo las mencionadas recogidas separadas de las distintas fracciones de los residuos de competencia local”, pero estas deben –señala también la ley– “adaptarse a las circunstancias de cada entidad local, teniendo en cuenta los modelos de éxito comprobado, como son los de recogida puerta a puerta, o con contenedores cerrados”.

Y entre una y otra modalidad, la PaP ha demostrado desde luego su eficacia en las localidades pequeñas: en la Sierra de Cádiz, el índice de separación antes del puerta a puerta era del 10%, ahora ha pasado a estar entre el 35 y el 45%. En Espera, se ha pasado de recoger un 6,4% al 37% de residuos; en Bornos, del 19,2 al 41%; en Setenil, del 4,6% al 34%. 

“El modelo implantado en la Sierra, avalado por la Junta de Andalucía y verificado por la experiencia en muchos municipios de España y Europa, pretende reducir al máximo los residuos llevados al vertedero, para evitar así sanciones y más impuestos”, señalaban este viernes la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz y Básica en un comunicado conjunto.

APROBADO POR UNANIMIDAD ENTRE ALCALDES

“Cuando se aprobó el sistema del puerta a puerta, fue por unanimidad entre los alcaldes del momento –rememora Remedios Palma–. El proyecto incluía también, como se hizo, la implantación de una zona de pilotaje en un área de deprimida, y contemplaba un incremento importante del empleo”.

Más allá del recorrido que pueda tener la queja –desde Mancomunidad y Básica se indica que la presentación de estos documentos no implica la anulación de la ordenanza–, en la cuestión de los datos censales, el “traspaso es de un censo de clientes de un sitio a otro y, en este caso, de empresa pública a empresa pública”, explica Ana Medina.

Desde Mancomunidad y Básica resaltan además que “no se ha improvisado ninguna actuación”, sino que todo responde a “normas nacionales y planes aprobados; y que el coste del servicio se ajusta estrictamente a los gastos de recogida y tratamiento de residuos”.

“Entendemos que los cambios pueden generar inquietudes, pero pedimos responsabilidad y rigor en la difusión de información”, apuntan.

Como todo sistema, el puerta a puerta es mejorable, y la presidenta de Básica asegura que se toma nota de todas las sugerencias de los vecinos: “Hay algunos negocios que pueden estar pagando demasiado, al igual que las casas vacías... Son cosas que se van a mejorar. Hay gente que pide que recojamos más el resto o el orgánico, o dos o tres fracciones diarias, que ahora mismo no podemos, aunque sí nos gustaría hacerlo en el futuro”, añade.

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