Los ganaderos reclaman ayudas ante el avance del brote de lengua azul en Cádiz
El sector lanza un grito de auxilio a la administración para afrontar una situación que puede llevar a muchas explotaciones a la quiebra
La mortandad de ovejas sigue aumentando pese a las vacunas
Un foco de lengua azul pone en alerta máxima a los ganaderos de la provincia de Cádiz
El nuevo brote de lengua azul declarado hace un mes, y que se extiende ya por varias provincias andaluzas, amenaza con llevar a la ruina a explotaciones ganaderas que malviven a costa del esfuerzo de sus propietarios. En la mañana de ayer, una representación de los afectados se reunió en Jerez con cuatro veterinarios de la Junta de Andalucía para explicarles la situación y poner sobre la mesa la necesidad de obtener ayudas de la administración para garantizar su supervivencia.
De momento, las autoridades han restringido el movimiento de animales en Cádiz, Sevilla y Málaga para tratar de controlar la propagación. La lengua azul es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que afecta a rumiantes, pero no a humanos. La cuestión es que hay rebaños que están teniendo una mortandad altísima.
Juan Alfonso Parrazuelo, conocido en Paterna como El Isla, es uno de los ganaderos que más está sufriendo el brote. Cada mañana, empieza a recorrer las fincas donde pastan sus rebaños y se encuentra con un panorama desolador. “Calculo que ya habrán muerto más de medio centenar de ovejas. Y queda todo el verano por delante, porque este virus sólo se acaba cuando llega el otoño y el frío. Este año ha empezado antes, así que se va a llevar por delante a muchos de nosotros”, dice.
Otros compañeros, como Miguelito, está desolado. “Vive para las ovejas, y ver como se les están muriendo a puñados lo tiene destrozado”, cuenta el Isla.
Tras la reunión de ayer en Jerez los ganaderos han hecho ver a los veterinarios cuál es la situación actual y cómo en muchos casos ni siquiera las dos vacunas que les pusieron en octubre a las ovejas están surtiendo efecto. A la península ibérica se la considera actualmente zona sin estatus frente a los serotipos 1, 3, 4 y 8. El serotipo 3 ya fue detectado en la provincia de Málaga el pasado mes de enero, en el municipio de Casares. Y los Servicios Veterinarios Oficiales de la Junta de Andalucía consideran que el que está afectando a Cádiz es el 8.
“No sabemos si vamos a poder asumir tantas pérdidas porque esto es otro clavo en el ataúd”, comenta el Isla.
Tras la reunión de ayer, los ganaderos advierten que no descartan desplazarse hasta Sevilla para tratar de exponer su situación ante la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.
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