Yasin Kanza, detenido por matar con un machete a un sacristán en el exterior de la iglesia de Nuestra Señora de La Palma de Algeciras y herir a varias personas, entre ellas un sacerdote, puede enfrentarse a una condena de prisión permanente revisable, la pena máxima del Código Penal.

Según fuentes jurídicas consultadas por este medio, el hombre arrestado por la agresión mortal ocurrida este jueves en la localidad campogibraltareña de Algeciras podría ser condenado a prisión permanente revisable "siempre y cuando se demuestre, una vez que se desarrollen las pesquisas oportunas, que fue un ataque terrorista".

De momento, la Audiencia Nacional ha abierto una investigación por delitos de terrorismo, que ha recaído en el Juzgado Central de Instrucción número 6, el que estaba de guardia este jueves. Asimismo, y según han indicado a Efe fuentes próximas a la investigación, Yasin Kanza gritó "muerte a los cristianos" y "Alá es grande" mientras perpetraba los ataques. 

En caso de no acreditarse que fue un ataque terrorista, habría que determinar si Kanza cometió un homicidio (de 10 a 15 años) o un asesinato (de 15 a 25). 

Respecto a la agresión emprendida sobre el sacerdote que no perdió la vida, las penas a las que se enfrentaría el detenido oscilarían entre 10 y 15 años de cárcel dependiendo de la calificación jurídica de los hechos, que podría ir desde un delito de lesiones con instrumento peligroso a un delito de homicidio en grado de tentativa.

El arrestado estaba pendiente de expulsión a su país, ya que se encontraba en España en situación irregular. No contaba con antecedentes policiales. Según las primeras pesquisas de los investigadores, podría tratarse de un "lobo solitario".