Consecuencias del coronavirus

Navantia retoma este lunes las corbetas con trabajos puntuales y plantillas limitadas

  • El astillero de San Fernando reanuda la actividad productiva con la incorporación progresiva de plantilla fija y contratas tras implantar un estricto protocolo de salud laboral

  • La normalidad no se alcanzará hasta dos semanas después del levantamiento del estado de alarma, según el protocolo de la compañía

Navantia San Fernando recibe la visita del Embajador de Arabia Saudí en España el pasado mes de febrero.

Navantia San Fernando recibe la visita del Embajador de Arabia Saudí en España el pasado mes de febrero.

El astillero de Navantia San Fernando retomará este lunes la obra de las corbetas para Arabia Saudí tras más de un mes de paralización como consecuencia de la epidemia de coronavirus. La vuelta al trabajo será "progresiva" y se centrará en labores puntuales, "con muchas cautelas y números limitados de trabajadores", tanto de la plantilla fija como de la industria auxiliar, según ha indicado Manuel Aranda, secretario general de la sección sindical de UGT en la factoría de la isla. "La intención es que se empiece a trabajar en las corbetas, talleres y gradas paulatinamente, cumpliendo toda la normativa de prevención", ha agregado.

Tras la reapertura de los centros de trabajo de Navantia, la actividad se ha centrado esta semana en desinfectar las instalaciones e inspeccionar los puestos de trabajo para su adaptación al protocolo de salud laboral implantado por la empresa.

"Estamos en el inicio de la fase de reanudación de la actividad. Se han hecho evaluaciones preventivas para ver cómo se podía reordenar antes de la reincorporación de los compañeros, como la instalación de pantallas, separar al personal dos metros donde se pueda, señalización o colocación de hidrogeles de desinfección", ha señalado Manuel Aranda, que ha incidido en que "desde la parte social estamos haciendo hincapié en que todo se cumpla".

La industria auxiliar también se incorporará progresivamente al trabajo, lo que permitirá a las empresas del sector desactivar parte de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) presentados por la declaración del estado de alarma. Las contratas también están obligadas a cumplir los protocolos. "La información que tenemos es que no va haber ninguna anomalía. Se les ha dado todas las pautas, pero eso se verá en el día a día", ha agregado el secretario general de UGT-Navantia San Fernando.

Pese a la reapertura de los astilleros, aún falta mucho para que se pueda hablar de normalidad. El protocolo presentado por la empresa al comité intercentros marca un plazo de dos semanas a contar a partir del levantamiento del estado de alarma para que se recupere la velocidad de crucero. Con la nueva prórroga aprobada por el Gobierno, el estado de alarma seguirá vigente como mínimo hasta el 10 de mayo, por lo que si se cumple la planificación de la empresa, hasta finales de ese mes no se alcanzaría el nivel previo a la crisis.

Mientras tanto, sigue en vigor el fomento del teletrabajo y las medidas de protección a los trabajadores considerados "especialmente sensibles" por tener más de 60 años, o presentar patologías como diabetes, hipertensión o problemas de respiración, entre otras. 

La botadura del primer buque, próximo hito

En el momento de la declaración del estado de alarma, los trabajos iban incluso un poco adelantados a los plazos previstos.  El pasado mes de agosto se realizó la puesta de quilla del primer buque, aunque el acto oficial con la presencia de marinos saudíes no se celebró hasta principios de octubre, y su botadura estaba prevista para el pasado 8 de abril, coincidiendo con unas jornadas de fuertes mareas.

En paralelo, la puesta de quilla de la segunda corbeta se realizó el pasado 18 de diciembre y ya se ha cortado chapa para los primeros bloques de dos de los buques restantes. San Fernando se lleva prácticamente el 90% del contrato aunque algunos bloques se están ejecutando en Puerto Real. La botadura del primer buque será uno de los primeros hitos que se realicen tras el fin del esado de alarma, ya que los trabajos estaban muy avanzados antes del aplazamiento. 

El contrato con Arabia Saudí para la venta de estas cinco corbetas fue firmado en julio de 2018 por un importe de casi 2.000 millones de euros y supuso la creación de una empresa conjunta formada por Navantia y la sociedad SAMI (Industrias Militares de Arabia Saudí). Antes de la declaración de la pandemia, San Fernando se preparaba para acoger a los más de 700 militares de Arabia Saudí que serán adiestrados en el manejo de las corbetas.

A ello se suma la posibilidad de que Arabia Saudí haga nuevos encargos. En ese sentido, Riad estudiaría comprar a Navantia dos buques de asalto anfibio LPD similares al Castilla y el Galicia de la Armada española, cuya construcción recaería en Ferrol según avanzó El País el pasado mes de agosto,

Sin embargo, aún quedan flecos legales por resolver del encargo de las corbetas. En una respuesta parlamentaria al diputado de Bildu Jon Iñarritu, el Gobierno reconoció a principios de este mes que Navantia deberá pedir una licencia de exportación definitiva y que esta solicitud será examinada "con todo rigor". Según el Ejecutivo, Navantia sí presentó un acuerdo previo de exportación que recibió el visto bueno en julio de 2015, pero que ya ha caducado y por tanto la empresa pública deberá volver a solicitar el aval a la venta.

"La futura licencia será examinada con todo rigor de acuerdo con las prohibiciones y los parámetros contenidos en el Tratado sobre el Comercio de Armas, lo dispuesto en la legislación española y los ocho criterios de la Unión Europea", garantiza el Ejecutivo.

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