"No voy a achantarme en defensa de mi Gobierno ante las críticas de la Junta"

JAVIER DE TORRE MANDRI. SUBDELEGADO DEL GOBIERNO CENTRAL EN LA PROVINCIA DE CÁDIZ

El representante del Estado en la provincia justifica el cariz político de su primer año de gestión Anuncia una Udyco de la Bahía y que el astillero de Puerto Real reparará cruceros

De Torre entiende "los nervios pero no los actos vandálicos"
De Torre entiende "los nervios pero no los actos vandálicos"
Fco. Sánchez Zambrano Cádiz

20 de enero 2013 - 05:01

-¿Qué nota le pone usted a la gestión del Gobierno central en la provincia en este año?

-Yo le pongo un ocho porque, teniendo en cuenta la situación de crisis actual, creo que es una evidencia que el Gobierno ha sido muy sensible a los problemas de Cádiz. También es verdad que 2012 ha sido un año especialmente dedicado a Cádiz por la celebración del Bicentenario, la Cumbre Iberoamericana, etc. De ahí ese compromiso con Cádiz. Desde esta Subdelegación hemos elevado muchas necesidades y todos los departamentos del Estado han sido muy receptivos.

-En su toma de posesión, hace un año, decía usted que la prioridad era la lucha contra un paro que calificaba de "insostenible". Doce meses después el número de desempleados es aún más elevado. ¿No lastra eso toda la gestión del Gobierno en este primer año de la legislatura?

-El objetivo de la lucha contra el paro era y sigue siendo nuestra prioridad absoluta. Estamos empeñados en reducirlo y creo que se han tomado medidas muy importantes en ese sentido. Creo también que se han empezado a poner las bases para que en 2013 podamos recuperar la economía para posteriormente generar empleo. Se han tomado medidas fundamentales como el pago a proveedores, las medidas de licencia exprés para los empresarios, medidas de financiación autonómica como el FLA, la lucha contra el fraude... son cuestiones que buscan perseguir la economía sumergida y la reactivación de sectores fundamentales. El pago a proveedores, por ejemplo, trajo a Cádiz 859 millones, de los que el 95% fue destinado a las pymes. Ha sido una medida que salvó mucho empleo porque consiguió evitar que muchas empresas cerraran por las deudas de otras administraciones.

-Ha sido un año también de mucha conflictividad laboral. 2012 arrancó con una protesta de la plantilla de Navantia que destrozó el puente Carranza y acabó con una carga policial contra trabajadores de esa misma empresa en el centro de San Fernando. ¿Pecó usted de ingenuo en la primera movilización? ¿Dónde está la línea para que los antidisturbios intervengan o no?

-El derecho de manifestación y reunión está consagrado por la Constitución y todos tenemos que preservarlo. Pero no podemos confundirlo con desórdenes públicos. No creo que pecara de ingenuo al principio. Cuando yo llegué las movilizaciones que había sólo buscaban llamar la atención. La plantilla de Navantia cortaba diez minutos el puente, se metía luego en el astillero y no pasaba nada. Hasta que llegó un día en el que de manera sorpresiva hicieron unas actuaciones mucho más radicales, causando en el puente Carranza unos destrozos que nos costó a los gaditanos 150.000 euros repararlos, dinero que dejó de invertirse en otras actuaciones que tenía previstas Tráfico. A partir de ahí todo cambió. Nosotros trasladamos el mensaje de que eso no se iba a repetir y creo que la plantilla también se dio cuenta de que había perdido mucho apoyo social en la Bahía y de que si seguían así no iban a conseguir nada. De ahí que bajaran la tensión desde entonces. Y en San Fernando, en una manifestación que no estaba convocada, se negoció con ellos, se les permitió el acceso al centro de la ciudad y vulneraron el acuerdo causando altercados públicos. A partir de ahí, también nosotros nos hemos mostrado más firmes.

Yo a los trabajadores siempre les digo lo mismo: que cualquier acción de protesta tienen que comunicarla previamente conforme marca la ley. Lo que no se puede hacer es cortar una carretera porque sí, porque ello causa unos graves perjuicios al resto de los ciudadanos y eso, sobre todo en estos tiempos de crisis, no se puede permitir. No se puede perjudicar a los demás para hacernos oír. Y le doy un dato: de las 28 manifestaciones que hizo la plantilla de Navantia-Puerto Real en 2012, sólo nos habían comunicado previamente tres de ellas. Y no podemos permitir acciones no ajustadas a la legalidad. Es como los ex Delphi. Si toda la Bahía sabe que sus reivindicaciones van dirigidas exclusivamente al PSOE, al que acusan de no cumplir los compromisos adquiridos en su día, lo que no puede hacer este colectivo es extender esas protestas para perjudicar a toda la ciudadanía.

-Pero si hay más paro, lo lógico es que haya más protestas...

-Por supuesto que es lo lógico. Es más, creo que ante la situación que vivimos es necesario a veces que la gente se movilice bien para hacer entender a los responsables políticos que hay necesidades que a lo mejor no están bien detectadas o bien para simplemente manifestar el malestar o incluso el cabreo que tiene la gente. Eso es lógico y humano. Pero también digo que es más comprensible la manifestación de un trabajador que pierde su salario o que lo ve en peligro antes que la de un sindicato que emprende movilizaciones movido por otro tipo de motivaciones no tan claramente laborales. Y los datos son muy claros.

-¿Qué datos son esos?

-Pues por ejemplo que las manifestaciones autorizadas por esta Subdelegación, y que contaban por tanto con su correspondiente dispositivo de seguridad, fueron el año pasado 1.645 en toda la provincia, cuando en 2011 fueron tan sólo 622. Y también me llama la atención la localización por ciudades de estas 1.645 manifestaciones. Porque en Cádiz fueron más de 400, algo lógico al ser la capital, pero es que en Jerez fueron 213, en Algeciras fueron 150 y en La Línea, donde a la plantilla municipal se le adeuda nueve nóminas, sólo fueron 82. Y no deja de ser curioso que en Puerto Real sólo fueran 45 y en El Puerto, donde no ha habido problemas laborales muy relevantes, se elevaran hasta las 150...

-¿Está diciendo usted que hay un cariz político en las movilizaciones sindicales?

-Digamos que hay un interés sindical por concentrarse en unas localidades antes que en otras.

-También se le ha acusado a usted de prohibir manifestaciones.

-Sí, y es falso. Las manifestaciones que no se autorizaron fueron sólo las que no se comunicaron con diez días de antelación, que es lo que marca la ley. Y de las 1.645 que sí fueron autorizadas, sólo cuatro fueron impugnadas y, de ellas, sólo tres se estimaron. Eran casos en los que se varió el recorrido por motivos de seguridad.

-¿Cuándo llegarán esas 'buenas noticias' para Navantia que vienen anunciando los principales dirigentes provinciales del PP?

-Se está haciendo un trabajo magnífico en misiones comerciales, intentando buscar contratos tanto comerciales como con las Armadas de otros países. Ahora se va a apostar también por que el astillero de Puerto Real haga reparaciones de cruceros. Es decir que la misión comercial de Navantia no para y por eso le pido paciencia a la plantilla. Yo entiendo la preocupación de los trabajadores, pero la entiendo hasta ahí. Lo que no comprendo es la falta de confianza que tienen cuando ellos cuentan con información de primera mano de todos los pasos que se están dando.

-¿Y se ha barajado en algún momento la opción de cerrar o vender alguno de los tres astilleros?

-Ni mucho menos, porque el Gobierno tiene una confianza ciega en la viabilidad de Navantia como empresa puntera y estratégica, aunque siempre se puede mejorar.

-Los datos de seguridad ciudadana correspondientes a 2012 no han sido malos del todo. Pero, ¿no le apena que ese balance lo tiren por tierra cuestiones como el robo de droga en el depósito policial de Cádiz, la agresión a aduaneros en Sanlúcar o que policías nacionales de Puerto Real se quedaran con naranjas decomisadas?

-Lo que más me preocupó como subdelegado fue lo de las naranjas. Se formó un escándalo lógico ante un caso de tanta gravedad y de ahí la rápida actuación tanto del Ayuntamiento de Puerto Real como de esta Subdelegación para castigar esas conductas. Lo sucedido me produjo desconsuelo porque el trabajo magnífico de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no lo puede ensombrecer una acción puntual de unos señores. El Cuerpo Nacional de Policía no merecía ser juzgado por un hecho puntual y desafortunado. En los otros dos supuestos hablamos de delincuentes que entran en el ámbito de la seguridad. Y sobre el robo de la droga diré que el depósito llevaba allí, en un sitio que no era el adecuado, desde 2001 y que la sustracción se produjo cuando el Gobierno ya había dado los primeros pasos para agilizar la destrucción de droga. Esos pasos se han seguido dando, aunque yo no voy ni a confirmar ni a desmentir los lugares que se están anunciando de incineración o almacenamiento de la droga porque ello afecta a la seguridad.

-Pero la investigación policial sobre ese robo de droga en Cádiz sigue sin dar resultado...

-Ya, pero la Policía sigue trabajando y cuando hablo con el comisario del tema me dice que son investigaciones lentas en torno a organizaciones complejas. Hay líneas intervenidas, hay muchas operaciones policiales en marcha y esperamos que concluyan satisfactoriamente. Pero yo no puedo influir en el ritmo policial y en las líneas de investigación.

-¿Hay un antes y un después en la lucha contra el narcotráfico después de los graves hechos vividos hace poco tiempo en la playa sanluqueña de Bonanza?

-Tengo una cosa muy clara y así se lo expuse a la alcaldesa de Sanlúcar en la reunión que tuvimos recientemente: creo que ninguna administración se puede quedar inmóvil ante un problema de esa dimensión y todos tenemos que mejorar nuestra gestión en Sanlúcar. Yo ya he tomado decisiones al respecto y, aunque no le voy a pedir cuentas a la alcaldesa, espero que ella y la Junta tomen medidas en lo que les compete. Pero hechos como el de Bonanza transmiten una imagen muy nefasta de Sanlúcar que ensombrecen a una localidad que es extraordinaria.

-¿Y cuáles son las medidas que va a poner en marcha la Subdelegación en Sanlúcar?

-De momento se va a crear una Udyco de la Bahía. Las negociaciones para ello están bastante avanzadas en Madrid y la idea es que esa unidad investigue las conexiones de unos narcos que tienen interrelación entre las diferentes localidades de la comarca. Además, en la junta local de seguridad de Sanlúcar queremos perfeccionar la coordinación que ya existe entre los diferentes cuerpos policiales y queremos aplicar un plan director para la mejora de la convivencia en los centros escolares. La idea es que policías vayan a colegios e institutos e impartan charlas en materias diferenciadas como la violencia de género, las nuevas tecnologías, la droga y el alcohol, el acoso escolar, etc. Y también queremos exponerles a los empresarios de Sanlúcar los fondos Reindus y otras iniciativas del Ministerio de Industria de cara a atraer inversiones a la ciudad.

-Sobre la infraestructuras más importante que depende del Ministerio de Fomento, ¿sigue pensando que el segundo puente estará acabado en 2014?

-Lo que ocurra con el segundo puente en cuanto a los plazos se deberá exclusivamente a cuestiones técnicas. La diferencia es que antes la obra se paraba por problemas financieros y ahora no es así. Acabar el segundo puente es un compromiso del Gobierno y el dinero para terminarlo está. El ritmo de la obra es el adecuado y los técnicos nos mantienen esa fecha para su terminación. Seguramente se respete ese plazo pero todo dependerá de cuestiones técnicas. En cualquier caso hay una diferencia entre los gobiernos del PSOE y del PP a la hora de ejecutar infraestructuras. Ha pasado con el segundo puente y también con el soterramiento de la vía del tren en Puerto Real, que se ha logrado desbloquear tras dos años de parón por problemas financieros. Ahí se ha demostrado también que si uno quiere y sabe gestionar, los proyectos salen.

-Sebastián Saucedo no entró en casi ninguna disputa política en los siete años en los que fue subdelegado del Gobierno en Cádiz en la etapa de Zapatero. Usted en este año se ha metido en todos los charcos que se ha ido encontrando. ¿Por qué esa diferencia? ¿Actúa así por convencimiento personal o cumpliendo directrices políticas?

-Yo no voy a valorar la gestión de mis predecesores pero creo que un subdelegado tiene tres facetas. Hay una primera institucional que creo que estoy cumpliendo bastante bien asistiendo a todos los actos a los que creo que tengo que ir. Hay una segunda de gestión, que me obliga a reclamar al Gobierno todo lo que necesita Cádiz. Y para detectar esos problemas e intentar plantear soluciones me he tenido que recorrer antes toda la provincia visitando todas las instalaciones que dependen de la Administración General del Estado, algunas de las cuales por cierto no habían sido visitadas por subdelegados anteriores. Y hay una tercera faceta que es la de defender al Gobierno de las críticas continuas de la Junta de Andalucía. Ahí no voy a achantarme y si tengo que hacer una crítica política la haré pero no porque tenga instrucciones sino porque creo que a mi Gobierno se le está criticando muchísimo y de manera muy injusta y no me gusta que se eche por tierra el trabajo tan duro que está haciendo mucha gente por el bien de esta provincia. Estas son mis tres facetas y si a alguien le molesta algunas de ellas, pues peor para él.

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