Sólo cuatro de las prostitutas declaran contra Los Galanes
Una de ellas confundió a un agente de la Guardia Civil de paisano con un miembro de la organización capturado y le dio un ataque de histeria · Ayer sólo dio tiempo a que declararan 3 de los 15 detenidos
Sólo cuatro de las 150 mujeres que, en el momento del espectacular operativo desplegado por la Guardia Civil contra la supuesta explotación sexual en los clubs de alterne del clan familiar encabezado por el patriarca, el jerezano Juan Galán, su actual mujer, y sus dos hijos, el torero Juan Pedro Galán y su hermana Rocío, se encontraban trabajando en alguno de los seis locales clausurados, han prestado declaración contra Los Galanes.
Empezaron a hacerlo a últimas horas de la tarde del miércoles. Se había cerrado muy poco antes la Operación Toscana montada contra la organización . Y dado que todas son extranjeras ( como todas las que trabajaban en los clubs, sudamericanas y procedentes de países del Este) y para evitar que pueden haber abandonado el país para la fecha en que pueda llegar a celebrarse el juicio, el juez de Chiclana al cargo ordenó la realización de lo que lo que técnicamente se denomina la "prueba preconstituida". Esto es, que prestaran declaración con todas las garantías procesales, en una suerte de vista oral anticipada. Por ello se levantó el secreto de sumario y todos los detenidos fueran trasladados hasta el Juzgado de Chiclana para asistir, acompañados de sus respectivos letrados, a escuchar su testimonio.
Según fuentes de la investigación, las cuatro habrían ratificado ante el juez la supuesta explotación de la que habrían sido víctimas trabajando en agotadoras jornadas en establecimientos de la organización, obligadas a hacer dieta permanente y a vestir muy ligeras de ropa. Y penadas con fuertes sanciones en caso de incumplimientos.
Tras el obligado receso nocturno, sus declaraciones se reanudaban ayer, viviéndose un episodio de lo más revelador, a juicio de fuentes de la investigación. Una de las chicas confundió a un guardia civil de paisano con uno de los detenidos, "y le dio un ataque de histeria". Las fuentes consultadas achacan esta reacción al temor que le infundirían los integrantes de la red.
No obstante, uno de los abogados de los detenidos, en declaraciones a este diario, aseguró que ninguna de las prostitutas declaró haber sido víctimas de amenazas ni vejaciones. "A una le han preguntado si tenía miedo y ha dicho que no". Tampoco, según este letrado, habrían sustentado la acusación de que la organización las explotaba quedándose con la mayor parte de las ganancias. "Han declarado que pagaban 50 euros , a razón de 25 por cada pase con un cliente, y que no tenían que pagar más".
Finalmente, no fue hasta las siete de la tarde cuando empezaron a prestar declaración los detenidos. Únicamente dio tiempo a que lo hicieran tres, porque ya, al filo de las once menos cuarto de la noche, el juez decidió suspender la toma de declaración, y enviar nuevamente a los 15 apresados a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz (aún no había concluido el límite legal de la orden de detención), para proseguir hoy.
No prestó declaración ninguno de los miembros de la cúspide del clan. Sí lo hicieron el camarero del club Aloha, de Jerez, Javier G. L.; el encargado del club de Estepona, Jesús P. S., y Reinaldo A.T., conocido de Rocío Galán 'tanteado' para hacer un estudio de mercado para el clan, para ampliar negocio.
Junto a ellos, están imputados los cuatro miembros de la familia Galán; otros cinco responsables de los hoteles clausurados (cinco en Cádiz, en El Puerto, Jerez, Conil, Medina y Los Barrios, y uno en Málaga), tres hombres y dos mujeres; el considerado testaferro de los Galán, José T.F., y el responsable de la finca El Toro, sede del entramado familiar que se ha comprobado mueve cientos de miles de euros, Manuel S.C.
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