Pagaban a terceros para que les buscaran chicas
'Los Galanes' contaban con varias personas para el 'suministro' de nuevas prostitutas a sus clubs
Conforme pasan las horas, se van conociendo nuevos datos en torno a los registros practicados por la Guardia Civil en el marco de la Operación Toscana, durante la madrugada del martes al miércoles en los diferentes clubes de alterne, domicilio portuense de los Galán y la finca jerezana de El Toro, centro neurálgico de las operaciones y donde se encuentran domiciliadas la mayor parte de las empresas. Teniendo en cuenta que solamente en patrimonio son 50 millones de euros los que se han inmovilizado, las cifras que se están conociendo ahora no dejan de ser sorprendentes y dan buena cuenta del lujo y la calidad de vida que llevaban hasta hace apenas 48 horas Los Galanes.
Así, en la vivienda de Valdelagrana propiedad de los patriarcas, Juan Galán e Isabel Aguilar, se decomisaron relojes por valor de 100.000 euros, más de 16 millones de las antiguas pesetas. Casi nada si se tiene en cuenta el medio millón de euros que se encontraron bajo el jacuzzi de uno de los cuartos de baño del domicilio.
Por otra parte, hay que destacar las muchas cuentas corrientes intervenidas, algunas de las cuales con cuantías que sobrepasaban los 300.000 euros.
Pero sin duda, uno de los datos más destacados a los que ha tenido acceso este medio, según fuentes de la investigación, es que esta red se servía de terceras personas, a los que pagaba para que se encargaran de la búsqueda y del 'suministro' de nuevas prostitutas para sus diferentes clubes de alterne.
Y es que en esta organización estaba todo perfectamente estudiado. Como señalaba la propia Guardia Civil, la estructura del clan forma de estructura piramidal, en dónde en la cúspide se situaban Juan Galán e Isabel Aguilar, mientras que por debajo de ellos se encontraban su hijo Juan Pedro y su hermana Rocío y en la base, los diferentes encargados de los clubes.
Otro dato curioso son los más de 1.000 kilos de alimentos congelados, en su mayoría frutas y hortalizas, destinados para el alimento de las prostitutas y encontrados en tres contenedores y una habitación de uno de los locales. La Guardia Civil lo ha cedido a Cáritas, que se ha encargado de repartirlo al jerezano comedor de El Salvador, gestionado por religiosas y que da de comer diariamente a decenas de jerezanos necesitados.
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