Juicio por asesinato e intentos de homicidio

El Perniles de Barbate: "Me tuve que defender, eran ellos o yo"

  • El acusado de asesinar a un joven en Medina con una catana e intentar matar a dos de sus amigos declara que lo atacaron primero. "Puse el machete en alto para salvar mi vida", dice.

  • "Si hubiese sabido que el chaval estaba herido, lo habría llevado al ambulatorio", afirma.

El Perniles ha llegado a juicio procedente de la prisión de Botafuegos.

El Perniles ha llegado a juicio procedente de la prisión de Botafuegos. / Lourdes de Vicente

"Me tuve que defender, eran ellos o yo".  J.A.G.S., alias El Perniles, acusado de asesinar en 2018 a un joven de 25 años con una catana a las puertas de una discoteca en Medina y de intentar matar a dos de sus amigos declaró este lunes ante el jurado encargado de juzgarlo esta semana en la Audiencia de Cádiz que los tres jóvenes lo atacaron primero y que no tuvo más remedio que oponer resistencia. "Puse el machete en alto para salvar mi vida", dijo.

El procesado explicó que el 6 de enero de 2018 estuvo de barbacoa con familiares y amigos desde las doce de la mañana hasta bien entrada la noche. En esas fechas, explicó, cumplía condena en el CIS de Jerez, donde ya disfrutaba del tercer grado penitenciario. "Ese día tenía un permiso", precisó, una salida que aprovechó para reunirse con los suyos. "Estuve bebiendo todo el día. También consumí un gramo y medio de cocaína", puntualizó para convencer a los miembros del jurado de que la noche del crimen estaba bajo los efectos de las sustancias estupefacientes y que, por ello, tenía mermadas sus facultades.

A preguntas de la fiscal, El Perniles recordó que llevaba un machete con una hoja de acero de 45 centímetros de largo y 6 centímetros en su parte más ancha "para cortar leña", si bien en fase de instrucción alegó que lo usaba para cortar espárragos. "Lo empleaba para cualquier cosa del campo", aclaró.

Una vez que acabó la barbacoa, manifestó el encausado, se dirigió a un pub y después a la discoteca Iris, sita en la calle Italia de Medina Sidonia. Allí se encontró, ya de madrugada, con Joaquín, Abraham y Eloy. "Yo no fui hacia ellos. Ellos vinieron hacia mí. Fue un abuso, me agredieron a la vez", aseveró. "Abraham me dio dos puñetazos en la cara. Después se fue a su coche y sacó un gato hidráulico con el que intentó darme en la cabeza, aunque yo me protegí con el machete que cogí para defenderme. Después se sumaron los otros dos, Joaquín me entró por la espalda y, al darme la vuelta, quizás lo alcancé". 

Según la versión ofrecida por el acusado, en ningún momento embistió a los tres jóvenes con la catana. "Si le di a alguien fue para salvar mi vida. Yo no quería matar a nadie. Si hubiese sabido que el chaval estaba herido, lo hubiese montado en mi coche y lo habría llevado al ambulatorio", señaló. 

Asimismo, El Perniles testificó que él no huyó de lugar de los hechos. "Huyeron ellos", indicó. Interrogado por la fiscal, el procesado admitió que limpió el arma y la escondió en un descampado, concretamente, "en un boquete de conejos". Asimismo, reconoció que abandonó su coche en un carril cerca de la carretera.

A las nueve de la mañana del 7 de enero de 2018, prosiguió su relato, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil junto a su padre después de que un agente fuese a buscarlo a la finca donde se encontraba después de lo sucedido. 

A preguntas de su defensa, un abogado del turno de oficio, El Perniles recalcó que desde la cárcel de Botafuegos, donde está preso preventivo, ha enviado varias cartas a la madre de la víctima mortal para mostrarle su arrepentimiento

En la primera sesión del juicio con jurado por el crimen de Medina también prestaron declaración Abraham y Eloy, amigos de la víctima mortal y también perjudicados en esta causa. Estos testigos presenciales declararon que la noche del 6 de enero El Perniles, al que no conocían de nada, les dijo a las puertas de la discoteca que eran unos mierdas y que se fueran de allí. Según contó Abraham, le dio un manotazo al encausado y Joaquín, el fallecido, los separó. “Después El Perniles se marchó, pero a los tres minutos volvió en su coche. Se bajó con un machete en la mano y nos atacó a los tres”. Abraham resbaló y la catana, aseguró, le pasó justo al lado. “Hasta saltaron chispas. Si no me caigo, hoy no esto aquí”, concluyó.

La Fiscalía considera que J.A.G.S., alias El Perniles, es autor de un delito de asesinato y dos delitos de homicidio intentado y pide para él la pena total de 41 años de prisión. La familia del fallecido, que ejerce la acusación particular, solicita una pena más elevada, 55 años de cárcel, por cuanto contempla la agravante de reincidencia. La defensa del encausado, por su parte, sostiene que en este caso concurre la eximente completa (y de manera alternativa, la incompleta) de enajenación, puesto que a la fecha de los hechos, aduce, el procesado estaba afectado por un trastorno del comportamiento por su dependencia a la cocaína y al alcohol.

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