La patronal y los representantes de los trabajadores del sector del metal están convocados esta tarde a una nueva reunión negociadora para intentar llegar a un acuerdo en la renovación del convenio colectivo que ponga fin a una huelga indefinida que dura ya ocho días.

Esta reunión tendrá lugar después de la celebrada la tarde-noche del lunes y que se cerró una vez más sin acuerdo alguno y con las dos partes en posiciones diametralmente opuestas.

La representación de los trabajadores, por ejemplo, deja caro que no está dispuesta "a ceder más" ante la revisión de su convenio colectivo. Así lo expresó ayer el secretario general de UGT-FICA en Cádiz, Antonio Montoro, que anunció que en la reunión de hoy "vamos a dejar la propuesta encima de la mesa y nos vamos a venir", por lo que "cuando la patronal tenga la capacidad de firmarla, que nos llamen".

Es un ultimátum al que los sindicatos han llegado tras no volver a fructificar la última reunión que se produjo el lunes. Sobre ella, Montoro expresó su sensación de "frustración" debido a que "no queremos que nos engañen como nos están engañando, máxime cuando ayer hicimos un movimiento a la patronal". Según el representante sindical, "presentamos una propuesta para ver un poco cómo reaccionaban camuflando el tema del IPC, y ni eso. Cuando se la llevaron para estudiarla, volvieron a traer la misma propuesta".

Ante esto, el dirigente de FICA-UGT explicó que, frente a la retroactividad hasta junio que pretende Femca, "nosotros no renunciamos a los atrasos, nosotros lo que decimos es que se compensen los días de huelga de los trabajadores". Junto a esto, también añadió la importancia de que la subida del IPC se refleje en las tablas salariales, "ya que lo que no se pone en la tabla, lo pierde el trabajador para toda la vida".

Otra de las diferencias entre las partes es la vigencia del convenio, que los sindicatos pretenden que sea de dos años y la patronal amplía a tres. Sobre este asunto, argumenta que quieren que "el 80% de la subida del IPC vaya a tabla y el 20% en una paga en dos años. Ellos siguen hablando de tres años. Para firmar un año más, lo tienen que pagar. Si quieren un tercer año, tienen que pagar el 100% de todo".

Con todo, y ante los derroteros que están tomando las negociaciones, Montoro advirtió que "si lo que pretenden es desgastarnos para firmar, ya hemos demostrado que nos hemos venido tres veces -de las reuniones-. Si nos tenemos que venir cuatro, nos vendremos cuatro".

Asimismo, también pidió responsabilidad a la patronal del metal ante unas amenazas de cierre de empresas y pérdida de carga de trabajo que "son de muchos años". "Por eso, los trabajadores están en la calle, porque ya no se las creen", aseveró, a lo que ha sumado que "si tienen que cerrar, que cierren, pero que lo que se gane que sea dignamente".

Por su parte, el portavoz de la Coordinadora de Trabajadores del Metal, Jesús Galván, pidió a los políticos que "creen fórmulas y mecanismos para que el convenio, una vez firmado, se cumpla". A partir de ahí, aseguró que "vamos a luchar y a seguir peleando para que ellos, la patronal y los políticos, creen fórmulas para acabar con las penurias y las miserias de la provincia de Cádiz".

Antes del comienzo de la manifestación de ayer en Cádiz, José Muñoz, secretario de Femca, también hizo una declaración sobre la negociación fallida de la madrugada anterior. Desde Femca, afirman, no ven ruptura sino una falta de acuerdo por el momento.

"Hemos identificado los cuatro o cinco temas económicos en los que debemos trabajar por separado para llegar a un entendimiento que acomode a las dos partes". Muñoz resalta la importancia que tiene un punto planteado por los sindicatos y es que el convenio no sea vigente durante 2023. Desde Femca aseguran que incluir ese año en el convenio sería imprescindible para las empresas que representan, para sobrevivir y poder hacer frente a los pagos que deberían hacer con la vigencia de ese convenio.

El lunes, durante un encuentro de la industria naval en Cádiz, los empresarios de la industria auxiliar naval y aeronáutica gaditana aseguraron que temen que las empresas tractoras, entre ellas Navantia y Airbus, comiencen a rescindir contratos a partir del décimo día de huelga.