700.000 euros en dos camiones para lidiar con la crisis de la basura en Sanlúcar
El Ayuntamiento aprueba la contratación urgente de dos nuevos vehículos en pleno colapso del servicio de recogida de residuos
La medida llega tras semanas de contenedores saturados, protestas vecinales y una creciente presión política
Sanlúcar se ahoga en basura y en un gobierno atrincherado

La Junta de Gobierno Local de Sanlúcar de Barrameda ha aprobado una inversión de 702.768 euros para la adquisición mediante renting, con mantenimiento incluido, de dos nuevos camiones de recogida de residuos sólidos urbanos. La medida, anunciada por la alcaldesa, Carmen Álvarez, se produce en un momento especialmente delicado para el municipio, inmerso en una crisis de basuras que ha alcanzado una fase crítica en las últimas semanas.
La falta de vehículos operativos, la escasez de personal y el aumento de residuos con la llegada del verano han provocado una situación visible en numerosos puntos de la ciudad, con contenedores desbordados y bolsas de basura acumuladas en las calles. Las imágenes compartidas por vecinos en redes sociales han dado visibilidad al problema y generado una fuerte presión vecinal. El pasado lunes, los grupos de la oposición solicitaron la convocatoria urgente de una Junta de Portavoces para abordar la situación, calificándola de insostenible, pero la Alcaldía se negó a dicho encuentro.
En este contexto, el Gobierno local considera que la incorporación de los nuevos vehículos —uno de carga trasera y otro de carga lateral— supondrá “una importante mejora” en el servicio, según palabras de la alcaldesa. Los camiones se destinarán a la Unidad de Infraestructuras del Ayuntamiento y su contratación se tramitará mediante un procedimiento abierto sujeto a regulación armonizada, con publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea y la Plataforma de Contratación del Sector Público.
La regidora ha insistido en que la limpieza es una “prioridad” para el equipo de Gobierno y ha reconocido las dificultades administrativas que ralentizan la puesta en marcha de soluciones. “Estamos trabajando muy duro para dar pasos firmes en la dirección correcta”, afirmó.
El episodio actual es solo la última manifestación de un problema que arrastra años de falta de inversión y reorganización en los servicios de limpieza urbana. Sin embargo, con la situación tran agravada recientemente hasta convertirse en uno de los principales focos de malestar ciudadano, especialmente ante la llegada del verano con las altas temperaturas y la llegada de la población estacional.
La adquisición de los camiones supone un paso relevante, aunque desde la oposición y diversos sectores vecinales se reclama una actuación más amplia que aborde tanto la renovación de medios materiales como la reorganización del personal y la mejora en la frecuencia de recogida. La respuesta institucional a corto plazo será clave para contener una crisis que afecta no solo a la imagen de la ciudad, sino también a la salud pública y la convivencia en los barrios.
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