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Janda

La ruta de la tapa de Conil cumple una década cosechando éxitos

Ambiente en las calles de Conil.

Ambiente en las calles de Conil. / Manuel Aragón Pina

La ruta de la tapa es una tradición y un evento gastronómico que se celebra en muchas regiones de España. Este año, esta iniciativa gastronómica cumple en Conil su décima edición, donde se ve tanto a turistas como a conileños paseando por las calles en busca de un buen bocado. 

La propuesta culinaria da la oportunidad de disfrutar de la cocina local, probando una amplia variedad de degustaciones de platos, acompañados de una bebida, todo por 4 euros. Este año el pueblo cuenta con 39 establecimientos distintos que ofrecen su propia creación.

Se ha puesto en marcha un 'tapaporte', el cual los comensales sellarán al degustar la tapa. La persona que registre 15 sellos podrá entrar en el sorteo de un premio que, en esta edición, será un viaje a Tenerife para dos personas. Por otra parte, se ofrece la oportunidad de elegir una tapa ganadora, que será el establecimiento donde se inaugurará la ruta de la tapa 2024.

Además, este año todos los platos han sido degustados anteriormente por un jurado profesional, que ha levantado actas acerca de la elaboración y la materia prima del plato, dando su opinión profesional, la cual saldrá a la luz el mismo día de la elección del plato ganador.

Empleada del restaurante casa Manolo Fuguilla sellando el 'tapaporte' a un turista de Marbella Empleada del restaurante casa Manolo Fuguilla sellando el 'tapaporte' a un turista de Marbella

Empleada del restaurante casa Manolo Fuguilla sellando el 'tapaporte' a un turista de Marbella

En la ruta de la tapa de Conil hay una gran variedad, como aperitivos, platos fríos e incluso una serie de postres. Cada local recrea un plato con el que se identifica, por lo que se pueden encontrar desde unos chicharrones locales hasta un plato típico italiano, como es la berenjena parmesana.

Recorriendo las calles del pueblo, este medio ha tenido la posibilidad de conocer algunos de los restaurantes y sus respectivas tapas. En cuanto a tapas dulces, la heladería Mar Salao ofrece un delicioso dorayaki brioche relleno de su helado casero.

Plato de la heladería Marsalao. Plato de la heladería Marsalao.

Plato de la heladería Marsalao.

Continuando el trayecto, en la calle Cádiz llama la atención el buen trato del personal del Bocinegro. Aquí se encuentra un plato típico de la localidad cocinado con cariño: esferas en tempura con salsa marinera.

Subiendo unas calles arriba, en pleno centro, por donde es muy agradable pasearse, se encuentra el bar La Plazuela, donde ofrecen una excelente tapa denominada 'Mar negro', compuesta por un croissant de tinta negra relleno de un guiso de calamares al estilo japonés.

Los cocineros cuentan que están elaborando innumerables raciones cada día, pero también comprueban cómo la materia prima cada vez sube más su precio, por lo que las ganancias son menores que en otros años. No obstante, con el otoño recién empezado, es una oportunidad tener salones y terrazas completas.

Las 39 tapas seguirán presentes en la cita gastronómica conileña hasta que la cita termine mañana domingo.

La presidenta de la Asociación de Empresarios de Conil, Juani Sánchez, cuenta que gracias a este proyecto permanecen abiertos más allá de la temporada estival algunos de los bares y restaurantes de la localidad jandeña.

Según la misma, esta ruta surgió debido a la crisis de años atrás y, a día de hoy, una década después, sigue en marcha. Asimismo, comenta que siempre se ha notado el movimiento de gente justo en esta época particular en que la que se celebra, en la salida del verano, y consigue prolongarlo en cierto modo. Además, de esta manera los habitantes de Conil pueden disfrutar de sus calles con más calma que en la temporada estival.

Tapa del restaurante Bocinegro, presentada por su personal Tapa del restaurante Bocinegro, presentada por su personal

Tapa del restaurante Bocinegro, presentada por su personal

No obstante, también se ven numerosos turistas extranjeros, que adoran pasearse por las calles de Conil y poder encontrar un local donde tomarse una buena tapa. A decir verdad, los extranjeros se toman muy en serio el 'tapaporte' e intentan visitar el mayor número de establecimientos. 

En cuanto a la opinión de los restaurantes y sus trabajadores, cuentan que después del parón del magnífico verano, han visto cómo se han llenado nuevamente sus mesas, reforzando de esta manera la economía del pueblo un poco más, ya que la llegada de la temporada baja se aproxima sin remedio.

Año tras año, la ruta gana numerosos adeptos, por lo que se prevé que se siga celebrando muchos años más.

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